Cargando, por favor espere...

La “Cuarta Transformaciónˮ y sus promesas incumplidas
La “Cuarta Transformación”, si bien criticó problemas reales, al carecer de una estrategia científicamente fundada ha sido incapaz de responder a la confianza que el electorado le otorgó y a las exageradas expectativas generadas para ganar.
Cargando...

La “Cuarta Transformación” criticó varias manifestaciones del modelo neoliberal, y prometió combatirlo, conquistando así el voto popular. Entramos ya en el cuarto año de esta administración, tiempo bastante razonable para valorar posibles cambios. Veamos, pues, solo algunos indicadores de cumplimiento de promesas de campaña del actual Presidente. Su bandera fue el combate a la corrupción que, cierto, había adquirido niveles verdaderamente alarmantes. ¿Qué cambios han ocurrido? Según el Índice Global de Estado de Derecho 2021, de World Justice Project, en el rubro “ausencia de corrupción”, en 2019 México se ubicaba en el sitio 117; ahora en el 135, de 139 países evaluados; el peor en todo Latinoamérica; estamos, pues, peor que antes.

Asimismo, comparada con las administraciones neoliberales anteriores, esta destaca por otorgar a diestra y siniestra contratos por asignación directa a grandes empresas. Como candidato, López Obrador prometió separar el poder político del económico; en la vida real es estrecha su alianza con los más grandes empresarios, que constituyen su “consejo asesor”. Y sobre transparencia: recientemente emitió un decreto que declara de “seguridad nacional” sus obras, para no divulgar presupuestos y contratos. Ha declarado también que: “no se tolera la impunidad, ni de mi familia” (conferencia mañanera, 13 de diciembre de 2019); sin embargo, sonados casos de corrupción en su entorno cercano han sido sobradamente documentados. Y también entre secretarios de Estado y funcionarios de primer nivel, como el mismísimo Santiago Nieto, “zar anticorrupción” de la 4T hasta hace unos días.

Los pobres primero, dicen, y, ciertamente, se aplican programas asistenciales, pero en realidad éstos ya venían operando antes, como atenuantes de los efectos más agresivos del neoliberalismo. Y no ha aumentado significativamente su cobertura. “Los hogares beneficiarios de programas sociales pasaron de 28 a 30% entre 2018 y 2020…” (Instituto de Estudios sobre Desigualdad, es su Análisis preliminar de resultados de la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares, 2020); solo un 2% de ampliación. Además, cierto, aumentó el salario mínimo, pero ello no resuelve el problema de la pobreza y su impacto es muy limitado: “Los 6.3 millones de trabajadores y trabajadoras beneficiados representan el 30 por ciento de la fuerza laboral inscrita en el Instituto Mexicano del Seguro Social” (El Financiero, dos de diciembre de 2021). Segundo, no beneficia al sector informal, donde laboran seis de cada diez personas ocupadas. Tercero, la inflación alcanzó el año pasado su nivel más alto en dos décadas y nulifica los incrementos; ejemplo: el salario mínimo aumentó en 15 por ciento en 2021, y en contraparte, tan solo el precio de la tortilla aumentó en 25 por ciento. Pero más allá de toda discusión, la mejor evidencia de que la política seguida no funciona está en la práctica: durante el sexenio se han sumado 3.8 millones de pobres (Inegi), más de 1.2 millones por año. Crecen asimismo el desempleo y el cierre de pequeñas empresas: entre 2020 y 2021 cerraron 1.6 millones (Inegi), fenómeno agravado por falta de ayuda gubernamental. En promedio cada negocio empleaba 2.4 trabajadores. Restando las empresas creadas, hay una pérdida neta de 400 mil negocios. Como resultado, el capital se concentra aceleradamente.

En materia de salud, en la mañanera del tres de enero de 2019, el Presidente prometió: “un sistema como el que tienen en Canadá, Reino Unido, Dinamarca. De lo mejor”, gratuito y a domicilio, que estaría funcionando para el 1º de diciembre de 2020. La realidad desmiente tales falsedades: desaparecido el Seguro Popular, 15 millones de personas quedaron sin atención médica. Durante el sexenio se ha vivido una carencia crónica de medicamentos, y el problema sigue. “El Insabi no logró adquirir todo el material de curación, laboratorios y otros insumos para surtir al Sector Salud en 2022 (…) fracasó en adquirir el 68.6% de claves de materiales de curación, laboratorios y otros insumos…” (Proceso, cuatro de enero). Así pues, qué lejos se ve Dinamarca.

Prometieron paz, con la estrategia de “abrazos, no balazos” y la creación de la Guardia Nacional, mas “… el número de homicidios mensuales se ha mantenido por encima de las 2,200 víctimas, con múltiples picos” (Justice in Mexico, El Economista, del tres de enero). El siete de diciembre pasado, el periodista Joaquín López Dóriga documentó: “El reporte ‘MX: La Guerra en Números, de T-ResearchMX, detalla que, de acuerdo con el registro de homicidios dolosos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, del 1 de diciembre de 2018 al 6 de diciembre de 2021 (…) se mantiene una tendencia al alza en el registro de homicidios (…) Haciendo la comparativa de los homicidios dolosos en el mismo periodo en otros sexenios, el actual Gobierno encabeza el registro de dicho delito con 107 mil 104 incidentes, superior al de la administración pasada, con Enrique Peña Nieto, que registró 65 mil 834. En el mismo periodo de gobierno del expresidente Felipe Calderón se registraron 43 mil 525 homicidios dolosos, y, en el gobierno del expresidente Vicente Fox, se registraron 31 mil 427”.

