Cargando, por favor espere...
La idea de multipolaridad, entendida como la construcción de un orden global sin hegemonías absolutas, en donde existan condiciones favorables para el desarrollo de todos los países, ha ido ganando terreno en los últimos años. Pero, contrario a lo que podría pensarse, lo único nuevo en esta idea es, quizás, el nombre. Formulaciones similares son, en realidad, la manifestación necesaria de la enorme brecha que separa el desarrollo económico de un pequeño grupo de países ricos y el resto del mundo. Mientras esta divergencia exista y se expanda, seguirán surgiendo expresiones ideológicas, teóricas y políticas que la critiquen y busquen revertir. Por eso, estas ideas y proyectos políticos son tan antiguos como el imperialismo mismo; primero asumieron la forma de la lucha contra el colonialismo. Una vez constituido el mundo por naciones formalmente independientes, la bandera pasó a ser la de conquistar soberanía real y la eliminación de los obstáculos al desarrollo incrustados en el sistema económico internacional.
Este año se cumple 50 años del momento más alto de este proyecto hasta la fecha. Me refiero al esfuerzo por la constitución de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) en 1974, que llegó a ser aprobado por la asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta iniciativa fue encabezada por el Movimiento de Países no Alineados y el Grupo de los 77 (G77), que representaba (y este último hasta la fecha lo hace) a la inmensa mayoría del entonces llamado Tercer Mundo. El programa estaba formado por una serie de principios generales que recogían la problemática común del Tercer Mundo en términos de desarrollo económico. En el aspecto político enfatizaba la necesidad de respetar la soberanía nacional y el multilateralismo en las relaciones internacionales. Abogaba por acabar de una vez por todas con el colonialismo e impedir la reproducción de relacionales neocoloniales. Se pronunciaba en contra del uso de sanciones y medidas unilaterales usadas como castigo y encaminadas a minar el desarrollo de una nación. En el terreno económico, el programa del NOEI planteaba medidas para garantizar la industrialización del tercer mundo y, de esa forma, acabar con la división internacional del trabajo (DIT) clásica, caracterizada por la exportación de bienes primarios (la periferia) y la importación de bienes manufacturados (provenientes del centro). Los elementos centrales del programa económico eran la administración de los precios de los bienes primarios (impedir su caída estructural y reducir su volatilidad); combatir la carga de la deuda externa y transformar el sistema financiero internacional para garantizar acceso a crédito barato para el desarrollo; crear condiciones para la transferencia de tecnología del norte al sur, reducir el proteccionismo de los países ricos con respecto a las exportaciones de los países periféricos, entre otros.
Como es evidente, éste era un programa reformista, no revolucionario. De hecho, como afirma Samir Amin, el programa del NOEI era perfectamente consistente con la ideología liberal de Occidente. Colocaba al crecimiento del comercio, basado en una especialización más eficiente, como una condición necesaria para el desarrollo económico y pugnaba por la igualdad y el respeto de la ley y el derecho internacionales. Pero era este carácter general el que le permitió ser recogido por prácticamente todos los Estados del Tercer Mundo, a pesar de la enorme heterogeneidad al interior de éste en términos de desarrollo económico y regímenes políticos.
Sin embargo, en tanto su implementación implicaría una transformación real de la división internacional del trabajo, implicaría también una nueva división de poder en el mundo. Por eso, a pesar de la retórica pro desarrollo de los países ricos, éstos, con Estados Unidos a la cabeza, hicieron todo lo posible por sabotear la iniciativa. Al final, incluso estos esfuerzos conscientes de los países ricos dejaron de ser indispensables: el alza de las tasas de interés y la caída de los precios del petróleo inauguraron un nuevo periodo de crisis de la deuda, volatilidad y estancamiento que se extendió a todo el Tercer Mundo. La llegada del neoliberalismo sustituyó el paradigma sobre el desarrollo, y la idea de la solidaridad Sur-Sur pasó a considerarse como anacrónica.
