Sextante
La noche siempre llega
Uno de los peores flagelos que se sufre en los países capitalistas es la falta de vivienda propia.
Uno de los peores flagelos que se sufre en los países capitalistas es la falta de vivienda propia. Esta carencia obliga a cientos de millones de familias pobres a pagar la renta de un departamento, un miserable cuarto o una covacha a precios tales que –como ocurre actualmente en sociedades como la estadounidense– los inquilinos se ven obligados a pagar más de 30 por ciento de sus ingresos. Un fenómeno creciente que se ha exhibido en documentales y reportajes periodísticos se deriva del incremento de personas que, aun teniendo trabajo, se ven obligadas a vivir en camionetas, automóviles o remolques, cuando mejor les va.
Cuando llega la noche (2025), del realizador británico Benjamín Caron, es un drama cinematográfico que refleja esa problemática que viven los jóvenes cuando la falta de vivienda propia los compele a realizar, incluso, delitos con tal de resolver esta carencia. Lynette (Vanessa Kirby) es una joven que para solventar sus gastos –que incluyen los de su hermano mayor, Kenny (Zack Gottzagen), quien padece síndrome de Down, debe trabajar en varios empleos a la vez (incluido uno como prostituta).
Lynette tiene un acuerdo con su madre, Doreen, (Jennifer Jason) para comprar entre las dos la casa donde viven. Entonces debe entregar 25 mil dólares en la fecha acordada con el propietario de la vivienda. Pero el plazo se vence –al momento de narrarse esta historia– al día siguiente. Cuando Lynette decide recordar a su madre ese compromiso, Doreen se presenta en un automóvil usado recién adquirido, por lo que ya no podrá aportar el dinero para comprar la casa.
Lynette busca a su “amigo” Scott, con quien se acuesta con cierta frecuencia a cambio de dinero. Le pide un préstamo y éste se niega. Él olvida accidentalmente las llaves de su auto, lo que es aprovechado por Lynette para hurtar el automóvil: la joven se dirige a la casa de una amiga prostituta, a quien le había hecho –tiempo atrás– un préstamo de tres mil dólares. Cuando Lynette le pide que le pague, la amiga se niega y sólo le da 500 dólares. Esa amiga saca el dinero de una caja fuerte y recibe una llamada telefónica, por lo que se ve obligada a salir de su departamento. Lynette se queda en el departamento; pero en su mente está, como una obsesión, el resolver, esa noche, el problema del dinero que necesita. Ese afán de obtener a toda costa el efectivo, le impele a buscar cómo apoderarse del dinero guardado en la caja fuerte de su amiga.
Lynette busca a Cody (Stephan James), un exconvicto y compañero de trabajo. La chica le propone que abra la caja fuerte a cambio de 400 dólares, pero Cody sólo acepta el trabajo si le da 800 dólares. Juntos llevan la caja fuerte a un contacto de este último, quien la abre con un marro. Dentro de ella hay dinero en efectivo, un reloj Rolex y varios paquetes de cocaína. El contacto de Cody intenta robar el contenido de la caja, pero Lynette y Cody logran golpear al ambicioso y advenedizo ratero.
En esta historia, Kenny acompaña a su hermana quien a pesar de su incapacidad expresa enojo y miedo por lo que le ocurre a su hermana. Kenny representa la parte honesta y buena de ella (es como el subconsciente de Lynette, quien a cada rato le advierte que está procediendo mal).
La Noche siempre llega es una historia que se mueve entre el filme “negro” y el cine con influencia del neorrealismo italiano. Por supuesto, como es característico del cine estadounidense actual, la historia contada por Caron no pretende hacer crítica social o política y, sin embargo, refleja la tragedia experimentada por millones de seres humanos en el capitalismo salvaje.
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA