Cargando, por favor espere...
Cuando el actual Primer Mandatario prometió el derecho al libre tránsito y bajar o erradicar de plano las casetas de cobro y poner la autopistas a disposición del pueblo – 70 por ciento de estas vías fueron concesionadas a particulares por gobiernos anteriores– algunos de sus seguidores expresaron gran alegría porque supusieron que al fin alguien pondría en su sitio a las grandes empresas constructoras, y porque en los primeros meses de esta administración circuló el rumor de que las cuotas habían bajado considerablemente. Pero los concesionarios pueden estar tranquilos, ya que la realidad es otra, y las tarifas de peaje en vez de bajar, han subido; como es el caso de las que se pagan en la autopista México-Acapulco, cuyo monto en un viaje redondo llega a mil 900 pesos, más los 130 pesos que se cobran por el uso del Maxitunel y la Costera. Es decir, las carreteras mexicanas no solo permanecen entre las más caras del mundo, sino que además se encuentran en condiciones deplorables. Veamos cómo justifican esto los concesionarios:
Es cierto que estas empresas invierten sumas millonarias en la construcción de autopistas, pero lo hacen porque saben que es uno de los negocios más rentables, ya que las concesiones duran 25 o 35 años; porque saben que recuperan en poco tiempo sus inversiones y porque están conscientes de que sus ganancias son superiores en al menos 14 veces la inversión original. Para decidirse a construir una de estas vías, las compañías consideran estas variables: el bajo precios de los terrenos afectados; el nivel estratégico regional de la carretera; su potencial aforo vehicular; el monto a cobrar por el peaje, y aun los costos mínimos de mantenimiento una vez que están concluidas. En la mayoría de estas carreteras, aun cuando son nuevas, evidencian deterioro (baches, socavones como el Paso Exprés de Cuernavaca), así como falta de medidas de seguridad, señalizaciones, sanitarios y atención médica, derrumbes que tardan varios meses en ser retirados (la Pista del Sol ahora reporta por lo menos tres) y otras carencias que el lector seguramente ha percibido.
De acuerdo con información del diario El Financiero, las empresas que más se han beneficiado con este tipo de concesiones, son la constructora española Obrascón Huarte Laín, S. A. (OHL) que en 2013 obtuvo por cada kilómetro concesionado 6.9 millones de pesos (mdp). En segundo lugar, estuvo Ingenieros Civiles Asociados (ICA), con 5.6 mdp; seguida por Ideal, con 4.3 mdp; Promotora y Operadora de Infraestructura (Pinfra), con 3.4 mdp y Grupo Mexicano de Desarrollo (GMD), con 1.6 mdp. Estas compañías gozan el privilegio de elevar las tarifas de peaje conforme al alza de la inflación, lo cual les ha permitido sobrellevar la disminución del aforo vehicular provocada por el aumento en el precio de los combustibles. También se benefician con la posibilidad de negociar impuestos con los gobiernos en turno y, sobre todo, con el pago de salarios bajos a los trabajadores y operarios de la maquinaria.
Pese a que las autopistas, como rezan los mensajes publicitarios, mejoran la conectividad social, económica y política entre las ciudades y entidades federativas del país, su curso cotidiano entre centenares de pequeñas comunidades urbanas o rurales provoca varios problemas a sus habitantes: la partición de terrenos en dos, ejidos y poblaciones enteras, afectando con ello vínculos familiares, culturas y tradiciones populares; daños ambientales a sembradíos, bosques y acuíferos con las planchas de asfalto, muros, diques y puentes de concreto de estas vías; asimismo, la exclusión de los pobladores locales en el uso de dichas carreteras, ya que el acceso a éstas está limitado a quienes pueden pagar las cuotas de cobro. Las autopistas significan progreso y riqueza, pero ésta se haya en manos de las clases sociales con ingresos más altos, no en quienes solo pueden ver de lejos el paso de los automóviles sobre aquellas.
Un gobierno más sensible debería liberar el paso de los habitantes de estas comunidades en las autopistas para conectarse e incorporarse al proceso de desarrollo de los demás mexicanos. Un gobierno cercano al pueblo lo haría, porque se requieren hechos concretos y no palabras para que la brecha escandalosa que hay entre pobres y ricos se disminuya. Porque de seguir las cosas así, el discurso de que primero son los pobres, cada vez se ve más lejano.
"Declaramos formalmente desde Palacio Nacional el fin de la política neoliberal, aparejada esa política con su política económica", dijo López Obrador desde Palacio Nacional.
En sólo cinco años, López Obrador ha solicitado préstamos crediticios a organismos internacionales por un monto de siete mil 168 millones de dólares; 712 millones más que su antecesor Enrique Peña Nieto.
Pide al INE castigo ejemplar y regaño público para el Presidente
La ilusión de la 4T como “la esperanza de los pobres contra los desmanes de los ricos”, se ha diluido en poco tiempo; hoy, la única forma de evitar que México se fracture a causa de la incompetencia de Morena es la organización política del pueblo.
Hoy tenemos un país más enfermo, sumido en el abandono gubernamental, un escamoteo que se pretende ocultar con el reparto de tarjetas que ni de lejos resarcen la pérdida sufrida en la salud de los mexicanos ni en sus mayores gastos en ese rubro.
“Es necesario que nos demos cuenta de la situación, no va haber nueva normalidad, vamos a regresar a una situación que ya era bastante critica".
Dos crisis marcaron 2020; éstas impactarán en el desarrollo del país para los próximos años. Son la crisis sanitaria, provocada por la pandemia del Covid-19, y la económica, iniciada en 2019.
“Nos despidió injustificadamente argumentando reducción de la estructura y del presupuesto de la Conasami, así como, instrucción superior".
Necesitamos formar un frente nacional para la defensa de México, donde todos los damnificados de la 4T no demos a Morena la oportunidad en 2021, de que siga destruyendo al país.
Se ve una luz en la alianza entre PRI, PRD y PAN que podría ayudar a que millones de mexicanos se sumen a esta propuesta.
Mantiene también los proyectos más representativos de este gobierno: Aeropuerto General Felipe Ángeles, Construcción de la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.
¿Recapacitarán a los que les quede el saco? ¿qué gobernador ya ven atado a la 4T? Por lo pronto más de un secretario de gobierno debe volver al oficio político.
En la “nueva normalidad” que promueve entusiastamente el gobierno de la 4T, se impulsa a salir a la calle “sin miedo, sin temores”.
Tras evidenciar el primer caso, fue censurada por la propia Secretaría de Salud, quienes “buscaron ocultar y censurar a toda costa la verdad”.
Hay que hacer votos por que la Unidad de Inteligencia Financiera se conduzca no sólo en los límites de la legalidad, sino del propio decoro que se amerita
Hospitales y clínicas de Oaxaca van a paro por falta de insumos
CNTE irrumpe sede del SNTE y provoca incendio
Leer es una condición de clase
México sin soberanía energética y Pemex endeudada
"Ser enemigo de Estados Unidos es peligroso, pero ser su amigo es fatal", responde China a EE. UU.
“En Guerrero todo se puede”: Abelina López se ampara y no rendirá cuentas
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA