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Estamos destruyendo nuestra salvación
Nuestro planeta se deteriora a un ritmo acelerado y si no hacemos nada hoy, mañana puede ser muy tarde. ¡Es hora de actuar! Y de entrar en contexto.
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Enfermedades emergentes, pandemias, sequías, inundaciones, olas de calor, condiciones climáticas impredecibles, pérdida de biodiversidad, etc., son solo algunos de los problemas que atravesamos actualmente. Estos problemas son causados, en gran medida, por descuidar las obligaciones ambientales que deberíamos ejercer como sociedad y como país. Mientras te encuentras leyendo estas líneas, los bosques están siendo talados, los ríos contaminados y alguien está tirando basura en las calles de tu ciudad o comunidad. Estas acciones no solo afectan al medio ambiente, sino también a la sociedad. Nuestro planeta se deteriora a un ritmo acelerado y si no hacemos nada hoy, mañana puede ser muy tarde. ¡Es hora de actuar! Y de entrar en contexto.

Imagina a tu familia, amigos y conocidos viviendo en una sociedad muy similar a la actual, con la aparición de una nueva enfermedad, pero con una única diferencia: sin la posibilidad de producir nuevos medicamentos que sean más eficientes y/o curar enfermedades emergentes como el Covid-19. En esta sociedad “ficticia”, seguramente la mayoría de nosotros seríamos incapaces de sobrevivir. Esta sociedad que hemos imaginado, lejos de representar la trama de una película o serie apocalíptica, es el camino hacia donde nos dirigimos si no cambiamos la estructura de nuestra civilización. Veamos por qué.

Situémonos en nuestro país. De acuerdo con datos de la Global Forest Watch, una red del World Resources Institute, dedicada a la supervisión mundial de los bosques, de los 94.8 millones de hectáreas de bosque natural con que contaba México en 2010, para 2020 se perdieron 295 mil hectáreas de bosque en todo el territorio nacional; pérdida ocasionada, probablemente, por la sobreexplotación de los recursos naturales, creación de nuevos complejos habitacionales, comerciales, industriales, etc. Esto. sin duda, trajo consigo problemas en los ecosistemas, contribuyendo a una gran pérdida de biodiversidad.

Pero, te preguntarás: ¿qué tiene que ver esto con imaginar una sociedad sin la posibilidad de producir nuevos medicamentos? La biodiversidad que se encuentra presente en los diversos ecosistemas de todo el mundo ha dado origen a la investigación y producción de nuevos fármacos basados en productos naturales (moléculas obtenidas de organismos vivos). De esta manera fármacos del tipo analgésicos, anti-Alzheimer, antialérgicos, antibióticos, anticancerígenos, antidiabéticos, antiparasitarios, etc. han surgido como parte de investigaciones científicas que fueron realizadas gracias a la presencia de biodiversidad en diferentes zonas del mundo. Sin embargo, la pérdida y destrucción de la biodiversidad pone en riesgo el descubrimiento de nuevos productos naturales con potencial farmacológico. En otras palabras, estamos destruyendo nuestra salvación.

Pero, ¿qué podemos hacer al respecto? La respuesta a esta pregunta está en las soluciones basadas en la naturaleza (SBN). Las SBN son estrategias para proteger, restaurar y utilizar de manera sustentable los ecosistemas, para ofrecer un beneficio a la sociedad y al mismo tiempo salvaguardar la biodiversidad. Por ejemplo, el mantenimiento de los bosques puede resultar una excelente estrategia para el resguardo de la flora y fauna nativa de una región. También puede garantizar la captación y suministro de agua a las ciudades, protección contra el cambio climático mediante la captación de las emisiones de CO2, regulando las temperaturas globales, etc. Favoreciendo a su vez la salud física y mental de las personas.

Pero, ¿cómo podemos establecer estas estrategias? La respuesta es simple, plantando un árbol, no tirando basura en espacios inadecuados, reciclando, reutilizando, reduciendo, cambiando nuestra forma de consumo, investigando y adentrándonos en temas de ciencia, biodiversidad y tecnología como una forma de estar conscientes de las decisiones que nuestro país, ciudad y/o comunidad manifiesten en torno a estos temas y para exigir a nuestros gobernantes, de manera crítica y pacífica, nuevas reglamentaciones en el sector ambiental. Pero sobre todo, cambiando la visión pesimista y enajenada por una centrada en la acción. 


Escrito por Luis Alfredo Herbert Doctor

COLUMNISTA


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