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Érase un candidato que transitó por prácticamente todos los partidos políticos, desde los del centro hasta los de seudo-izquierda que, una vez en el gobierno de un país cercano, fue romantizado como de izquierda por sus intelectuales apoltronados y perfumados. Érase una vez un Presidente que se la pasaba diciendo, pero nunca haciendo. Un Presidente que insistía en que “primero los pobres”, pero que, en los hechos, demostraba lo contrario. Un Presidente que, por su pobreza intelectual, le importaban un bledo las contradicciones entre el Estado y el mercado, y aun cuestiones primordiales como el bienestar de los ciudadanos o el crecimiento económico que, para él, eran incomprensibles, pese a que el equilibrio o la armonía entre estos factores se ha tornado imposible en un mundo capitalista extremadamente desigual; ya que es fuente de profundos debates sobre el papel que desempeñan el gobierno o el Estado para corregir las fallas del mercado, la distribución más justa de la riqueza o bien para que solo sea un garante de la paz social que la clase empresarial requiere para desarrollar pingües negocios. Pues bien: todas estas cuestiones no son inquietudes del gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T) que no sabe gobernar, no sabe que no sabe y no sabe que su política de brazos caídos frente a la ideología neoliberal –es decir, del laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même (dejar hacer, dejar pasar, el mundo va solo)– ha quedado corta.
Ésta es una historia trágica que, en el mediano plazo, será juzgada. La inacción del gobierno derrumbó la economía a niveles nunca vistos en la época moderna y las muertes por el Covid-19, a decir de algunos expertos, se cuentan en más de 350 mil. La pandemia se ha desbordado, tal y como lo advirtieron muchos analistas, y el gobierno, ya sea por omisión o de manera deliberada, no ha hecho otra cosa que contribuir al aumento de contagios. Ejemplos sobran: un sistema de salud en el abandono; albergues atiborrados en la temporada de huracanes; largas filas de damnificados, cuya desesperación por recibir 10 mil pesos de apoyo gubernamental, no dudaron en arriesgar sus vidas; el mantenimiento de las giras presidenciales, porque para el Ejecutivo es más importante la campaña electoral que el contagio de la gente; el reciente apagón nacional de energía eléctrica en un momento vital de la crisis sanitaria; la parálisis parcial del Metro de la Ciudad de México, que ya de por sí funcionaba congestionado y ahora delega esa carga al resto del sistema de transporte público, convertido en foco de contagios porque, en sus unidades, la sana distancia es imposible.
Pero éstas son pequeñeces si las comparamos con el semáforo de alerta de la pandemia de Covid-19; un semáforo que funciona sin una estrategia y sin salvavidas, porque se reduce a restringir la movilidad de los ciudadanos y ordenar qué negocios deben abrir o cerrar sus puertas. A un año de cumplirse la detección del primer caso de Covid-19 en México, el gobierno ha preferido hacer gastos superfluos que invertir los recursos necesarios para salvar vidas y empleos. A cada color del semáforo debería corresponder una estrategia económica aplicada en forma sincronizada por las secretarías del Gobierno Federal; pero no ocurre así porque no hay una política de Estado claramente definida, y los ciudadanos deben resolver el problema de la pandemia y la economía. Las únicas flores que recibe el gobierno de la 4T son autoelogios emitidos en las conferencias mañaneras, donde sus hordas fanatizadas las acogen como si formaran parte de un credo casi religioso y para salir a defender al “Presidente más atacado de la historia”. Estas personas no son capaces de discernir entre la incapacidad y la frivolidad con las que se conduce el gobierno de la 4T pero, como advirtió Carlos Loret de Mola, “las mañaneras son la mejor evidencia de que el pensamiento del Presidente raya en la locura”.
Pero, además de eso, este gobierno no está haciendo nada o nada que valga la pena mencionar. Los que lo defienden caen en el infantilismo y ven el mundo al revés, tal como escribió Goytisolo en uno de sus poemas: “Érase una vez un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos. Y había también un príncipe malo, una bruja hermosa, y un pirata honrado. Todas estas cosas había una vez, cuando yo soñaba el mundo al revés”.
Francisco Rivas, director del Observatorio señaló que subieron 7 de los 13 delitos que registran.
La justicia quedó bajo las ordenes de un tirano y México se está convirtiendo en el país de un solo hombre, dictador y autoritario.
... En resumen, el país es zona de desastre, como Acapulco después de Otis. Y la “Cuarta Transformación”, el Otis de México, dejará, al final del sexenio de las ilusiones, un calamitoso legado.
Condenamos la persecución judicial en contra de los productores de Sinaloa y exigimos al presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, la libertad inmediata de Baltasar Valdez Armentía.
El "Viernes Negro", Morena aprovechó la ausencia de la oposición para autorizar 20 iniciativas sin tomar en cuenta dictámenes, debates o consultas.
El Gabinete de Seguridad que se reúne de lunes a viernes a las seis de la mañana, sirve únicamente para “tomar café”.
El Presidente firmó este lunes 30 de septiembre, último día de su gobierno, las publicaciones de dos reformas constitucionales.
A AMLO no le interesa poner a personas capacitadas al frente de la Comisión Reguladora de Energía, quiere amigos, allegados y alfiles fieles
De acuerdo con el estudio "El monopolio de la desigualdad", de la Oxfam, el incremento de las riquezas de ambos fue de hasta 70% durante la pandemia, es decir, concentraron seis de cada 100 pesos de la riqueza privada de México.
De acuerdo Nicolás Vázquez, vocero de la FAT, la Secretaría de Movilidad ha hecho caso omiso a sus demandas y no han llegado a acuerdos.
La decisión fue tomada pensando en el bienestar de todos los asistentes y competidores.
La directora de México Evalúa, Mariana Campos, expuso que el gobierno de AMLO se ha caracterizado por la militarización del gasto, el deterioro de las empresas públicas, el abandono de la salud, un mayor endeudamiento, etc.
“84 personas asesinadas al día es una cifra brutal… Estamos en un promedio de 28 personas asesinadas por cada 100 mil habitantes, una cifra fatal”, señaló Xóchitl Gálvez.
El monto total de la deuda es de 62 mil 442 millones de pesos correspondientes a 21 entidades federativas.
En el PEF 2019, el gobierno morenista eliminó el Programa de Acceso al Financiamiento de Soluciones Habitacionales
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Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA