Cargando, por favor espere...

Yutaka Hosono
Es traductor y autor de varios poemas en japonés. Actualmente es profesor asociado de la Universidad de Surugadai, y secretario general del Club de Poetas de Japón.
Cargando...

Nació en la ciudad de Yokohama, en 1936. En 1958, se graduó en el Departamento de Lengua Española de la Universidad de Lenguas Extranjeras de Tokio. Se dedicó durante cuarenta años al trabajo oficial de Cooperación Internacional, lo que le permitió vivir en varios países latinoamericanos, como Brasil, Bolivia y México. Actualmente es profesor asociado de la Universidad de Surugadai, y secretario general del Club de Poetas de Japón. Aparte de su creación poética, se ocupa del estudio y la traducción al japonés de obras de la literatura latinoamericana y española, especialmente de su poesía moderna y contemporánea. Es autor de los poemarios en japonés En donde se agote la tristeza (1993), Cazador de flores (1996) y La máscara sonriente (2002), y en español ha publicado Dioses en rebeldía (1999). También formó parte del equipo de traducción, del español al japonés, de la Antología de la Poesía Mexicana Contemporánea (2004) y la Antología poética de la generación del 27, de Arturo Ramoneda (2007), Premio Shikai (mundo poético) del Club de Poetas de Japón. 

 

LAS MEJILLAS COLORADAS DE MI MADRE

En los inviernos

se hicieron más coloradas las mejillas de mi madre,

y brillaron vivamente, de especial manera,

aquel invierno del año cuando se perdió la Guerra.

 

En ese entonces por el golpe de la derrota,

se enfriaron aún más los corazones de la gente.

Ese frío hizo que la nieve fuera más intensa

en la zona semirural que está en las afueras

                                           [de la ciudad de Yokohama.

 

Y a medianoche cuando vinieron a buscarla,

mi madre salió desafiando el viento glacial

                                           [sobre su bicicleta,

amarró el maletín negro al portaequipajes, y partió

                                           [hacia la casa

donde esperaba la encinta aguantando sus dolores de parto.

 

Siempre vinieron a buscarla en las altas horas de la noche,

mi madre antes de salir averiguaba sin falta

                                           [la hora de la pleamar.

mi hermano menor y yo, que éramos estudiantes de primaria,

nos aferramos a las ropas de la cama,

 

y abrazando el vacío que quedaba

después de la salida de nuestra madre,

le pedimos que nos jurara

que regresaría pronto.

 

Cuando empezaba a amanecer, en el crepúsculo,

percibía en la espalda la resonancia del primer vagido,

mi madre retornaba precipitadamente a casa por la

carretera de Hachiouji,

y yo la estaba mirando en el sueño.

 

 

FLOR, LA OTRA CARA

Si yo tuviera una lengua de mariposa,

entraría en ti más y más profundamente

y te chuparía todo el amor.

 

Pero mi lengua es corta y plana,

por lo que sólo lamo esmeradamente los pétalos

y ando impaciente por el pistilo.

 

Sólo llego a un punto en el que aguardo.

mi Musa que se aleja de mí, y a pesar de ello,

viene apareciendo ante mis ojos cerrados algo sublime.

 

Es como las nubes, se transfiguran constantemente,

en montañas, en sueños, en alas de mariposas que

atraviesan el océano,

y a veces en dos cuerpos que se aman.

 

Hasta donde me sea posible acerco la nariz y la boca

a la flor que se sostiene entre las piernas atléticas como un adolescente,

aspiro lentamente el olor húmedo y nostálgico de la tierra natal.

 

“Ésta es mi otra cara”, dices murmurando,

te quedas liberado.

¿Eres mi madre?

Es como si yo lo saboreara por completo con mi lengua.

Pero tú estás siempre lejos,

como los pechos muy distantes.

 

 

DIOSES EN REBELDÍA

Los dioses están de pie,

apoyados sólidamente en tierra

como grandes árboles agonizantes.

Cargan el cielo en los hombros,

y aguantan a duras penas

el dolor de la convivencia.

 

(¿Por qué no huyen?

¿Por qué no venden sus almas?).