Pero el abandono a los principios del NEOI fue sólo temporal. Bastaron un par de décadas de dominio norteamericano total, el llamado “momento unipolar”, para que en el seno del ahora llamado “Sur Global” resurgieran las tradicionales luchas antiimperialistas que, ahora, colocan a la orden del día la construcción de un mundo multipolar. Hoy, la asimetría entre países y al interior de ellos es mucho mayor que en 1974. La concentración de la riqueza en unas cuantas manos ha llegado a niveles escandalosos. Además, la humanidad enfrenta retos que demandan una solución urgente, como el cambio climático y la amenaza de una guerra nuclear. Se vuelve imprescindible, pues, darle concreción al programa de lucha por un mundo multipolar y, para eso, la iniciativa del NEOI constituye un punto de referencia indispensable.
Para reducir la acumulación del plástico, científicos de la Universidad de Singapur estudian al gusano Zophobas Atratus, reconocido por su capacidad de consumir y digerir este material.
México cuenta con 90.20 millones de usuarios en redes sociales, lo que equivale al 70 por ciento de la población mexicana.
La revista National Geographic refiere que sí existe la posibilidad de que haya agua en el núcleo de la Tierra y presume que dicho líquido podría ser "la causa de la misteriosa capa cristalina" que lo rodea.
El ministro de Defensa de Finlandia, Antti Hakkanen, afirmó que "muchos están sobreestimando que Occidente esté ganando, que Ucrania esté ganando", a pesar de haber firmado un nuevo acuerdo de defensa con EE.UU.
En su intento por ingresar a EE. UU., algunos migrantes colocaron ropa y cobijas sobre el alambrado de púas para derribarlo, mientras gritaban “tenemos hambre”.
El mundo de 2024 será más complejo porque el capitalismo corporativo tratará de influir en el reacomodo de las fuerzas sociopolíticas y alterará la economía y los sistemas de seguridad de otros países.
La novela La Medición del Mundo, del filósofo y escritor alemán Daniel Kehlmann, se trata de una obra muy documentada, apasionante y amena, cuyo estilo está claramente influido por el realismo mágico.
Los Gobiernos de Pekín y Moscú han estado reforzando su alianza estratégica con Cuba para poder superar los difíciles tiempos económicos que atraviesa debido a las sanciones que le ha impuesto EE.UU.
Los océanos, que cubren el 70 por ciento de la superficie terrestre, regulan el clima global.
El actual sistema de reglas mundial se encuentra en crisis, este foro contribuye a la construcción de un nuevo orden multipolar: Pérez Zamorano.
El próximo 13 de enero se realizarán elecciones en la Isla de Taiwán, donde se elegirá a un nuevo responsable para el periodo de 2024-2028.
Rusia, junto a China y otros países, está construyendo un mundo multipolar, equilibrado y desarrollado mediante el diálogo, la buena voluntad y la colaboración de los países.
Es esa época del año otra vez: la policía del pensamiento de Hollywood se compromete a garantizar que la cultura de las celebridades estadounidenses permanezca firmemente al servicio de la narrativa sionista.
“Nikolái Lenin, el líder ruso, es la figura revolucionaria que brilla más en el caos de las condiciones existentes en todo el mundo, porque se halla al frente de un movimiento que tiene que provocar ... la gran revolución mundial que ya está llamando a las puertas de todos los pueblos".
En el avión viajaban 379 pasajeros que, junto con los 12 miembros de la tripulación, fueron evacuados y están a salvo. Sin embargo, cinco miembros de la Guardia Costera murieron.
Desaparición de Mitzi Xenia Santiago Tolentino: dos años de incertidumbre y lucha
Inician preinscripciones en escuelas públicas de la CDMX 2025
Cae el Infonavit en manos del gobierno
UEE: de la integración a la cooperación global
Amaga SITUAM con huelga, demanda incremento salarial del 30 %
¡Atento! Comienzan convocatorias para inscripción a educación superior
Escrito por Jesús Lara
Licenciado en Economía por El Colegio de México. Doctorante en Economía en la Universidad de Massachusetts Amherst de EE.UU.