La SRE indicó que a su llegada se les practicó a los connacionales una revisión médica y posteriormente se llevó a cabo su trámite migratorio.
Cargando, por favor espere...
El sol de las 10 de la mañana nos recibió en lo alto, quemando la piel expuesta como un comal al rojo vivo sobre las tortillas. Es 7 de octubre. Se cumplen dos años del inicio del genocidio en Gaza. Al llegar a la protesta convocada por los fenerianos y antorchistas poblanos en solidaridad con Palestina, las filas comenzaban a entrelazarse. Distinguí rostros conocidos, compañeros de batallas de los últimos años y que hoy se sumaban a una aún más crucial: “una lucha solidaria a escala mundial, que frente a la insolencia imperialista sólo cabe la respuesta agresiva de los países explotados”, como bien afirmó Salvador Allende.
Vestimos de negro en honor a los miles de palestinos caídos bajo las bombas israelíes. Otros portaban carteles combativos y muchos más llevaban la bandera de Palestina en el rostro, estampada en las playeras o anudada al cuerpo. Llenamos la avenida Juárez. Primero pensé que no superaríamos los 500, pero en minutos éramos más de dos mil. Para mi sorpresa, no éramos sólo estudiantes: obreros, amas de casa, niños y transeúntes se fueron sumando conforme avanzábamos, dejando atrás la indiferencia y abrazando la causa de la solidaridad con Gaza.
Con el paso del tiempo, los estudiantes de preparatoria tomaron el micrófono con un coraje creciente: “Palestina es un pueblo como el nuestro que hoy ve morir a diario a sus niños, sus mujeres, sus ancianos, y nadie hace nada”, “No es una guerra, es un genocidio”, “Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá”. Se me hace un nudo en la garganta al transcribir para usted, amable lector, fragmentos de lo que esos jóvenes proclamaban con gallardía y coraje, con la clara intención de calar en el alma de quienes los escuchaban, de arrancarlos de la indiferencia y convencerlos de abrazar la defensa global de un pueblo asediado y condenado a morir de hambre.
Cuando logré abrirme paso hacia la vanguardia de la marcha para capturar con mi cámara el contingente de “Los Nacionales”, pude vislumbrar su verdadera magnitud. Mis ojos no alcanzaron a encontrar el final; las banderas palestinas se perdían en el horizonte de la avenida. Avanzamos por Paseo Bravo hacia Reforma, hasta desembocar en el Zócalo de la ciudad de Puebla.
Frente al palacio municipal, los manifestantes formaron con sus cuerpos un círculo que serviría de escenario principal para las presentaciones culturales de la Casa del Estudiante “Hermanos Serdán”, el Ballet Nacional de Antorcha y mujeres declamadoras. Abrió el foro Andrés Bonilla, su voz ronca, curtida por la jornada, resonó como un eco relatando a los nuevos transeúntes que nos encontramos los motivos de nuestra movilización.
Luego, los varones del Ballet Nacional inauguraron el escenario improvisado con el “Dabke”, una danza tradicional del mundo árabe. Su nombre, “golpe de tacón”, simboliza la unidad y la fuerza de un pueblo; para los palestinos representa la alegría y una forma de reafirmar al mundo su identidad cultural. Interpretar esta danza fue un homenaje a quienes, al otro lado del mundo, libran una batalla desigual con una valentía incomparable: su verdugo cuenta con armamento, bombas y tanques; ellos, solo con piedras y hambre.
Después, Iyari, de los grupos nacionales, interpretó una poesía que me arrancó lágrimas: “Oh, niños traviesos de Gaza,/ ustedes que constantemente me molestaban con sus gritos bajo mi ventana, / ustedes que llenaban cada mañana con prisa y caos, / ustedes que rompieron mi jarrón y robaron la flor solitaria en mi balcón, / Vuelvan / Y griten como quieran, / Y rompan todos los jarrones, / Roben todas las flores, / Vuelvan, / Solo vuelvan”.