 

“Porque cierra nuestros ojos el sucio sudor,

porque aquí está lleno

de ondas ultracortas invisibles,

y no se ven los picos que hieren la noche”.

 

(No huimos, para ver.

No vendemos, para ver).

 

Algún día

tomando al violador por el cuello,

le estrangulan el corazón

junto con el entumecimiento de las manos y las piernas.

Sale de repente la lengua rojísima,

flamean el viento y las nubes,

y el cielo cae.

 

Los que se levantan de nuevo

desde el caos,

son también dioses inmortales en rebeldía.

 

 

COMO UN ARBOLEJO EN TIERRA DEVASTADA

Como un arbolejo

en tierra devastada,

quiero estarme inmóvil y sentado.

Desechadas las palabras

como hojas caídas en el suelo,

quiero quedarme sentado

aun de noche cuando corre a velocidad

un caballo bañado en las ancas

con luz de luna.

Sin embargo, aquí no llega el invierno.

Por más que las deseche,

las palabras surgen sucesiva

y agitadamente,

y con un baile radiante de luciérnagas,

hacen palidecer todo a mi alrededor.

¿Quién es

quien hace crecer frondosas las palabras

aunque estén rotos los troncos,

y me inclina hacia los otros?


Escrito por Redacción


Notas relacionadas

Los versos agudos reproducen el léxico de los afrodescendientes y de unas cuantas pinceladas plasma una escena del submundo nocturno y decadente del Panamá de principios del Siglo XX.

Considerado el poeta nacional palestino y uno de los más célebres literatos árabes contemporáneos. En su trabajo, Palestina es una metáfora de la pérdida del Edén, el nacimiento y la resurrección, así como la angustia por el despojo y el exilio.

Es una periodista, poetisa y activista de los Derechos Humanos nacida de ascendencia palestina. La mayoría de sus poemas reflejan el sufrimiento que viven los palestinos desde que el Estado de Israel ocupa ilegalmente su territorio.

La condena al imperialismo, la denuncia de sus atrocidades y calumnias contra la URSS, así como la certeza del fin del capitalismo son la esencia del poema "Yo canto a Lenin".

La nueva realidad estaba lista para la fotografía y también los ojos del poeta.

Revolucionaria ejemplar de la Guerra Civil, María Silva Cruz inspiró diversas obras, entre las que destaca el Romance de «La Libertaria», de la poetisa y periodista Lucía Sánchez Saornil.

Manuel Gutiérrez Nájera es considerado el padre del modernismo mexicano.

Es traductor y autor de varios poemas en japonés. Actualmente es profesor asociado de la Universidad de Surugadai, y secretario general del Club de Poetas de Japón.

Uno de sus críticos decía de él: “fue la antorcha de la poesía revolucionaria vietnamita durante la primera mitad del Siglo XX.

La madre es para la poetisa origen de una reflexión existencial en torno a la fugacidad de la juventud y la vida, reconociendo la importancia de nuestra ascendencia femenina, de las mujeres que se han ido.

Esta colección de ensayos políticos fue escrita para recoger, describir y evaluar lo que el propio autor llamó las “actas de los ideales colectivos” que el pueblo mexicano generó para sacudirse el colonialismo español.

Considerado el más famoso poema de Abelardo "Lalo" Delgado, este poema denuncia el desperdicio de talento de tantos migrantes, debido a que están condenados a la degradación y la violencia en una sociedad que los oprime.

Fue un poeta y escritor palestino de origen druso, A pesar de las dificultades y la censura, siempre escribió y abogó por los derechos de los palestinos. Su obra se distingue por su compromiso político y su enfoque en las cuestiones humanas.

Los artistas, y especialmente los escritores, vuelven a menudo sobre sus pasos, evocan la calle de su infancia, la casa paterna, a los familiares más queridos.

Su cuarta recopilación, No queda mucho tiempo para amar fue un punto de inflexión en la carrera del poeta, como análisis de la aceptación de la vida, y las maravillas de la naturaleza.

Edición impresa

Editorial

El verdadero culpable del atentado contra Trump


La venta de armamento es un fructífero negocio; las más perfectas y mortíferas armas dejan fabulosas ganancias a los capitalistas.

Sociedad anónima

Sociedad anónima 1143