Cargando, por favor espere...

Tecomatlán
Tecomatlán es un pequeño oasis de la Sierra Mixteca, un pueblo donde las casas se hallan tan armoniosamente bien dispuestas que su conjunto define un paisaje igual de bello, alegre y costumbrista.
Cargando...

Cuando uno visita Tecomatlán, el asombro es tal que uno invoca de repente estas palabras de la novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez: “Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos”. Ello ocurre porque Tecomatlán es un pequeño oasis de la Sierra Mixteca construido sobre piedras que contrastan enormemente con el paisaje desolado y desértico de sus alrededores. Un pueblo donde las casas se hallan tan armoniosamente bien dispuestas que su conjunto define un paisaje igual de bello, alegre y costumbrista, como los que en otros tiempos Jorge Cázares dibujó para las cajetillas de cerillos.

Cuando uno llega a Tecomatlán, lo primero que sobresale son las palmeras que rodean el arco monumental; en cuya cima, manos trabajadoras sostienen una antorcha encendida. Tecomatlán es historia y futuro, no niega su pasado sino lo reafirma; y en las columnas del arco, cada piedra habla de la laboriosidad y combatividad de su gente. En tiempos como los de ahora, cuando los partidos políticos y muchas personas cambian de una ideología a otra, los tecomatecos se mantienen firmes, altivos y orgullosos antorchistas. Los prejuicios y ataques infundados hacia la organización de los pobres se hacen trizas al llegar a Tecomatlán, donde propios y extraños reconocen que un gobierno honrado, con la participación ciudadana, capaz de realizar maravillas en las condiciones más inhóspitas.

Una caminata sobre sus calzadas adoquinadas, bajo las sombras de los ficus y nimbos verdes, los radiantes framboyanes de flores naranja y las coquetas buganvilias moradas, produce un placer que reconforta el alma y la llena de pensamientos positivos. Las deliciosas aguas frescas de melón o sandia quitan la sed, pero si el calor persiste, hay que sumergirse en las aguas de las albercas del Ixcoatl. Para los paseantes nuevos no pasa desapercibida la limpieza de sus calles y jardines; y lo más importante es que se sienten seguros y agradecidos de la hospitalidad de su gente.

¡Que contraste con lo que pasa en otras ciudades del país! En Tecomatlán no hay violencia, no hay personas borrachas o drogadas en la vía pública, ya que sus calles se topan únicamente con niños y jóvenes preparatorianos o universitarios que transitan alegres hacia los espacios recreativos para practicar su deporte favorito o entonar alguna canción melancólica para enamorados.

Cuando el calor cede y la noche cae, la luna tímida se asoma entre el lomerío y las estrellas brillan a lo lejos, algunos tecomatecos salen a platicar de sus jornadas de trabajo, de sus problemas cotidianos y a tomar el fresco en los balcones de sus casas, plazas, parques y jardines; mientras que otros recorren las calles entre los imponentes edificios de un municipio rural que cuenta con una casa de la cultura, una villa estudiantil, plaza de toros, una iglesia antigua –pero bien restaurada– y un majestuoso teatro que domina la población desde una colina.

Con las primeras lluvias de junio, el desierto pierde su color ocre y reverdece, permite recordar a la gente que la vida fluye y se renueva constantemente. El fresco olor a tierra mojada y la algarabía de los pájaros entre matorrales y cactus son señales inequívocas de que va llegando a Tecomatlán. Entonces el visitante sabe que se halla en el lugar correcto.


Escrito por Capitán Nemo

COLUMNISTA


Notas relacionadas

Lo llaman guerra civil, choque de facciones políticas y hasta crisis religiosa para ocultar que, ahí, Occidente dirime sus intereses con otras potencias regionales e internacionales.

El oficialista Santiago Peña, del conservador Partido Colorado, ganó este domingo la presidencia de Paraguay con más de 42% de los votos.

Tecomatlán es un pequeño oasis de la Sierra Mixteca, un pueblo donde las casas se hallan tan armoniosamente bien dispuestas que su conjunto define un paisaje igual de bello, alegre y costumbrista.

“Se necesita una oposición valiente, clara, con una alternativa de país que realmente refleje las necesidades, las soluciones auténticas que el país está reclamando”.

Más de 5.2 millones de niños y jóvenes desertaron del mismo, por razones relacionadas por la pandemia.

El decreto contraviene los derechos humanos, ya que prisión preventiva oficiosa, “lejos de expandirse y endurecerse, debería eliminarse”.

No argumenta que los hombres que se manifiestan hoy lo hacen porque realmente no viven bien, y esconde que esta situación nació desde que las famosas “democracias occidentales”, entre ellas las de los países más ricos.

El atraso en la infraestructura social no es menor ni reciente, y aunque AMLO se comprometió a construir más caminos, carreteras, y eliminar cuotas de peaje, hoy día faltan vialidades y las pocas que hay están sin mantenimiento.

Otro conflicto que Alejandro Murat tiene en las manos y no ha resuelto, es sobre los temas de asesinatos y crímenes que se cometen en Oaxaca.

El gobierno del alcalde morenista de Xochimilco, José Carlos Acosta, se ha caracterizado por el aumento de feminicidios, cobros de piso, inseguridad y sus nexos con organizaciones criminales.

Los miembros de la Guardia Nacional son solo un adorno, porque la ola de violencia delictiva en Hidalgo, en vez de reducirse, ha aumentado exponencialmente en el bienio 2020-2021, como lo demuestran las estadísticas del SESNSP.

Puebla cuenta con 38 casos positivos confirmados de coronavirus en todo el estado, de los cuales 28 son importados.

Del 10 al 14 de octubre se realizarán diversas actividades deportivas, culturales y científico-académicas en el CUT Ixtapaluca, debido a sus 13 años de existencia formando jóvenes bajo el modelo constructivista-humanista.

Aunque el Río Yautepec y Río Seco se desbordaron y afectaron a cuatro municipios de Morelos, al gobernador Cuauhtémoc Blanco parece importarle más jugar Golf.

Parásitos no logra ubicar su crítica hacia los auténticos parásitos del orden social.