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Hay dos formas de proteger a los poseedores de grandes fortunas a la hora de hacerlos cooperar para sostener los gastos del Estado, a la hora de pagar impuestos. Una de ellas consiste en asignar un porcentaje de pago cada vez más bajo a medida que se asciende en el volumen de ingresos, o sea, los de menos ingresos pagan un porcentaje mayor y los de más altos ingresos pagan un porcentaje menor, eso es una política impositiva abiertamente regresiva. Otra forma, menos descarada de proteger a los más ricos –pero igualmente efectiva– consiste en cobrar impuestos, pero no a los ingresos, sino a los gastos, tal es el caso del Impuesto al Valor Agregado (IVA); ello resulta en que las clases medias y bajas, que por el número de gente que las componen, gastan una masa mayor de dinero en el consumo, son los que realmente aportan los ingresos del Estado. Otra forma más, que no se contradice con las anteriores, consiste en “ampliar la base gravable”, es decir, incorporar a más y más personas a la pagadera de impuestos. Todas estas argucias impositivas tienen por objeto hacer pagar a las clases medias y bajas y cuidar a las grandes fortunas, y ya se practican en nuestro país.
Éstas son precisamente las recetas del capitalismo salvaje al que se le llama neoliberalismo. Aquí en nuestro país gobierna una corriente de la clase dominante que llegó al poder y que se sostiene básicamente en la mentira consuetudinaria. El poder y el dinero que detenta le permiten, con todo el poder del Estado, difundir sus puntos de vista y hacerlos creer por amplias masas de la población. Tal es el caso de la histórica mentira de que se gobierna para beneficiar a los pobres cuando realmente se gobierna para proteger y ampliar las ganancias del capital y, a los pobres y a los más pobres, se les entregan algunas ayudas diminutas para controlar su inconformidad mientras engrosan con su trabajo y su consumo las grandes ganancias del capital.
Y mientras, las clases trabajadores son las que sostienen con sus impuestos los gastos del Estado, es decir, los gastos de las fuerzas armadas que las reprimen, como en Dos Bocas; las inversiones en obras faraónicas que, en el hipotético y remoto caso de que sirvan para algo, será para engrosar las fortunas de los inversionistas cuyas empresas las levantaron y, luego, ya terminadas, los bolsillos de los empresarios que las administren; las clases medias y bajas son las que garantizan los ingresos de la burocracia que les miente y los insulta y, faltaba más, son las que pagan las propias ayudas sociales de las que tanto se ufana el régimen de la “Cuarta Transformaciónˮ (4T) y el Presidente de la República.
Ya viene la aprobación por parte de la Cámara de Diputados del Presupuesto para el año 2022, es decir, cuánto y de dónde le va a ingresar al Estado y cuánto y en qué lo va a gastar (ya veremos en algunos días que también los gastos se deciden en interés de la clase poderosa). Este proceso del PEF inicia cada año con la discusión y aprobación de los impuestos que va a cobrar el gobierno en el año que sigue (en este caso intervienen las Cámaras de Diputados y de Senadores). Para la mejor comprensión de la política fiscal que se habrá de aplicar el año que entra, es muy importante tener presente que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido del Presidente y sus aliados, cuenta con la mayoría simple, que es la que se necesita para tomar esas decisiones y que, además, se trata de la propuesta del Presidente de la República, quien muchas veces ha dicho que no permitirá que le cambien ni una sola coma a sus iniciativas; así que, nos guste o no nos guste, la política fiscal de 2022 se las impondrá a los mexicanos la llamada 4T (este dictamen ya fue avalado con 274 votos a favor de Morena, PT y Verde; y 220 en contra del PAN, PRI, PRD y MC y fue enviado al Senado).
Se llama Miscelánea Fiscal y es un decreto que finalmente emite la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Este año, resultarán modificadas algunas leyes y disposiciones, tales como la Ley del Impuesto Sobre la Renta, la Ley del Impuesto al Valor Agregado, la Ley del Impuesto sobre Producción y Servicios, la Ley Federal del Impuesto sobre Automóviles Nuevos, el Código Fiscal de la Federación y otros ordenamientos. Pero no nos hagamos bolas, este trabajo no es para ilustrar a los especialistas que saben mucho, sino para contar la verdad de la política social de la 4T a los mexicanos que sudan la camiseta y viven de su trabajo, para demostrarles que en todo lo que hace, pero en este caso en el cobro de impuestos, contra todo lo dicho y presumido, la 4T, es tanto o más neoliberal que los gobiernos recientes priistas y panistas; eso sí, compitiendo con titanes, mucho más demagógica y cínica.
Aclaro que muy a su pesar, la clase dominante en México no va a modificar el IVA. La pobreza, la falta de seguridad, la falta de atención médica y la deplorable educación, entre otras lacras, lo han vuelto intocable. Para la gran mayoría de los mexicanos, 16 por ciento de impuesto al consumo es altísimo, un alza podría causar una rebelión; y ahí está la reciente lección de Colombia. Así de que hubo que buscarle más y la 4T encontró una gran idea, “ampliar la base gravable”. Según lo aprobado en la Miscelánea Fiscal, se van a hacer reformas a leyes del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el nuevo Régimen Simplificado de Confianza, al cual tendrán que tributar todos los pequeños contribuyentes desde enero del próximo año. En este sentido, los pequeños negocios, como son las taquerías, estéticas, talleres mecánicos, papelerías, entre otros, son el objetivo y deberán poner mucha atención a su situación fiscal próximamente.