La interpretación fue sobrecogedora, elevando el ambiente hacia una nostalgia y una impotencia difíciles de describir. Los pómulos enrojecidos y húmedos de Iyari al terminar expresaron con elocuencia lo que provoca en el ser humano la comprensión cabal de un poema. Y más aún cuando este poema proyecta en el pensamiento un país donde cada hora muere un niño; un niño como el que fuimos, o como el que vemos jugar en cualquier calle de nuestra ciudad mientras realizamos nuestras actividades diarias.
Un país donde el hambre es el arma del verdugo; donde los niños corren desesperados tras los camiones que gotean agua; un país donde ni siquiera pescar les es permitido, y donde sus hogares, hospitales y calles han sido borrados por bombardeos constantes que ya han superado con creces el epítome nuclear de Hiroshima y Nagasaki.
Una segunda sesión de Dabke insufló alegría a la jornada de lucha. La Casa del Estudiante “Hermanos Serdán” interpretó “No nos moverán”, una canción que hemos entonado en otras batallas políticas y que encarna con nobleza el valor que nos da sabernos acompañados, respaldados por un camarada dispuesto a todo para labrar una patria más justa, aquí y en cualquier rincón del mundo.
Esta jornada terminó con un ambiente combativo que pocas veces se ve en una ciudad como esta, en un país que ha intentado corromper y ahogar los movimientos estudiantiles. Creo fervientemente que la FNERRR es un semillero de aquellos jóvenes que, como pedía Ernesto Guevara, sean “capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo”.
Esa cualidad, la más linda de un revolucionario, es la que hoy nos convoca: el llamado a que la juventud mexicana y mundial abrace cualquier lucha justa, transformando la indignación en un camino firme hacia la emancipación. Lo que vivimos hoy no fue solo una marcha, sino la prueba de que ese sentimiento solidario late con fuerza y de que está listo para labrar una patria más justa, aquí y en cualquier parte del mundo.
La SRE indicó que a su llegada se les practicó a los connacionales una revisión médica y posteriormente se llevó a cabo su trámite migratorio.
“¡Basta ya de que el imperialismo acabe con los pueblos!”: Isolda Morán.
Fueron detenidos en aguas internacionales en misión humanitaria rumbo a la Franja de Gaza.
La Iglesia también pidió la liberación de civiles, observancia del derecho internacional y rendición de cuentas.
Más de cinco mil personas han sufrido amputaciones, mientras que 22 mil presentan lesiones graves en extremidades.
Defender a Palestina “es la lucha más justa y más humana”: mexicanos
En las embarcaciones se encuentran siete mexicanos.
El abandono de bebés en hospitales pasó de 50 en 2020 a 107 en 2024.
Críticos palestinos calificaron a GITA como un “desastre”.
Más de 140 países han denunciado ante la ONU que Israel comete genocidio en la Franja de Gaza.
La ONU y la Unión Europea condenaron los ataques y exigieron que cesen de inmediato.
El rey Felipe VI de España, exigió el cese inmediato de la “masacre” en Gaza.
El Gobierno de España estableció un embargo total de armas y material de defensa a Israel.
El pontífice enfatizó su llamado “a que se respete plenamente el derecho humanitario internacional”.
Con estas muertes, el total de víctimas mortales desde el inicio de la ofensiva israelí, el 7 de octubre de 2023, asciende a más de 64 mil 650.
Una lucha mundial para que vuelvan los niños de Gaza
Chimalhuacán e Ixtapaluca tienen a los alcaldes con menor aprobación
Vecinos de Tláhuac demandan apoyo de vivienda en mañanera de Sheinbaum
A México le duele Gaza por dos años de genocidio: aumentan protestas
¡Objetos cruzan paredes! Científicos descubren efecto del túnel cuántico
Precio de la vivienda en CDMX rebasa los 57 mil pesos por metro cuadrado
Escrito por Silvanna Mortera
Periodista y cronista cultural. Desde Puebla, colabora en medios de análisis político y social, abordando temas de organización popular, arte y juventud.