A tambor batiente se anunció una guerra sin cuartel contra el huachicol. ¿Sus resultados? “El número de tomas clandestinas realizadas a los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) aumentó en el primer cuatrimestre del año (2021) 9.5%, en comparación con el mismo periodo de 2020, según muestran los datos de la empresa estatal (…) entre enero y abril pasado se registraron 3,759 tomas clandestinas a ductos de Pemex, mientras que para el mismo periodo, pero del 2020, fueron 3,430 (…) entre el 2019 y el 2020, el número de tomas clandestinas a sus ductos creció 19.1 por ciento” (El Economista, 25 de junio de 2021).

Prometió López Obrador bajar el precio de la gasolina a diez pesos el litro (20 de noviembre de 2016). Cuando llegó a la Presidencia, el precio promedio de la Magna era de 18.3 pesos, y el de la Premium, 19.8. En estos días leemos en la prensa: “Gasolina hasta en 25.89 pesos por litro: Profeco. En los informes de la Comisión Reguladora de Energía, al 2 de enero el precio más alto fue de 26.99 pesos (…) el precio promedio de la gasolina regular la semana pasada en nuestro país fue de 20 pesos con 72 centavos por litro, para la Premium de 22 pesos con 69 centavos” (El Sol de México, cuatro de enero, Profeco). Más del doble de los diez pesos prometidos como gancho para ganar votos.

En conclusión, a reserva de atender otros aspectos en próxima colaboración, vemos que la “Cuarta Transformación”, si bien criticó problemas reales, al carecer de una estrategia científicamente fundada, y debido a la incompetencia de sus líderes y funcionarios, ha sido incapaz de responder a la confianza que el electorado le otorgó y a las exageradas expectativas generadas para ganar. El modelo neoliberal sigue en todo su apogeo –aunque se lo haya declarado muerto y enterrado–, dañando la economía de las familias de más bajos ingresos. Es tiempo ya de que la sociedad exija cuentas de lo prometido, ¿o habrá que esperar hasta que concluya el sexenio?


Escrito por Abel Pérez Zamorano

Doctor en Economía por la London School of Economics. Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Chapingo.


Notas relacionadas

La “Cuarta Transformación”, si bien criticó problemas reales, al carecer de una estrategia científicamente fundada ha sido incapaz de responder a la confianza que el electorado le otorgó y a las exageradas expectativas generadas para ganar.

"No es una donación, estamos pagándolas, pero si el gobierno ruso no lo permitiese, pues no podríamos tener acceso a ellas el día de hoy".

Para recuperar la vocación social del periodismo en tiempos de crisis, se requiere una revolución mediática que devele la opacidad política y corporativa.

Hay 7 mil 873 pacientes por covid-19 en la Zona Metropolitana y esta semana, un ingreso de 3 mil 072 contagiados; una reducción de un 14% respecto al periodo anterior.

El Gobierno minimiza el problema porque, en su obsesión por la austeridad (eufemismo atractivo para enmascarar al neoliberalismo), no quiere gastar.

Solo una comunidad logró que el ducto no invadiera su territorio y las demás debieron conformarse con indemnizaciones marginales.

El color rojo indica el nivel de alerta máxima de contagio por Covid-19. En tanto, el naranja señala riesgo alto de contagio.

Los ensayos clínicos iniciaron en octubre del año pasado y contaron con la participación de perros, gatos, zorros, zorros polares, visones y otros animales.

“Somos una región de más de 600 millones de personas en la cual los casos aumentan y las vacunas se necesitan urgentemente”, advirtió la doctora Carissa Etienne.

El edil informó que diariamente se realizan brigadas casa por casa para identificar posibles casos de Covid-19.

Precisaron que "se espera una amplia presencia de representantes de países como Chile, Colombia y Bolivia, así como del Parlamento Centroamericano, el Parlamento Andino, el Parlamento Latinoamericano y Caribeño...

El jefe del grupo mundial de la industria farmacéutica aseguró este viernes que hasta mediados del próximo año podría estra disponible 10 vacunas contra el Covid-19.

"Yo tengo 75 años, soy empleada doméstica. Esta crisis nos afectó a jefes y empleados y me quedé sin ingresos para sobrevivir".

La causa de la crisis sanitaria en el país más rico es consecuencia de la excesiva concentración de la riqueza, ocasionada por un modelo basado en el fundamentalismo de mercado.

Pfizer, que desarrolló su vacuna contra el Covid-19 junto con BioNTech, se sometió a pruebas el contenido de los frascos y confirmó que era falso.