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Mientras la población norteamericana se ha empobrecido drásticamente (como ocurre en México y en muchos países con modelo neoliberal), la población de mejores ingresos económicos ha elevado su riqueza, particularmente los grandes potentados, la plutocracia. Así lo demuestra el hecho de que haya capitalistas como Jeff Bezos y Elon Musk que han multiplicado sus fortunas durante la pandemia (Bill Gates se ha convertido en el principal terrateniente de Estados Unidos (EE. UU.), pues ha adquirido muchas tierras por todo el territorio estadounidense, lo que contrasta con el hecho de que millones de norteamericanos que viven en casas rentadas o bajo el régimen de hipoteca, estén amenazados de ser desalojados).
En Crack, cocaína, corrupción y conspiración, utilizando de forma muy eficaz el género documental, se hace un recuento histórico de las consecuencias que tuvo para millones de afroamericanos pobres la política que comenzó a instrumentar, en 1985, el entonces presidente de EE. UU., Ronald Reagan quien, con el objetivo de obtener recursos para financiar al grupo militar que intentaba derrocar al Frente Sandinista de Liberación Nacional (al que a su vez derrocó al dictador Anastasio Somoza, alfil del imperialismo gringo y se había mantenido en el poder durante cuatro décadas en Nicaragua, sometiendo al pueblo a un régimen oprobioso en el que la población no tenía las libertades de cualquier “democracia occidental”. Reagan, para obtener fondos –dado que el Senado de EE. UU. no había aprobado el financiamiento a los contras (el grupo militar que servía a EE. UU. para acabar con el sandinismo), para obtener recursos de forma ilegal, instrumentó dos medidas fundamentales: la venta de armas a Irán, país que estaba en guerra con Irak y la obtención de grandes sumas de dinero de la venta de drogas.
En esos años para obtener el dinero de la droga, la Central de Inteligencia Americana (CIA) no solo usó el tráfico de la cocaína en su forma tradicional, sino que permitió y alentó la venta de una variedad mucho más dañina de cocaína, el llamado crack, una combinación de clorhidrato de cocaína con bicarbonato sódico, una droga mucho más barata que la cocaína pura (esta última era consumida antes del auge del crack solo por las personas adineradas, por lo que se le consideraba como “glamorosa”) que hace efecto en 10 segundos, pero que es mucho más dañina que la cocaína simple; los efectos potencialmente mortales son en particular cardiovasculares, psicológicos, hepáticos y pulmonares. Sin embargo –y ése es el principal mérito del documental–, los efectos sociales fueron más devastadores, dado que millones de norteamericanos, principalmente de raza negra, no solo se hicieron adictos a esa potente droga, sino que el tráfico, el consumo, generó pandillerismo, abandono de sus hijos por miles de mujeres; provocó que muriesen prematuramente cientos de miles de personas.
Pero en su hipocresía y perversidad de los gobernantes de EE. UU., al ver que su criatura les empezó a generar dificultades económicas, endurecieron las leyes, al grado de establecer penas muy duras no solo a los narcotraficantes, sino a los consumidores (podían ir a la cárcel por poseer unos gramos de crack). En el periodo de Reagan, el gobierno de EE. UU. gastaba dos mil millones de dólares en el combate a las drogas, una década después, durante la administración de Bill Clinton, el gobierno gastaba 12 mil millones de dólares en el mismo propósito. Pero lo más grave es que, en ese mismo lapso, la población afroamericana recluida en cárceles pasó de 16 mil 600 a 134 mil (y el documental también señala que la población presa en las cárceles, de 1995 a la fecha, pasó de 300 mil a más de dos millones, siendo EE. UU. el país con más población carcelaria de todo el globo terráqueo).
Los halcones que gobiernan EE. UU. desde los años 60 han utilizado las drogas para embrutecer al pueblo. La plutocracia norteamericana siempre ha buscado la forma de controlar la mente de los oprimidos; para llevar a cabo sus ominosos designios, no han tenido contemplaciones de tipo moral; por el contrario, para ejercer su dominio, no vacilan en utilizar cualquier medio, cualquier acción, con tal de seguir aplastando la voluntad de los oprimidos.
“La justicia no se consulta. Posiciones como la mía no son populares. Los jueces constitucionales no somos nombrados para ser o para ganar popularidad”.
Las niñas, niños y adolescentes en México presentan mayor prevalencia de pobreza respecto a la población en general.
A cinco meses de inaugurada, la Megafarmacia sólo es grande en extensión: el gobierno compró, por una millonada, un almacén ubicado sobre 42 hectáreas.
El programa de austeridad del nuevo gobierno, sumado a su falta de pericia en la gestión de recursos públicos, ha fortalecido la tendencia del mercado hacia la recesión.
En este aniversario que se recuerda al "Caudillo del Sur", que impulsó luchas y demandas agrarias, pugnó por justicia social, libertad y propiedad comunal de las tierras.
"Con el presupuesto de egresos 2021 se condena a los pobres de este país a vivir en la más grosera marginación y en el peor de los atrasos".
El presidente López Obrador enfatizó a Trudeau la necesidad de avanzar con el Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar que propuso en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La ampliación del metro que comunicará La Paz, Ixtapaluca y Chalco, beneficiará a unos seis millones de ciudadanos.
A unos meses de concluir el sexenio de AMLO y en el contexto de la conmemoración del 1° de Mayo, podemos afirmar que la política laboral bajo el gobierno de la 4T también resultó ser un engaño, pura demagogia y manipulación.
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Ninguno gobierno será mejor que otro si no logra superar sus logros con políticas públicas eficientes.
Contra toda lógica, desde la prepotencia del gobierno, la petición fue ignorada, abandonando a millones de personas que no tienen para comer.
La ONU advirtió sobre la militarización de la seguridad pública.
El Presidente carga ya sobre sus espaldas con 179 mil 185 homicidios, cifra que equivale a un asesinato cada 15 minutos y 95 diarios. En ninguno de los últimos cinco sexenios hubo tantos decesos. Esto no es paz, esto no es un juego.
La cancelación de los insumos, que incluye el fertilizante agrícola se debe al recorte de siete millones de pesos al presupuesto autorizado por el Congreso del estado.
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA