El Gobierno de México ha menospreciado la cultura; muestra de ello son los constantes recortes presupuestales aplicados desde años anteriores y que se acentuarán en 2026.
Cargando, por favor espere...
En cada territorio donde las sociedades construyen su vida y su identidad, la diversidad cultural se manifiesta como una riqueza viva. No es una simple acumulación de lenguas, costumbres o prácticas, sino una forma de organización social concreta, nacida de las condiciones históricas colectivas. Esta diversidad es una expresión de la historia de la sociedad y, por tanto, un bien que debe ser defendido frente a las estructuras de poder que buscan homogeneizar y controlar desde el centro.
Este principio aplica no solamente para el conjunto social en general, sino también para aquellos campos particulares de los profesionales de la cultura. Y aquí encontramos la paradoja de que, en una sociedad que tiende a la homogeneización cultural –y, por tanto, a la supresión de las diversidades–, el rol de las instituciones culturales debe ser propiciar esa diversidad.
Pero el camino en la construcción de esta tarea no ha sido fácil. La historia moderna de las políticas culturales mexicanas se ha construido en torno, precisamente, a figuras centralizadoras: José Vasconcelos, Carlos Chávez, Octavio Paz… figuras que, si bien en el discurso oficial aparecen como “constructores de instituciones”, defendieron siempre, por el otro lado, un discurso de centralización que de hecho reprimió a las “disidencias”, a las diversidades culturales.
En nuestras sociedades latinoamericanas, donde el colonialismo no ha sido sólo un episodio del pasado, sino una lógica persistente en las formas del poder económico, mediático y político, la centralización de las decisiones en materia cultural ha sido una herramienta para silenciar las voces múltiples de otros espacios culturales de la sociedad. Las figuras de poder, ya una persona, ya una institución, se presentan como árbitros universales de lo que debe contarse, mostrarse o preservarse, excluyendo las expresiones que no se alinean con los intereses particulares de sus agendas.
Es aquí donde debemos revalorar el papel de los proyectos independientes. Su sola existencia es ya muestra de que las instituciones oficiales no pueden abarcarlo todo, de que existen otras expresiones, otros grupos, que no caben en sus narrativas centralizadoras. La labor ecuánime de las instituciones hegemónicas no debería ser, pues, absorber, suprimir o alinear esos proyectos, sino propiciarlos y apoyarlos.
Platicaba hace poco con un agregado cultural del Servicio Exterior Mexicano sobre los virajes que han tenido las políticas culturales en las últimas décadas. Él criticaba este papel “paternalista” de “la política cultural del pasado”. “Antes –decía– el gobierno les daba todo a los artistas; hoy, en cambio, han aprendido a gestionarse a sí mismos, con independencia de los subsidios estatales”. No era el sitio para debatir con un diplomático, pero me quedé pensando que esa argumentación es, precisamente, el resultado de una sostenida práctica neoliberal en las políticas culturales. Eliminan los estímulos a la creación, reducen presupuestos de escuelas e instituciones culturales, no pagan a los artistas que trabajan en agrupaciones gubernamentales; pero en cambio les ofrecen webinarios sobre cómo diseñar mejor su perfil de Instagram. Que cada quien se rasque como pueda; el Estado ya no es garante de la oferta pública de bienes y servicios culturales.
Ése es el origen del boom actual de los proyectos independientes. Una escena cultural donde los patrocinadores tradicionales de la cultura –el Estado y la iniciativa privada socialmente responsable– han abandonado ya su papel como agentes culturales; una escena donde los trabajadores de la cultura han sido orillados a una precarización extrema.
El Gobierno de México ha menospreciado la cultura; muestra de ello son los constantes recortes presupuestales aplicados desde años anteriores y que se acentuarán en 2026.
El 21 de diciembre de 1907, en la escuela Santa María de Iquique, tuvo lugar una masacre contra los obreros del salitre, concentrados ahí en espera de diálogo con los representantes patronales y del gobierno.
Su obra está vinculada a la década de 1930.
Desde la aparición de los primeros homínidos sobre la Tierra se tienen indicios del trabajo colectivo, tanto en el cuidado de los infantes, la recolección de alimentos y la cacería de animales, como en la defensa física de la comunidad frente a los depredadores.
Una de las características distintivas de lo que Fredric Jameson llamó la lógica cultural del capitalismo tardío es la asociación del tiempo libre con el consumo.
Las notas autobiográficas de este libro fueron reunidas en orden alfabético y tuvieron en común brindar afecto, gratitud y reconocimiento a los familiares, amigos y creadores de arte que más influyeron en su autor.
Es el caso de Canto de venganza, del poeta chileno Francisco Pezoa, escrito poco después de la masacre de huelguistas perpetrada por el ejército el 21 de diciembre de 1907, en la escuela Santa María de Iquique, por órdenes del gobierno de Pedro Montt.
Fue un poeta nacido en Arlington, Massachusetts, el 21 de mayo de 1926.
La reducción propuesta para 2026 afectaría a instituciones como Estudios Churubusco y el Fideicomiso de la Cineteca Nacional.
Nació en la aldea Innu en Canadá como parte de la comunidad nativa Ekuanitshit (cuida el lugar de donde eres), en 1966.
Poco o nada de lo que se ha informado en los grandes noticieros de televisión y en redes sociales en los últimos días sobre lo que ocurre en Venezuela posee un tono inocente o un genuino afán de veracidad.
En su célebre obra El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado, el filósofo alemán Federico Engels muestra cómo estos atributos esenciales de la especie humana son un producto histórico.
Es un poeta, dramaturgo y novelista nacido en Marsden, West Yorkshire, Reino Unido, el 26 de mayo de 1963.
Los jóvenes organizarán una jornada cultural con calenda y cuadros artísticos para exigir seguridad en sus albergues estudiantiles y que se respete su derecho a la educación.
Ocurre una paradoja en la vida pública de la sociedad moderna capitalista: las personas se tornan cada vez más individualistas.
Paran actividades 13 escuelas de la UNAM
Reportan riña en FES Acatlán, involucrados llegan al MP
“Que aclare” pide Sheinbaum a Adán Augusto por pagos millonarios
México encabeza crisis mundial de desaparecidos
Trump anuncia aranceles para medicamentos, camiones y materiales del hogar
Delegados abandonan Asamblea de la ONU previo al discurso Netanyahu
Escrito por Aquiles Lázaro
Licenciado en Composición Musical por la UNAM. Estudiante de la maestría en composición musical en la Universidad de Música de Viena, Australia.