Las 34 puestas en escena que se presentaron durante el evento representan un acto de protesta contra las élites que han privatizado la cultura.
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Ocurre una paradoja en la vida pública de la sociedad moderna capitalista: las personas se tornan cada vez más individualistas, su cosmovisión parte de la idea de que lo valioso es el éxito personal, mezquino, a costa incluso del interés colectivo (incluido el familiar), hombres-islas que envidian y se hermetizan en sus metas y repelen identificarse con el interés social, colectivo, no sólo el de otros, sino el de su propia comunidad, país; no obstante, su vida personal no debe mantenerse aislada, sus relaciones con el colectivo consisten en hacer público lo que antes era privado: reuniones, compañía, relaciones, amistades, sentimientos, confesiones, aversiones, opiniones, oraciones, etcétera, ésa es la razón de ser de las redes sociales; pero no se reduce a la mera declaración escrita, sino a lo más importante: publicar la imagen y el video, dejar la evidencia gráfica. Y aquí viene lo propiamente característico de nuestra época: la apariencia; es decir, aparentar es evadir lo auténtico, jugar con la verdad, ya sea “filtrando” o embelleciendo la realidad, o bien, obstinándose a ultranza en lo superficial. Entonces, estamos ante un ser humano aislado pero que implora la atención colectiva y pretende afanosamente la aprobación de los otros para destacarse del resto.
Este modo de ver la vida es, desde luego, herencia educativa de las convicciones burguesas: consumir obsesivamente. “Compro y presumo, consumo y lo ostento”; ¿para qué? para que los demás vean mi supuesta superioridad; esa envidia es benéfica para el que vende, para las empresas que producen aquellas mercancías; la presunción entre los individuos es una política de mercadeo efectiva: “si aquél lo tiene, yo también lo necesito y será mejor”. Somos promotores inconscientes de los intereses de los dueños del mercado, al promocionar sus mercancías. Y así, sin darnos cuenta, idolatramos al que posee, al que consume con despilfarro lo caro y lo engañosamente escaso, aunque, a veces, no sean más que caricaturas del verdadero burgués, del dueño de grandes consorcios y monopolios que desean imitar.
Para eso sirve una celebridad. Ídolo, le llaman, porque es motivo de admiración, no sólo por su “talento”, sino por su estilo de vida (consumo). Cuando enclaustran a estas marionetas afamadas en una casa atiborrada de cámaras para simular que tenemos acceso a su comportamiento privado, los actores son conscientes del show: no hay naturalidad posible. La dinámica: se relacionan, hacen equipos, “amigos”, pero el premio es para uno solo. Entonces, hacen un ensayo de lo que es la vida social en el capitalismo: sus relaciones falsas de amistad y su trabajo en equipo son cálculos de su fin económico; buscan congraciarse y cautivar tramposamente al público que los vota, usan a los otros competidores y usan al público que los aclama; porque la ganancia lo es todo, todo se supedita a él, hasta los lloriqueos “espontáneos”. Las marcas patrocinan porque saben que la gente imita hábitos de consumo, pero no sabemos si realmente los consumen. La apariencia no exige autenticidad. Son personajes vacíos, huecos, sin contenido, la superficialidad no les exige nada más que lo que se muestra en lo inmediato. Por eso cuando conversan reproducen los prejuicios, ideas, concepciones que les imbuyó el sistema capitalista: machistas, racistas, egoístas, homofóbicas, pretenciosas, etc. Esto ya lo sabemos de sobra, así siempre ha sido en lo que concierne al contenido del entretenimiento de masas.
Nota bene: los consumidores no pueden ser culpables en una primera instancia, es una condición determinante por omnipresente. De ahí que nadie pueda sorprenderse por el incremento estrepitoso de audiencia para estos contenidos; pues, los poseedores de la alta cultura, por su posición económica o por sus condiciones educativas, nunca se han propuesto en serio, generar colectivamente alternativas culturales para elevar desinteresadamente o enriquecer las apreciaciones culturales de la masa, ya sea facilitando su talento al servicio de los ignaros o instruyéndolos.
Tarea difícil indudablemente, porque el competidor es monstruosamente corporativo y tiene el respaldo de los aparatos ideológicos del Estado, incluso el conducido por el reformismo tibio del obradorato, para el caso de México. Debemos aceptar que los cambios sustanciales en los gustos culturales de las masas suceden cuando el Estado garantiza una calidad educativa verdaderamente masiva, ésa es la base que sostiene todo. Y para que un Estado tenga esa verdadera convicción de educar para liberar, no con cambios burdamente superficiales, sino con una inversión cuantiosa y efectiva, debe ser gobernado por la clase de los trabajadores, pero estructurada, orientada y coordinada políticamente. Sin esto, las pantallas seguirán reproduciendo superficialidades, devorando impunemente inteligencias en el terrible juego de la feria de las vanidades.
Las 34 puestas en escena que se presentaron durante el evento representan un acto de protesta contra las élites que han privatizado la cultura.
Hablar de política cultural en América Latina implica adentrarse en un terreno donde conviven aspiraciones legítimas, inercias históricas y una estampa institucional inestable y poco eficiente.
Nació el 28 de noviembre de 1757, en el barrio de Soho, Londres, Reino Unido.
Para Ambrosía Vázquez, habitante de Tláhuac, su participación “es un orgullo” que Antorcha le dio.
La risa roja es la mueca sangrienta y burlona de la muerte y la guerra es su expresión más grande y contundente.
Fue una figura central en la poesía moderna estadounidense y pionero del movimiento imagista.
El mandatario presumió como otro logro de la organización el “Teatro Aquiles Córdova Morán”, sede del evento.
“El teatro puede sensibilizar dolores de la pobreza”: Homero Aguirre Enríquez, vocero nacional del Movimiento Antorchista.
La historia humana es un palimpsesto de violencia, sometimiento, saqueo y genocidio. Y sobre esa carnicería, siempre se ha elevado un canto.
El movimiento resulta fundamental para todos los seres vivos; está presente en el movimiento de rotación y traslación de la Tierra.
Nació en Reading, Estados Unidos, el dos de octubre de 1879. Fue un poeta estadounidense adscrito a la corriente vanguardista en lengua inglesa.
Más de 600 actores y 32 puestas en escena estrenarán el nuevo Teatro “Aquiles Córdova Morán”
Solo el 69 por ciento de los mexicanos leyó algún material en el último año, una caída de 15 puntos porcentuales desde 2016, según el INEGI.
Ningún mexicano que esté medianamente informado desconoce que la cultura en México es inaccesible para las mayorías debido a que los gobernantes actuales (Morena) y los anteriores (priistas y panistas) no destinan ni destinaron recursos económicos suficientes para promoverla e impulsarla.
Producir, dirigir e interpretar un filme de alta calidad artística en la actualidad requiere la participación de muchos profesionales especializados en las distintas actividades que intervienen en el proceso creativo de una obra cinematográfica.
Encuentro de teatro antorchista, evento único y asombroso
Poder de convocatoria o convocatoria del poder
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Edomex estrena multas dinámicas con nuevo Reglamento de Tránsito
Habrá cortes de agua en 300 colonias de 10 alcaldías de la CDMX
Rusia-México: 135 años de relaciones diplomáticas el mutuo deseo de comprenderse de dos naciones
Escrito por Marco Aquiáhuatl
Licenciado en Historia por la Universidad de Tlaxcala y Licenciado en Filosofía y Letras por la UNAM.