Cargando, por favor espere...
Nunca me han gustado los “clichés”, los “lugares comunes”, pues son generalizaciones que no permiten un conocimiento objetivo de la realidad cuyos hechos, aunque susceptibles de ser separados por la mente mediante la abstracción, siempre son concretos. La cinta Adú (2020), del realizador español Salvador Calvo, es una historia que parece repetir situaciones de sobra conocidas cuyos “lugares comunes” no pueden provocar ya ninguna reacción de empatía o indignación social más allá de lo normal. Sin embargo, el filme tiene la virtud de contarnos la vida de dos africanos parias entre los parias y cuyo crudo estatus de humillación, desamparo, infortunio, racismo, etc., no es “producto del destino” sino la consecuencia brutal de una sociedad que los ha condenado –como a la mayoría de la humanidad– a vivir en el atraso y la miseria.
La cinta de Calvo relata las vidas de un niño camerunés de seis años llamado Adú (Moustapha Oumaurou) y un adolescente somalí llamado Massar (Adam Nourou), quienes traban una fuerte amistad. Adú y su hermana mayor Alika (Zaiddia Dissou) son testigos de la muerte de un elefante por cazadores furtivos, quienes matan al paquidermo para quedarse con sus colmillos. Como resultado de esta situación, los cazadores asesinan a la madre de Adú, quien deja en la orfandad a ambos. Tras esa desgracia, los dos niños buscan llegar a Europa, pero solo Adú logra su objetivo porque Alika muere en el viaje que realizan como polizones en el compartimiento del tren de aterrizaje en un avión que vuela a Senegal. Adú conoce a Massar en un centro de retención de ilegales; pasan hambre y, para sobrevivir, se prostituye. Pretenden llegar a España por la ciudad de Melilla, ciudad donde viven en un campamento de migrantes subsaharianos. Massar padece enfermedades causadas por su pésima alimentación.
En esta narración fílmica, Salvador Calvo inserta otras historias ajenas a Adú. Al estilo del cineasta mexicano Alejandro González Iñarritu, Calvo cuenta paralelamente cómo Gonzalo (Luis Tosar) –ambientalista español que en Camerún cuida un parque donde son aniquilados los elefantes– se “gana” su transferencia a otra región de África porque los mismos cuidadores cameruneses del parque están coludidos con los cazadores furtivos. Gonzalo recibe la visita de su hija Sandra (Anna Castillo), joven descarriada con la que se reencuentra muy afectivamente después de mucho tiempo de haber vivido alejados. Pero Adú contiene una tercera historia: la de Mateo (Álvaro Cervantes), guardia civil juzgado por la muerte de un subsahariano que intentó saltar la valla que rodea a la ciudad de Melilla. Mateo es absuelto, ante la impotencia de los familiares del migrante africano.
En las últimas secuencias de Adú, éste y Massar se lanzan en una noche al mar desde Melilla para alcanzar a nado la costa española, pero el filme de Calvo no tiene un final feliz, ya que Massar es detenido por la Guardia Civil para ser deportado. Adú llora inconsolablemente ante lo peor que le ha ocurrido desde la muerte de Alika.
Adú es un retrato desgarrador de la vida de los migrantes. Calvo termina su cinta informando que solo en 2018, 70 millones de personas en el mundo intentaron migrar de los países pobres hacia las naciones desarrolladas. Adú es una denuncia con alto grado de inhumanidad prevaleciente en el orden mundial vigente, que condena a la mayoría de los habitantes de los países del hemisferio sur del planeta a vivir en el hambre, el desempleo, la insalubridad, el racismo y todo tipo de flagelos.
Dicha decisión es a todas luces ilegal, violatoria de la Constitución Política del Estado de Veracruz, así como de la Ley Orgánica de la Fiscalía.
No peleamos el tema de recursos, peleamos el tema de la política pública en el campo donde haya productividad y no becas que resuelven el hambre de un día.
Los llamados a comparecer del INE surgen tras una queja del PRD del 8 de agosto, en la que señalaron de proselitismo al presidente
Ahora sabemos que la persistencia y ahondamiento de esa desigualdad ya no se explica por factores naturales sino por razones en el fondo económicas. O, dicho brevemente, por razones estrictamente humanas.
Además de que los incrementos al salario mínimo son nulos o benefician más a los grandes empresarios, recordemos que en México el 96% de los negocios son mini y pequeños, y que tales incrementos los pone al borde de la extinción.
Ahora todo México sabe que el Primer Mandatario carece de los mínimos conocimientos de economía y de una elemental flexibilidad mental para reevaluar lo hecho y corregir el rumbo; que tampoco dispone de un pensamiento científicamente.
Según el presidente, adquirir este tipo de insumos en diversas partes del mundo representa la compra a bajo precio y de buena calidad.
El fin del Covid-19 debe generar una unión en común, de todos los países, con toda la ciencia posible y con un solo afán: el bienestar y la salud de la humanidad.
Como parte de la nueva regla de seguridad, los usuarios deberán portar de manera obligatoria los chalecos salvavidas, según anunciaron.
En la misma situación de incertidumbre y zozobra se encuentran miles de veracruzanos a lo largo de la entidad.
El subsecretario conoce muy bien Tláhuac y sabe que hay injusticia y arbitrariedad hacia los habitantes desalojados.
En lo que se refiere a los programas de ayuda social que acaban de ser aprobados luego de una nueva consulta en la que participó menos del uno por ciento del padrón electoral
Empresarios e inversionistas no ven con buenos ojos que el tabasqueño haya estado trabajando para que se quede la opción de Santa Lucía.
Patricia Aguayo Bernal, vocera de los trabajadores del PJF, respondió a los señalamientos que hizo AMLO.
La presente administración sigue fielmente el ejemplo de las anteriores y compite con ellas en la velocidad para reformar la Constitución
Congreso exige informe al alcalde de BJ por abusos en operativo
Israel intensifica operativos en Cisjordania tras 'atentado'
Seguridad vial en crisis: urgen financiamiento para reducir accidentes
Pierde la vida hijo de Jorge Disner, comandante de homicidios CDMX
Castigarán hasta con 9 años en prisión la caza colibríes
Senado detalla ruta legislativa para reformas energéticas
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA