Cargando, por favor espere...
Los alimentos ultraprocesados de consumo rápido –snacks, refrescos, jugos, botanas, pasteles, cereales y panes empaquetados, galletas, productos cárnicos, etc.– se caracterizan por su bajo contenido nutricional, alto nivel de sodio, grasa, azúcar, sal, pobreza en fibra, vitaminas, minerales y otros macronutrientes indispensables para el buen funcionamiento del organismo.
Un estudio publicado en febrero de 2018 en The British Medical Journal, una de las revistas científicas con mayor renombre internacional, señala que en una población de 104 mil 980 personas con edades entre 18 y 72 años y con un consumo regular de estos alimentos durante ocho años consecutivos, los resultados se asocian de manera significativa a un mayor riesgo de cáncer; que su ingesta diaria lo aumenta en 10 por ciento en lo general, y en un 11 por ciento en cáncer de mama.
El estudio demostró que el consumo de estos productos es una de las principales causas del aumento de peso y obesidad en la población y que, como se sabe, tales problemas de salud son a su vez factores de riesgo importantes para el desarrollo de cáncer estomacal, endometrio, hígado, colon, recto, esófago, vesícula biliar, páncreas, riñón, ovarios, próstata y neoplasias hematológicas.
En las últimas décadas, los alimentos ultraprocesados ocupan un porcentaje mayor en las dietas de los habitantes de muchos países, principalmente entre los sectores sociales de escasos recursos y más vulnerables, ya que son accesibles y generalmente no requieren preparación. Su alto consumo resulta por demás preocupante porque está asociado a la génesis de la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y, como ya se mencionó, del cáncer.
Un análisis estadístico reciente demostró que, de 1999 a 2013, el consumo anual per cápita de estos productos aumentó continuamente en 12 países latinoamericanos y desplazó a las comidas tradicionales basadas en alimentos saludables. Es importante destacar también que los alimentos procesados y ultraprocesados contienen aditivos autorizados, pero cuestionados en varios estudios médicos por su asociación con elementos a los que se atribuye carcinogenicidad, como ocurre con el nitrito de sodio que se aplica a carnes procesadas; el dióxido de titanio en lácteos; los polvos endulzantes; la acrilamida en papas fritas empaquetadas, galletas, pan y cereales; las aminas heterocíclicas y los hidrocarburos aromáticos policíclicos en carnes procesadas, etc. Por si no bastara esto, sus empaques suelen contener materiales con propiedades también cancerígenas como el bisfenol A, que migra a los alimentos mientras se mantienen en ellos.
Según el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, alrededor de un tercio de las neoplasias más comunes pueden evitarse cambiando el estilo de vida y los hábitos alimenticios. Por ello es recomendable una dieta equilibrada que incluya cereales naturales, frutas, hortalizas, verduras, aceites, lácteos, carnes, pescados, huevos, etc., y el consumo mínimo o nulo de procesados y empaquetados. Los beneficios de una dieta sana no se limitan a prevenirnos contra la carcinogénesis, sino que, además, sus nutrientes nos protegen del estrés oxidativo, el aumento de peso y la obesidad.
Al eliminar el SP el Gobierno Federal negó el derecho a la protección de la salud a millones de familias mexicanas y desobedeció el mandato del Artículo 4° de nuestra Constitución.
87 mil 880 mexicanos murieron en 2022 por tumores malignos, de los cuales, siete mil 888 mujeres y 50 hombres fallecieron por cáncer de mama, según el INEGI.
El incremento en los casos de influenza se relaciona con la disminución en la cobertura de vacunación.
Denuncian que a estas alturas siguen trabajando sin las condiciones materiales adecuadas, lo cual ha causado la muerte de familiares y colegas de trabajo.
A través de una iniciativa, la diputada local del PAN, Ana Villagrán, llamó a las 16 Alcaldías de la CDMX a destinar el 5% de su presupuesto a atender la salud mental de los capitalinos.
La segunda causa de muerte es la diabetes, tumores malignos y el tercero es el Covid-19, que ha cobrado la vida de más de 75 mil personas en el país.
La rigidez cadavérica o rigor mortis es el resultado de que haya suficiente Ca+ para establecer los enlaces cruzados de actina y miosina y no haya suficiente energía (ATP) para romperlos.
La Secretaría de Salud informó que México ocupaba el décimo lugar en defunciones acumuladas por cada millón de habitantes.
casi una cuarta parte de ellas, no cuentan con un servicio de salud, dio a conocer una investigación de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
La resolución de los ministros enfrentó la libertad de comercio a la protección del derecho a la salud, con resultados por demás lamentables.
Se trata de un ciudadano estadounidense de 48 años quien estuvo en Puerto Vallarta, Jalisco, por motivos turísticos. Luego del viaje, comenzó a presentar los síntomas propios de la Viruela del mono.
Cuando el Presidente anunció la creación del Insabi, en sustitución del Seguro Popular, eliminó uno de los sistemas de salud pública más eficientes del país en lo que va del siglo.
El estado pasó de 62 casos confirmados en la semana epidemiológica 21 del año 2023 a 881 en el mismo periodo de 2024.
Durante los dos años de pandemia y el bienio que siguió, hubo un aumento significativo en el número de “ideaciones” o intentos de suicidio.
Varios de los médicos que participaron en esas jornadas, se vieron convertidos en líderes naturales de sus compañeros.
Escrito por Elsa Campos Méndez
COLUMNISTA