Cargando, por favor espere...
Los numerosos intentos de responder a las preguntas de qué fue la Guerra Civil de Estados Unidos (EE. UU.), y cuál fue el contenido heterogéneo de los diversos intereses económicos y políticos que la motivaron, hacen imposible caracterizarla con una respuesta homogénea y precisa que satisfaga al cuestionamiento que parece obvio: ¿cuáles fueron las causas que la determinaron?
La Guerra Civil estadounidense del Siglo XIX fue un conflicto generado por dos ideas diferentes y opuestas de una sociedad con una misma maquinaria gubernamental, cada una sustentada por un sistema de producción con su ideología, moralidad y valores propios. Su enfrentamiento derivó de que cada una, por su lado, intentó hacerse del poder político para consolidar y expandir sus intereses económicos.
Sin embargo, una explicación satisfactoria de este acontecimiento histórico es mucho más complicada que eso. Hasta hoy día, los historiadores no han alcanzado un consenso sobre las causas últimas del conflicto. Pueden estar de acuerdo en la caracterización de las dos fuerzas combatientes, los capitalistas industriales del Noroeste y los esclavistas agrícolas del Sur, pero discrepan sobre la cuestión más crítica: la naturaleza del enfrentamiento armado: ¿debe llamarse movimiento abolicionista, nacionalista, democrático o capitalista?
En su análisis de la Guerra Civil estadounidense, Barrington Moore escribe lo siguiente, refiriéndose de las distintas explicaciones sobre el conflicto: “la tarea es relacionar estas porciones de la verdad entre sí, percibir el todo para comprender la relación y el significado de las verdades parciales”. Para él, el conflicto moral sobre la esclavitud, las luchas políticas sobre la distribución del poder y las cuestiones estrictamente económicas se combinaron, de tal manera, que la disputa no tuvo más remedio que resolverse mediante la guerra.
¿Cómo relaciona estos aspectos? Por un lado, afirma que la cuestión moral surgió de las diferencias económicas; y el foco de éstas fue la esclavitud. Por otro lado, “la cuestión fundamental era cada vez más si la maquinaria del gobierno federal debía utilizarse para apoyar a una sociedad o a la otra”, por lo que la política fue el factor decisivo para desencadenar la guerra.
Moore está de acuerdo con la idea de que la causa última de la guerra fue la oposición entre los dos modos de producción: “las causas últimas de la guerra hay que buscarlas en el crecimiento de sistemas económicos diferentes que dieron lugar a civilizaciones diferentes con una postura incompatible ante la esclavitud”.
Sin embargo, se aparta del punto de vista marxista ortodoxo, según el cual las diferencias entre el capitalismo industrial y la esclavitud agrícola eran irremediablemente insalvables. Afirma, por el contrario, que esas diferencias eran probablemente negociables. De ahí que se centre en los factores que impidieron la resolución política de esas diferencias. La respuesta parece basarse en la división interna entre las clases dirigentes.
A este respecto, Marx escribió: “todo el movimiento se basaba y se basa, como se ve, en la cuestión esclavista. No en el sentido de si los esclavizados de los Estados esclavistas existentes debían emanciparse o no, sino de si los 20 millones de hombres libres del Norte debían someterse a la esclavitud; si los vastos territorios de la república deben ser viveros de estados libres o de esclavitud”.
Las circunstancias históricas son un proceso único, una totalidad en la que suelen entrelazarse elementos sociales, políticos, económicos, ideológicos e incluso naturales. Además, las relaciones entre esos elementos cambian a lo largo de los acontecimientos. En un momento dado, los aspectos económicos dan lugar a un determinado conjunto de ideas; más tarde, o al mismo tiempo, las ideas son el motor cambiante de la estructura económica.
Las causas y los efectos cambian constantemente de lugar. Por ejemplo, la política impulsada por un determinado funcionamiento económico puede ser después el factor que genere en un momento dado la agitación social. La íntima relación de interdependencia entre los aspectos relevantes de la sociedad dificulta su separación. Las herramientas teóricas entran aquí en acción para conformar un relato coherente del movimiento que considere la totalidad.
Cartón
La diputada local del PRI, Maxta González, lamentó la salida de Adrián Rubalcava del partido, pero señaló que apoya y respalda a su dirigente nacional, Alejandro Moreno.
El abanderado de MC a la jefatura de gobierno de la CDMX, Salomón Chertorivski, retó al bloque opositor, a Morena y a sus aliados a un debate.
El desprestigio de la teoría marxista-leninista, propiciado por los medios de comunicación occidentales, se transformó en un huracán de mentiras que pintaron al comunismo, ante la mirada de los pueblos del mundo, como el “diablo rojo”.
“Para poder cambiar el nombre de un mar internacional no es un país el que lo cambia, es una organización internacional”, subrayó la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Donde hay diálogo, hay libertad y democracia, donde hay monólogo, hay engaño y autoritarismo”
Cartón
“Tengo una carrera impecable, no tengo nada de qué avergonzarme. Continuaré trabajando intensamente, participaré en la sesión de hoy y en todas las subsecuentes”, sostuvo la ministra.
La reforma deberá ser aprobada en al menos 17 congresos estatales.
Además, informó que la resguardan elementos de seguridad.
Protección y cubrebocas
La inminencia de la sucesión presidencial dibuja una disyuntiva amarga que coloca a los trabajadores de México entre la espada de cartón opositora y la pared que encarna la 4T: la encrucijada parece inevitable.
La trama persiste para evitar una nueva candidatura presidencial de Lula mediante la creación de otras acusaciones, que aun cuando caen una a una, siguen enfrentando a Brasilia.
Morena engañó a los chimalhuacanos, El mal gobierno se siente y nota en todos los aspectos. No permitamos que sigan deteriorando el municipio; confíen y organícense en Antorcha, la verdadera salida de las desgracias en Chimalhuacán y México.
El gobierno que encabeza el mandatario estatal y sus funcionarios como el secretario de Desarrollo Social en Sinaloa, quien, acusaron está más preocupado por llegar a un nuevo cargo.
Escrito por Miguel Alejandro Pérez
Maestro en Historia por la UNAM.