Cargando, por favor espere...
Aquellos gobiernos que promovieron las micro y pequeñas empresas (Mypymes) pensando que era lo más deseable para la economía y que con ellas ganarían votos, evadieron su responsabilidad de fortalecer el sistema productivo y crear empleos. La iniciativa privada incurrió en la misma imprudencia al participar en campañas publicitarias como las de “Pepe y Toño”, que impulsó el expresidente Vicente Fox (2000-2006), quien optó por la changarrización y esa fórmula de empleo. En esa promoción también participaron Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; y así llegamos al actual gobierno de “cuarta”, con su visión de “economía de trapiche”.
La falta de una política gubernamental que promueva el desarrollo productivo que requiere el país se diluye con las hoy llamadas “iniciativas de emprendimiento”, con la que se pide a los ciudadanos que creen sus propios empleos, pero no se les dan las herramientas y los recursos para hacerlo. Por ello la “estabilidad económica” recae en un sistema productivo atrasado y con grandes carencias. El censo económico que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) levantó en 2019 reporta que el 95 por ciento de los 6.3 millones de negocios que entonces había eran de ese tipo; en tanto que la revista Forbes México afirma que las Pymes aportan cerca del 80 por ciento de los empleos. Su proliferación se explica por los bajos salarios que hay en el país y por la falta de empleo. El salario mínimo vigente es de 123.22 pesos, tan marginal que a las personas no les queda otro remedio que poner algún changarro para ganar más. La desocupación es permanente y como en México no existe un seguro de desempleo que permita a la gente paliar la situación, la primera alternativa que ésta tiene es poner un changarro. Las microempresas son consumidoras de los grandes corporativos y por ello son deseables para la iniciativa privada, porque además no representan competencia alguna, constituyen una válvula de escape a la presión social sobre los salarios, quitan al gobierno de la preocupación de atender a millones de desempleados y le permiten presumir “la estabilidad social”. Pero este tipo de negocios son efímeros, entran y salen del mercado; sus vidas no van más allá de cinco años, aunque cuando unos desaparecen, otros de inmediato surgen en oleada tanto en el mercado formal como en el informal. Por ello nuestra economía funciona con mucha fragilidad.
En esa estábamos cuando llegó el Covid-19. Las medidas de distanciamiento social han sido dinamita pura en los cimientos de las Mipymes y los tres meses de confinamiento provocan una hecatombe en las no esenciales. Los gastos fijos y el pago de salarios a los trabajadores, y el hecho de que no cuentan con ingresos y no tienen apoyo monetario gubernamental –ni siquiera mediante la excepción del pago de impuestos o servicios durante la pandemia– las ha condenado a la quiebra. Las Mipymes esenciales han bajado hasta el 90 por ciento de sus ventas y reportan pérdidas de más de 30 mil millones de pesos, según la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios.
La mayoría de estas empresas no podrán pagar a sus empleados y el Inegi reportó que 12.5 millones de trabajadores habían sido cesados. Por si fuera poco, el Banco de México (Banxico) pronosticó una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 8.8 por ciento en este año; es decir, la crisis económica ya es brutal y puede ser más grave. Nos encontramos en un círculo vicioso: bajan las exportaciones, baja el consumo, las empresas quiebran, crece el desempleo, así ad infinitum. En este cataclismo, la dinámica de apertura a las Mipymes se verá muy afectada, porque la mayoría de las familias mexicanas se han quedado sin ingresos y requieren de un mínimo de capital para comenzar de nuevo. Esto las coloca en un callejón sin salida. No fue el Covid-19 las que las condenó y su suerte estaba echada desde antes. El gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T) ya las había abandonado y el Covid-19 solo les dio el golpe mortal.
Los problemas de las Mipymes eran conocidos. Los principales son la falta de financiamiento, la baja productividad y el poco valor agregado de sus productos y servicios. Pero este camino ya lo hemos recorrido y seguir por él nos llevará a los mismos resultados. Debemos optar por un sistema económico distinto, pero para ello se requiere una nueva clase política que impulse y modernice al sector productivo; hacer que cada unidad económica proporcione trabajo y bienestar a las familias. Es necesario dejar atrás los mitos y a los charlatanes, y saber aprovechar la capacidad creativa del pueblo mexicano ¡Claro que sí se puede!
Mientras no haya reglas claras, los ciudadanos de a pie tendremos que soportar una carga impositiva al gusto y capricho de los gobernantes, en tanto que ese dinero se destina a las clases sociales pudientes.
Es insuficiente comparado con otros gastos como la difusión de las acciones de gobierno, sino que por la forma como se presentó, está dirigido al sector informal de la economía y su base electoral.
La presencia de mexicanos multimillonarios en 2019 en la lista de Forbes creció al pasar de 16 a 17 personajes. Con la entrada de Fernando Chico Pardo al listado global, debutando en el lugar 13 con 1,500 millones de dólares.
El Tianguis Turístico 2020 que se celebraría del 22 al 25 de marzo en Mérida Yucatán fue pospuesto hasta el mes de septiembre.
La inflación es un tema que “preocupa y ocupa” al país, pero “no es para alarmarse”, afirmó López Obrador en su conferencia mañanera de este viernes.
Como capital le faltan recuperar 184 mil 720 empleos formales de un total de 192 mil 713 que le faltan al país.
La Premium continuará sin el apoyo fiscal, cada litro se pagará en 5.21 pesos de impuestos.
“Según sus cifras [del presidente López Obrador], la IED que se registró a fines de su primer año de gobierno, 2019, fue la mayor desde 2013. Eso es falso”.
Estanflación combina dos palabras: estancamiento e inflación, es decir, cuando no hay crecimiento económico y los precios crecen. La estanflación es resultado de las malas políticas del gobierno morenista.
Materias relevantes para el país como la ciencia, tecnología e innovación, no son prioridades para el gobierno de AMLO, y cuyo gasto en 2022 “llegará a su punto más bajo en toda la década”.
¿Es válido afirmar que no tiene nada qué ofrecer a las grandes masas del mundo, por lo menos, así como se le hace funcionar?
De acuerdo con Bloomberg, la moneda mexicana cayó 0.13 por ciento, con lo que el tipo de cambio se ubica en 19.8939 pesos por dólar.
La emergencia sanitaria derivada de la pandemia de Covid-19 y el cese de algunas actividades económicas llevó a que los ingresos por ventas de la petrolera disminuyeran en 51.8 por ciento.
El alza de 9 por ciento se debe a restricciones sanitarias a las importaciones de carne avícola.
La inflación en México volvió a acelerarse en junio pasado alcanzando un nivel de 7.99%, su nivel más alto en 21 años, de acuerdo con cifras del Inegi.
Congelan reforma de salario digno
Pacientes protestan en Chimalhuacán por suspensión de servicio de hemodiálisis
Siete de 10 mexicanos no saldrán de la pobreza heredada por sus padres
“El comunismo no está muerto ¡En China, gobierna!” Con 100 millones de miembros
Crece 68% la deuda pública durante el sexenio de AMLO
Falla eléctrica provoca explosión en Facultad de Química en Guanajuato
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA