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La colonización de nuestras tierras por los españoles se concretó mediante la ejecución de cambios sustanciales en la economía, la política y la ideología hasta entonces vigentes. Todo lo que antes existía fue destruido ante la mirada atónita y furiosa de nuestros antepasados; la religión y la espada fueron las armas de que se sirvieron los españoles para realizar la masacre física e ideológica de los pueblos originales. Mucho se ha dicho y escrito sobre lo que significó la Conquista; los vencedores contaron su versión para justificar su inhumano proceder y ensalzar a quienes se autonombraron “salvadores”. Y lo consiguieron a pesar de la realidad misma y de quienes se atrevieron a contarla.
Una vez que concluyó el periodo de la Conquista, incluso desde antes, los españoles lograron que muchos nativos rechazaran lo que hasta entonces habían sido. Lo demás es historia. Trescientos años de dominación extranjera siguen arrojando consecuencias: el sentimiento de inferioridad de nuestra raza es una de las más importantes y dañinas. Así se explica que el mexicano común se identifique poco con nuestra cultura y admire lo extranjero.
Contra la versión tergiversada de los vencedores, se han escrito muchos textos para narrar las hazañas de los vencidos. En 1886 apareció una obra que hoy poco se conoce y difunde, Cuauhtémoc, poema en nueve cantos escrito por Eduardo del Valle, cuyo prólogo fue elaborado por Ignacio Manuel Altamirano. El poema realza las glorias de la Patria antigua; cada verso muestra el orgullo patriótico del autor.
Una vez comenzada la lectura, resulta imposible ignorar la belleza literaria y el poder de la historia como disciplina imprescindible para la conformación de la identidad cultural. Desde la salida de Cortés a Cempoala y la matanza que dirigió Alvarado, hasta el tormento de Cuauhtémoc, el autor expone los sucesos más importantes sin alejarse nunca de la verdad. Ése es uno de los grandes méritos del texto, porque no hizo falta que la epopeya se reforzara con sucesos fantásticos para hacerla más atractiva. Bastó la verdad para mostrarnos a Cuauhtémoc, el héroe, en sus justas dimensiones. Es cierto: los españoles vencieron, pero no porque fueran mejores hombres, ya que entre su héroe y el nuestro media un abismo de diferencia.
El suyo, Cortés, “se desvanece en el proceso y aparece en toda su desnudez el bandido; un bandido astuto, audaz, a quien favoreció la fortuna y coronó el éxito, pero siempre un bandido”; en cambió el nuestro, Cuauhtémoc, “el joven general que encontró un poder moribundo quebrantado en su prestigio por la cobardía y la imbecilidad de Moctezuma; que si recogió la macana victoriosa de Cuitláhuac, la recogió en el lecho de muerte de este gran jefe, herido por ese negro auxiliar de los españoles, la viruela, en medio del desaliento general; que tuvo que improvisarlo todo de nuevo, desde el patriotismo hasta la defensa (…)”. Esto y más nos muestra Eduardo del Valle en su grandiosa obra.
Hoy poco se recuerda de ese pasado heroico que narra la epopeya; para algunos, nuestro pasado indígena resulta vergonzoso. Los españoles araron en pro de un distanciamiento de nuestras raíces y ahora los países capitalistas de primer mundo hacen lo propio: nos dominan económica e ideológicamente.
La “estrategia” consiste en cinco recomendaciones genéricas, sin detalles y, sobre todo, sin mención sobre las carencias de infraestructura y equipamiento de las escuelas, entre muchas otras faltas.
La SFP debe cuidar los recursos públicos aprobados en el presupuesto anual que en 2024 ascienden a 9 billones de pesos (bdp), además de preservar el patrimonio público federal, cuyo monto alcanza los 13 bdp.
Urgió a las autoridades educativas y el propio gobierno de López Obrador a tomar en cuenta la voz de especialistas, para que sea la ciencia quien rija en los nuevos libros.
La convocatoria está dirigida para estudiantes, profesores, familias y a la sociedad en general a la marcha pacífica.
Los nuevos planes de estudio son apuntes obsoletos que se presentan como guía de una “educación popular”, pero en los hechos realmente se trata de continuar las directrices del neoliberalismo en la escuela pública.
En el funcionamiento del programa La Escuela es Nuestra no todo es difuso u opaco, pues en las frecuentes reuniones de los comités de padres de familia, los “asesores” de los CEAPs se habla a favor de Morena, el partido de AMLO.
En la Ciudad de México iniciaron el 8 de enero y concluirán el 14 de febrero de 2025.
El gobierno federal prepara un incremento de entre 50,000 y 100,000 pesos para los planteles educativos que forman parte de la Escuela es Nuestra.
En algunas escuelas, las jornadas escolares no son completas.
El llamado de la Iglesia a todos los sectores es a diseñar un pacto educativo nacional, “construido a través de obras y no de palabras o discursos”, como han dicho nuestros obispos.
Más de 90 mil alumnos se mantienen sin clases y la SEP no se ha pronunciado al respecto, por lo que demandaron a su titular, Leticia Ramírez, recibir a una comisión para informarle sobre el conflicto a fin de que contribuya a una solución.
Porque el nuevo plan generará mayor rezago educativo, la FNERRR anunció que este 10 de agosto cientos de alumnos se manifestarán en Palacio Nacional.
La FNERRR denunció recortes y opacidad en los programas federales destinados a educación y ve con preocupación las investigaciones que muestran un panorama desolador para la educación mexicana.
2.9 millones de personas no se inscribieron por falta de dinero o recursos económicos, según el INEGI.
Durante 48 horas, CNTE mantendrá un Paro Nacional de Maestros, el cual inició el día de hoy 6 de marzo.
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Invex y Actinver sustituyen a CIBanco tras acusaciones de lavado de dinero
Escrito por Vania Mejía
COLUMNISTA