Cargando, por favor espere...

Crisis de mano de obra en la industria agroalimentaria
Muchas personas han dejado de trabajar debido a los apoyos del gobierno, mientras que el crimen organizado ha comenzado a reclutar a jóvenes en diversas regiones del país.
Cargando...

Dirigentes de los Consejos Agroalimentarios nacionales y locales informaron que, además de la sequía y el cambio climático, la industria agroalimentaria enfrenta desafíos como la inseguridad y el déficit de mano de obra, que actualmente se calcula en un 30 por ciento.

Luis Fernando Haro, director del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), atribuyó la escasez de jornaleros agrícolas a factores como la competencia con otros sectores, como la manufactura y la construcción, que también requieren mano de obra.

Haro añadió que el problema se ha agravado porque muchas personas han dejado de trabajar debido a los apoyos del gobierno, mientras que el crimen organizado ha comenzado a reclutar a jóvenes en diversas regiones del país, lo que ha reducido la oferta laboral.

Por su parte, Andrés Canales Leaño, presidente del Consejo de Desarrollo Agropecuario y Agroindustrial de Jalisco (CDAAJ), indicó que este déficit de mano de obra no sólo afecta a su estado, sino que también se presenta en todas las entidades productoras agroalimentarias.

Mientras tanto, Juan Cortina Gallardo, presidente del CNA, advirtió que, además de la falta de personal, se prevé una “disminución importante” en la producción agrícola del próximo año debido a la sequía que afecta a los estados de Sinaloa, Sonora y Chihuahua.


Escrito por Fernanda Trujano Chavarría

Licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas por la UAEM.


Notas relacionadas

Los consumidores de menor poder adquisitivo se ven cada vez más imposibilitados para comprar artículos indispensables de calidad para su sustento.

La inminencia de un desastre que ocasionaría miles de muertes no es una advertencia alarmista e irresponsable; se basa en los registros estadísticos de muchos años, que muestran cómo el desabasto de agua se ha hecho cada vez más grave.

Nos hemos olvidado, por ejemplo, de la galopante inseguridad en que nos hallamos inmersos desde hace rato y de la ausencia de una estrategia eficaz para combatirla.

De 240 mil hectáreas (ha.) de frijol que, en promedio, se sembraban en años anteriores, se pasó a 210 mil ha. en este ciclo; y, según los expertos, la producción aprovechable será del 40 por ciento.

La industria moderna crea externalidades negativas al medio ambiente y no paga sus costos por contaminar y deteriorar.

Descansar en paz, tal vez sin haber sido realizada con ese propósito, es un retrato de la familia burguesa actual.

Son cada vez más evidentes las inconformidades de los capitalinos, quienes recurren a las movilizaciones sociales para exigir el acceso al agua potable en sus domicilios.

El pasado 24 de junio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó su estimación de la contracción económica que la segunda economía latinoamericana sufrirá en 2020 en el marco de la pandemia, de 6.6 a 10,5 por ciento.

Por desgracia, el gobierno no tiene ni la más remota idea de la magnitud del problema, mucho menos de las acciones necesarias ni de la cuantía de los recursos necesarios; su preocupación se centra en el reparto de tarjetitas, sobornos electorales.

Han pasado ya 30 años del llamado “error de diciembre”, que se produjo en 1994 durante el cambio de gobierno entre Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León.

El grupo ambientalista internacional Juventud por el Clima manifestaron su rechazo a las políticas económicas e industriales del Gobierno brasileño, considerado como el principal culpable de esta tragedia global.

La OTAN, echando a Ucrania por delante, está perdiendo la guerra contra Rusia. Ucrania pierde diariamente más de mil 500 efectivos.

Queda un 10 por ciento de este humedal. Dicen que es catastrófico, espantoso y temen que, si no hay lluvias en el siguiente mes, entonces este afluente desaparecerá por completo.

No se presentó un plan alternativo para la educación mexicana.

La producción constante, frenética, desquiciada de mercancías es, por tanto, consustancial al sistema.