Con este nuevo régimen, la “Cuarta Transformación” espera agregar aproximadamente a 10 millones de nuevos contribuyentes (ahí está la ampliación de la base gravable) que tengan ingresos que no rebasen los 3.5 millones de pesos anuales como ganancias y se simplificará el ISR por medio de la facturación electrónica; así, los contribuyentes de menores ingresos podrán tener sus impuestos calculados de manera automática, ya que las declaraciones estarán programadas, o sea, no podrán escaparse.
Pero la maniobra neoliberal de la 4T no se detiene ahí. También se avaló la inscripción obligatoria de todos los mayores de 18 años, a partir del 1º de enero de 2022, al Registro Federal de Contribuyentes (RFC). Trabajen o no trabajen. Parece de locos; casi como obligar a toda la población a sacar su licencia de manejar, tenga coche o no tenga coche, maneje o no maneje. Pero no nos vayamos con la finta, “parece” de locos, pero no lo es; estamos ante una argucia diabólica muy bien pensada para fichar a los causantes desde que cumplen los 18 años y mantenerlos vigilados. Para ello, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) tendrá la facultad para cancelar o suspender el RFC, cuando un contribuyente deje de realizar actividades por cinco ejercicios fiscales consecutivos. A ver, ven acá, ¿cómo de que no trabajas?, ¿de qué has vivido entonces los últimos cinco años? La modificación servirá también para que el fisco mantenga vigilados a más de 30 millones de mexicanos que trabajan en la informalidad.
Mientras que la pandemia de Covid-19 representó un revés para el empleo y el nivel de vida de los trabajadores formales e informales, los 36 millonarios de la lista de billionaires mexicanos tuvieron un aumento promedio superior al 20 por ciento en sus fortunas. Solo unos ejemplos: según la revista Forbes, Carlos Slim Helú pasó de tener 52 mil 100 millones de dólares en 2020, a tener 55 mil 930 millones de dólares (mdd) en 2021, un aumento de 7.4 por ciento; Germán Larrea pasó de tener 11 mil mdd en 2020, a tener 27 mil 110 mdd en 2021, un aumento de 146.5 por ciento; y Ricardo Salinas Pliego pasó de tener 11 mil 700 mdd en 2020, a tener 12 mil 520 mdd en 2021. En conjunto, las 36 mayores fortunas de México suman 171 mil 490 mdd. Insólito. Pero el Presidente y su 4T prefirieron irse sobre las taquerías, las estéticas, los talleres mecánicos, las papelerías y los chavos que cumplen 18 años para “ampliar la base gravable”. El neoliberalismo de Andrés Manuel López Obrador está muy vivo y es muy agresivo. No nos confundamos.
La Federación está endeudando al país y comprometiendo el futuro de los mexicanos, luego de que Morena, PT y PVEM aprobara para el 2024 una deuda por 1.9 billones de pesos, la más alta en 10 años, según el CEFP.
Ya inició la discusión del PEF 2024. Según la propuesta de AMLO, ¿habrá más y mejores servicios de salud pública? No, si quieren curarse, deberán pagar medicamentos y medicina privada. Así de sencillo.
El pasado nueve de noviembre, la Cámara de Diputados aprobó el PEF 2024, en el que se contemplan recortes del nueve al 12% en varias áreas o aumentos insignificantes en la atención a los padecimientos específicos de la mujer, como salud materna, salud sexual y reproductiva, entre otras.
Megaobras son prioridad en el PPEF 2022, ya que contemplan más recursos. Mientras que el presupuesto para salud, vivienda y educación se ve disminuido, por lo que los más pobres serán los más afectados.
La Cámara de Diputados determinó que la discusión del Presupuesto para el próximo año en el Pleno iniciará el próximo lunes 6 de noviembre.
Quienes afirman que el presupuesto en Salud será mayor para el próximo año y beneficiará a los mexicanos, mienten; un estudio de México Evalúa, demostró que este aumento resulta engañoso.
La alcaldesa de Azcapotzalco, Margarita Saldaña, solicitará 300 mdp más para la administración, y así cubrir las necesidades de más de 430 mil habitantes.
Los diputados locales avalaron, sin modificaciones, un gasto de 291 mil 525 millones 567 mil 665 pesos
Este miércoles 4 mil estudiantes protestarán en la Cámara de Diputados para denunciar el poco incremento en materia educativa planteado en el PEF 2024.
A pesar del desastre en Acapulco, Guerrero, provocado por el huracán Otis, que dejó 48 víctimas mortales, el PEF 2024 aprobado por Morena y aliados, no contempla ningún fondo extraordinario que apoye a los damnificados.
A López Obrador le tiembla la mano al hablar de una reforma fiscal, pues implicará el cobro de impuestos a las grandes fortunas. Sin embargo, con la aprobación del PEF 2022, sin tocar a los ricos, se obligará a los trabajadores del país a pagar más.
Como un aumento en los impuestos sería muy impopular, el gobierno de la 4T decidió recurrir a una solución parecida a la que los asesores de un viejo rey propusieron: cobrar impuestos por cada ventana habida en las casas del reino.
Demandan acceso universal, democratización de las instituciones educativas, derechos estudiantiles y pleno reconocimiento del modelo del normalismo rural, temas pendientes en la Ley General de Educación Superior.
Con 266 votos a favor, 204 en contra y 1 abstención, la Cámara de Diputados aprobó en lo particular el PEF 2024. Pero ni un peso fue destinado a la reconstrucción de Acapulco por el huracán Otis.
Aunque prometieron “no endeudar al país”, hoy renuncian oficialmente a su compromiso: el PPEF contempla un endeudamiento por 3.2 por ciento del PIB, la séptima parte del presupuesto, deuda que pagaremos a futuro todos los mexicanos.
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Escrito por Omar Carreón Abud
Ingeniero Agrónomo por la Universidad Autónoma Chapingo y luchador social. Autor del libro "Reivindicar la verdad".