Cargando, por favor espere...
Los conocimientos técnicos y artísticos que durante más de seis décadas asimiló el prestigioso director teatral ruso (Moscú 1863-1938) fueron impresos en tres libros autobiográficos de contenido didáctico: Mi vida en el arte (1924), Un actor se prepara y La formación de un personaje (1936). La actriz Elizabeth Reynolds Hapgood seleccionó y publicó en orden alfabético los más de 300 fragmentos reunidos en el Manual del actor (1963).
En este espacio sólo se reproducen los textos vinculados a la figura central del compendio y el párrafo inicial del tratado en el que Konstantin Stanislavski establece que en un escenario de teatro la “acción, el movimiento, son las bases del arte” aun cuando haya “inmovilidad externa”, toda vez que ésta no implica pasividad: “Usted puede estar sentado sin moverse, pero al mismo tiempo estar en plena acción”.
Entre las aptitudes intelectuales que un actor debe tener para representar con fidelidad a personajes imaginarios, resalta ésta: “Sentirse usted mismo en su papel, aunque sea sólo en parte y sentir en parte el papel en usted… es el paso inicial para absorberse en su papel y vivirlo”. Además, “llévese hasta el punto de apoderarse concretamente de su papel, como si fuera su propia vida”.
Recomienda que la idea o el “apunte” que el actor tiene sobre la forma de “representar las pasiones humanas debe ser rico, variado y colorido. Un actor debe conocer la naturaleza de la pasión, cómo entresaca del texto las unidades, componentes, objetivos, momentos, que constituyen una pasión humana. La partitura satura toda partícula del ser interno de un actor ”.
Y puntualiza: “Nuestra técnica está dirigida a poner a trabajar nuestro subconsciente, a aprender a no interferir una vez que está en acción, porque en la creación artística es el factor más importante... El trabajo de un actor no es crear sentimientos, sino sólo producir las circunstancias dadas en las cuales serán engendradas espontáneamente emociones sinceras… un actor crece mientras trabaja”.
Stanislavski sugiere que los actores no deben representar un personaje con inspiración propia ni con base en clisés mecánicos aprendidos de otros intérpretes por muy reconocidos o famosos que sean, sino mediante el estudio profundo que haya hecho de aquél y de la obra. También dice que debe estudiar la vida y psicología de la gente que lo rodea, “tanto de su país como del extranjero”.
Otras sugerencias importantes son: contar con una formación intelectual lo más completa posible; estar informado de lo que ocurre en su país y el mundo; cultivar su memoria; hacer a un lado el “miedo escénico”; temer a sus admiradores y aprender a tiempo “a oír, comprender y amar la cruel verdad respecto a vosotros mismos”.
El nombre de nacimiento de Stanislavski fue Konstantin Sergueivich Alekseiv, pero adoptó el apellido de un dramaturgo polaco del que aprendió mucho sobre teatro. Fue hijo de un rico empresario textil, desde niño fue actor; en 1900 creó el Teatro de Arte de Moscú junto con Vladimir Nemirovich Danchenco y en los años 30 formó parte del centro de estudios del Teatro Bolshoi, que promovió la ópera a nivel masivo y como instrumento educativo.
La guerra es la “madre” de muchas invenciones tecnológicas de uso doméstico, médico e industrial.
Felix Kleines uno de los matemáticos más creativos de la segunda mitad del Siglo XIX.
Este libro reúne investigaciones arqueológicas, antropológicas y biológicas destinadas a corroborar la teoría de que la especie humana proviene de una variedad de mono africano.
Los moquitos tienen un sentido del olfato sumamente fino.
Este fenómeno no es casual ni particular de nuestro país, ocurre en todos lados donde opera la lógica del capitalismo en su fase neoliberal.
A finales del Siglo XIX, en una aldea del condado Cheehaw, Georgia, Estados Unidos (EE. UU.), Miss Amelia heredó una casa, una tienda, una granja y una destilería de whisky.
Fue una poetisa, novelista y ensayista estadounidense, una de las voces más originales del modernismo anglosajón.
Carlo Ginzburg es un historiador italiano cuya presencia en el mundo se abrió paso en 1976 con su obra El queso y los gusanos.
La segunda aparición de esta obra maestra también fue malinterpretada, creyendo algunos adivinar la ruptura del poeta con el modernismo.
Esta novela tiene como escenario el tercer periodo de gobierno del general Charles de Gaulle, en Francia, en los años 60.
Cada vez es más común llamar “versión” a las obras poéticas que originalmente fueron escritas en otra lengua, en lugar del término tradicional de “traducción”.
El neorrealismo italiano reflejan la realidad de forma cruda.
El verso y la prosa son como dos pisos de la misma casa.
El neoliberalismo como sistema político-económico se introdujo en nuestro país, derivado de procesos económicos mundiales, a principios de la década de los 80, iniciando con los programas de ajuste de Miguel de la Madrid.
La misma historia contada es en sí misma una crítica.
Terremoto en Rusia desencadena alerta de tsunami en el Pacífico; Sudamérica toma medidas urgentes
Acusan a embajador de México en Canadá de nexos con el crimen organizado en Quintana Roo
México incrementa 33.5% de impuestos para importaciones por paquetería
SSa confirma primer caso mortal con antecedente de infección por gusano barrenador
Vigencia del manifiesto comunista
Fase 5 de hambruna en Gaza y la neutralidad morenista
Escrito por Ángel Trejo Raygadas
Periodista y escritor.