Cargando, por favor espere...

Brújula
Infructuosa polémica por la reducción de la jornada laboral
La OCDE reveló que el promedio de trabajo anual de México es de 2,137 horas, cuando el promedio del organismo internación es de 1,730 horas. Según el INEGI, 8 millones de mexicanos trabajan más de 56 horas semanales.


Ante el cierre de este gobierno sexenal aumenta la intención de reducir la jornada laboral a 40 horas; esto ha propiciado que importantes analistas fijen su postura sobre tal asunto. Hay un dato por demás revelador acerca del tema: que en el mundo, los mexicanos son los trabajadores que más horas laboran; y entre las fuentes que más se citan al respecto destaca la de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): el promedio de trabajo anual es de mil 730 horas, el de México es de dos mil 137 horas. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2022 (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reporta que ocho millones de mexicanos trabajan más de 56 horas por semana.

En Latinoamérica, únicamente Ecuador y Chile tienen jornadas de 40 horas semanales, un buen ejemplo que debería aplicarse aquí para que los mexicanos trabajen sólo cinco días a la semana, cubran jornadas de ocho horas y perciban salarios más dignos… pero no está a discusión; lo que no causa extrañeza es el hecho de que el gobierno morenista pretenda legislar sobre este asunto ahora que el país se halla en plena campaña electoral para la sucesión de 2024. Por supuesto, tampoco resulta extraño que en los cinco años recientes, el gobierno no ejecutara ninguna acción enérgica para mejorar las condiciones actuales de trabajo y superar tantas irregularidades que afectan a los trabajadores mexicanos.

Entre estas irregularidades cabe citar algunas que están por encima de las detectadas por la última ENOE: que las jornadas laborales de muchos trabajadores son de 10 y hasta de 12 horas diarias, sin que los empleadores paguen las dos o cuatro horas extras. Esta sobrexplotación, alentada por la permisividad que el gobierno otorga a los patrones para violar la legislación laboral, genera además un escenario inmejorable para que aumenten sus ingresos a costa de la clase trabajadora, ya que el alto índice de desempleo obliga a millones de mexicanos a aceptar condiciones contractuales adversas a sus intereses. Por ello, la frase más socorrida de la clase patronal cuando el trabajador exige alguna mejora es: “tú aceptaste las condiciones: desde el principio te hablé claro, si no te gusta el trabajo, eres libre de irte”. En efecto, el trabajador es libre de irse, ¿pero a dónde se va?, ¿a otra empresa donde encontrará el mismo trato injusto? Sí, la mayoría de los trabajadores están expuestos a caer en las fauces de un capitalista hambriento de sudor y sangre; una situación que conocen las autoridades, las instituciones del trabajo, los legisladores y los demás fariseos que se rasgan las vestiduras, pero que nada hacen para evitarla; ¿y qué decir de los días de descanso, que se ofrecen de acuerdo con los intereses de los patrones y no de los empleados?, ¿y las vacaciones, la prima vacacional, el aguinaldo, los servicios médicos y las prestaciones sociales, cuando los trabajadores tienen un empleo formal, que son los menos en México? Sí, los menos, porque la mayoría de los trabajadores del país están en la informalidad, se van de “mojados” a Estados Unidos (EE. UU.) o se enrolan en las bandas del crimen organizado porque de algo deben vivir en un país que les niega hasta la oportunidad de humanizarse con un trabajo honrado y decoroso.

Los que han vivido de la política y han gozado de los privilegios del poder económico nada saben de las condiciones paupérrimas en que está sumergida la clase trabajadora. Ellos creen que sus debates sobre derechos humanos y la inclusión resuelven los problemas de convivencia y que, por tanto, no es necesaria la lucha de clases. Por conveniencia política y debido a los tiempos electorales, la clase patronal dirá que está de acuerdo en que se discuta en el Congreso de la Unión la llamada “semana inglesa” o jornada de 40 horas, porque saben que una vez pasada la efervescencia demagógica impondrán sus condiciones; y que la nueva legislación laboral será “letra muerta”, porque en la práctica no pueden renunciar a las apetitosas ganancias obtenidas de la inhumana explotación laboral.


Escrito por Capitán Nemo

COLUMNISTA


Notas relacionadas

Los Antorchistas del país organizaron exitosamente su XXIV Encuentro Nacional de Teatro en Tecomatlán.

En la época del expresidente Enrique Peña Nieto se otorgaron concesiones al por mayor, al grado de que, en la cuenca de Texcoco, hay más litros de agua autorizados de los existentes en el manto freático.

El fenómeno Mamdani expresa una reacción ante el avance de la derecha en Estados Unidos.

En un trabajo anterior, Fábricas oscuras y progreso técnico, se exploró cómo estas fábricas representan la culminación lógica de una dinámica intrínseca al capitalismo.

Once de cada 100 niñas y niños en educación básica no asisten a la escuela, mientras que 4 de cada 10 jóvenes de entre 25 y 34 años no han concluido la educación media superior.

La economía mexicana avanzó a un ritmo mínimo en 2025, afectada por la caída en la inversión pública y privada, la debilidad industrial y la incertidumbre derivada de reformas internas.

El robo siguió siendo el delito más frecuente y el que más impactó la vida cotidiana de la población.

El costo de la canasta básica registró un alza de 0.80 por ciento.

La solución de muchos problemas que ahora nos afectan a todos no reside en la aprobación de leyes o apoyos individuales; requiere un esfuerzo tanto de planeación como de financiamiento

Aunque el Gobierno celebró un récord histórico en inversión extranjera directa (IED) al cierre del año, la realidad de la economía mexicana es otra: hay números negativos

Que la cobertura total en media superior sea de 80.6 y en superior sea de 45.1 por ciento no quiere decir que cuatro de cada cinco adolescentes en edad de ir a la preparatoria, o que casi la mitad de los jóvenes en edad de ir a la universidad, de hecho, vayan.

Como siempre, los empresarios andan tras la ganancia; y si consideran que el Tratado les dejará más utilidades, no les importará aumentar un poco el salario mínimo sabiendo que pronto lo recuperarán con creces.

Todos estos males asolaron a los mexicanos, aunque mes con mes y trimestre con trimestre se observara el predominio de alguno de ellos.

Aumentar el financiamiento para alcanzar metas preventivas y de cobertura universal es el mayor pendiente del Gobierno Federal.