Cargando, por favor espere...
Geográficamente, las selvas tropicales se ubican en la franja delimitada por el ecuador y los trópicos donde se presentan temperaturas de 25 a 30 °C y una precipitación pluvial de dos mil 500 a cuatro mil 500 milímetros de agua anuales. Estas condiciones de calor y humedad generan que las selvas tropicales sean el ecosistema terrestre con mayor biodiversidad del planeta. Este ecosistema cubre el seis por ciento de la superficie terrestre, pero alberga casi la mitad de las especies conocidas de plantas y animales, es decir, entre 750 mil y 950 mil especies.
La vegetación se caracteriza por ser muy exuberante con árboles que alcanzan longitudes a diferentes niveles de altura. Los árboles más altos llegan a 50 metros por encima del suelo; luego sigue un nivel de árboles de 30 a 40 metros y, más abajo, se presenta un tercer nivel formado por arbustos y plantas con hojas anchas que crecen unos cuantos metros por encima del suelo. Además, entre los troncos de los árboles crecen diferentes enredaderas que pueden extenderse por más de 100 metros de longitud. La densa vegetación provoca que la luz solar se vaya atenuando con mucha rapidez, por esta razón, las plantas desarrollan hojas muy anchas que les permiten captar la poca disponibilidad de luz.
Debido a la gran densidad de vegetación que caracteriza a las selvas tropicales, la mayor parte del agua y los nutrientes que llegan al suelo son absorbidos con mucha rapidez por las plantas. Esto genera que haya poca disponibilidad de nutrientes para los animales en el suelo, por lo cual muchos de ellos, como aves, insectos, monos y felinos han desarrollado una vida arborícola que les permite conseguir su alimento. Esta dinámica entre vegetación y fauna genera una fuerte competencia por cualquier fuente de alimento que llegue al suelo. ¡Un recurso que puede parecer exótico, como el excremento de los monos, se agota en cuestión de pocos minutos al caer al suelo, donde se hallan los escarabajos estercoleros!
Dado que los nutrientes de una selva están inmovilizados en la densa vegetación, el suelo es poco fértil y no es adecuado para desarrollar actividades agropecuarias. Al talar los árboles para el aprovechamiento de madera, los nutrientes se van en los troncos y no retornan al suelo. Ante esto, se opta por quemar grandes extensiones de selva para que, por medio de las cenizas, los nutrientes regresen al suelo; pero esto genera un segundo problema más grave. Debido a la gran cantidad de lluvia que cae en las selvas, quitar la cubierta vegetal provoca que el suelo quede expuesto a la actividad erosiva del agua. Si quedan nutrientes en el suelo, éstos serán disueltos y transportados corriente abajo, lo que da como resultado la completa esterilidad del suelo tras pocas temporadas de cultivo.
Producto de la erosión del agua, el suelo pierde todo el contenido de fosfatos, nitratos, carbonatos y sílice, que son esenciales para el crecimiento de plantas. Solo quedarán óxidos de aluminio y hierro, que son insolubles en agua; además, la exposición directa a la radiación solar provocará el endurecimiento de estos óxidos. Bajo estas condiciones, el suelo queda con una coloración rojiza, estéril y sin porosidad para volver a retener agua.
Desafortunadamente, al momento de aplicar políticas públicas se piensa que las selvas, por poseer abundante cantidad de agua y vegetación, son adecuadas para mantener cultivos agrícolas, lo cual es completamente falso. Desmontar la vegetación para intentar introducir cultivos intensivos, como es el caso de la soya en Brasil o del aceite de palma en Indonesia, solo causará la pérdida de biodiversidad, la infertilidad irreversible del suelo y la pobreza de la gente dedicada a dichas actividades.
La vida de Henrik fue marcada por la pobreza, la fatalidad y la incomprensión; aun así, su mentalidad matemática, lo llevó a mostrar su genialidad, con ideas originales, mostrando caminos nuevos a los matemáticos de su época.
La Secretaría de Salud ya “estudia a los contactos del caso y se atiende al paciente. El diagnóstico aún no es definitivo".
Debido a la decisión del gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T), de recortar presupuesto al sector de la ciencia, el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) corre peligro de dejar de funcionar a partir del primero de septiembre.
Ota Benga fue un congoleño de 1.25 metros de alto que llegó en 1906 al zoológico de Nueva York. Fue vendido como esclavo y comprado por Samuel Verne, un antropólogo que viajaba para colectar “razas exóticas” para una feria en EE. UU.
Para nuestro país, la polinización representa una ganancia económica de entre 100 y 250 dólares por hectárea.
"Hemos visto con nuestros ojos y sentido bajo nuestros pies cómo muere el Ártico", explicó en declaraciones a la televisión pública ARD el jefe de la expedición, Markus Rex.
Tal como los procesadores de texto cambiaron la forma es la que se escribía, ahora estamos ante una nueva herramienta que, si se usa de manera correcta, revolucionaría la forma en la que escribimos.
Los investigadores rusos, que con sus aportaciones a la humanidad han sido reconocidos con 22 Premio Nobel y 10 Medallas Fields.
Hijo de un sastre, huérfano a los ocho años. En 1812 escribió la obra cumbre de su carrera científica, la Teoría Analítica del Calor, por la que ganó un premio de la Academia de Ciencias de París.
Marx incluyó en su obra El Capital las características de la agricultura capitalista, la cual extraía más nutrientes del suelo de los que le devolvía, dejando a las tierras infértiles.
Invadiendo el mundo, es una cinta que exhibe con nitidez escenas racistas sobresalientes como la que provocó la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis.
¿Por qué algunas personas pueden comprender más fácil el formalismo matemático? ¿Por qué les fluyen ideas matemáticas con mayor facilidad que a otras? Esta increíble mente perteneció a uno de los más enigmáticos en la Historia de la Matemática.
Desde el punto de vista filosófico, D’Álembert era partidario de la unidad del saber, proponía el progreso de la humanidad a través del desarrollo de la ciencia, unificadas por una filosofía desprendida de los mitos y creencias transcendentales.
Así como un deportista ama su actividad, lo encuentra entretenido, le gusta y goza, de igual manera un matemático, con sus objetos de estudio, ama intrínsecamente la disciplina, muchas veces sin esperar utilidad.
La historia de esa constante comenzó desde que el hombre tuvo necesidad de construir pirámides con bases circulares y cilíndricas, como lo demuestran los papiros de Ahmes y Moscú.
Escrito por Jorge Adrián Serrano
Colaborador ciencia