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Veamos algunas cifras que dan sustento a lo anterior. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) aplicó una encuesta de la que se desprende que en el tercer trimestre de 2023 aumentó en 680 mil el número de personas en la informalidad respecto al mismo periodo de 2022; que en septiembre pasado había 32.6 millones de mexicanos con tal estatus laboral –cifra equivalente al 55.1 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA)– y que las tasas más altas de informalidad se ubicaron en Oaxaca, con 81.5 por ciento; Guerrero, con 77.4 por ciento; y Chiapas, con 75.4 por ciento.
En cuanto al número de pobres en el país, el estudio Medición de Pobreza 2022, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reveló que, al final de ese año, en el país había 46.8 millones de personas en esa situación, que el 37.7 por ciento se hallaba en pobreza moderada y 9.1 millones en pobreza extrema, a pesar de que el gobierno morenista alardea que ha reducido tal flagelo. Sin embargo, información fidedigna asegura que la proporción de las familias en esta situación que recibían alguna ayuda gubernamental se redujo del 23 por ciento en 2018 al nueve por ciento en 2022; es decir, que los programas sociales del gobierno de la supuesta “Cuarta Transformación” (4T) están llegando a menos mexicanos en miseria extrema que en el sexenio anterior.
AMLO se montó en el poder con el compromiso de que en su proyecto de cambio estarían “primero los pobres”. Pero después de cinco años de gestión, además de no enseñar a los pobres a pescar, se ha dedicado a lanzarles al aire charales y a desentenderse de los instrumentos con capacidad real para sacar a la gente de la pobreza: empleos bien remunerados, mejor educación y atención sanitaria de calidad. Los apoyos monetarios del gobierno morenista son paliativos que únicamente ayudan a solventar algunos gastos y no atacan seriamente la pobreza.
Otro de los grandes problemas de la 4T es la inseguridad pública; la violencia delictiva –provocada por el crimen organizado y por delincuentes menores– se ha incrementado y tiene bajo amenaza constante de robo, extorsión y muerte a millones de mexicanos. Pero desde “el circo” de Palacio Nacional se plantea lo contrario y se defiende la estrategia de “abrazos, no balazos”. Hasta el 13 de diciembre, según un reporte de TResearch, en el país se habían registrado 28 mil 654 homicidios (monto cercano al umbral de los 30 mil asesinatos por año) y en lo que va del sexenio se han contabilizado más de 174 mil homicidios, cifra que define a esta administración federal como la más sangrienta en la historia reciente del país.
El obradorismo ha acumulado más errores que aciertos; entre los primeros destaca la propensión del Presidente a polarizar al país, actitud con la que sólo ha logrado generar terribles crisis y evitado la solución pronta y oportuna de problemas económicos, sociales y políticos. Además, su obsesión por desarrollar a como dé lugar “obras faraónicas” como el Tren Maya, y buscar el control político de los otros poderes del Estado, del empresariado y los medios de comunicación, le han merecido la denominación de autócrata aprendiz, torpe y fallido.
Desde que en 2018 asumió la Presidencia, AMLO evidenció los síntomas de una enfermedad política grave: la “ambición de concentrar todo el poder”. Y aunque este padecimiento personal es crónico y quizás no contagie a mucha gente en el futuro próximo (dependerá de Claudia o Xóchitl), sus daños y secuelas negativas en el tejido social, la economía nacional y la infraestructura física del Estado perdurarán algún tiempo, para mal de muchos mexicanos, especialmente para los más pobres.
A finales de este año, AMLO se irá de Palacio Nacional, sin comprender que su “popularidad” se debió a las entregas monetarias en efectivo con las que, además de comprar votos para su partido y brindar mínima satisfacción a muchos mexicanos marginados, brindó estabilidad política a la oligarquía comercial, industrial y financiera de México.
Para estas élites y los políticos de partido que tiene a su servicio, las ambiciones de poder absoluto de AMLO, su megalomanía, su demagogia ramplona y sus ocurrencias no existieron o fueron únicamente rasgos pintorescos; en contraste con la deuda que, más temprano que tarde, las clases pobres cobrarán a quien herede este legado de pesadilla política antidemocrática. Por el momento, querido lector, es todo.
El actual le llama bienestar, como bandera para legitimarse; su nueva secretaría es del “Bienestar”; el banco también... idealismo semántico para marear incautos.
El desproporcionado aumento del gasto improductivo del gobierno a expensas del productivo solo ahondará la crisis; aunque crea una apariencia de mejora por el reparto de dinero, no es sustentable.
AMLO sigue hablando del pasado mientras el desempleo ha crecido de modo alarmante por la pandemia, provocando que muchas familias mexicanas pasen a engrosar las filas de la pobreza y no tengan los recursos mínimos para adquirir la canasta básica.
Las manifestaciones forman parte de la “Jornada Nacional de Movilizaciones. La Secretaría de Cultura que todos queremos”, informaron los sindicalizados.
Ante el incremento constante de la violencia en México, este año electoral debemos analizar y utilizar nuestro voto para detener la masacre. Por ejemplo, en Guerrero surge la propuesta del PAC, un nuevo partido que nace de las colonias, de los pueblos de la montaña.
El Hospital General del IMSS, SLP, carece de equipo y especialistas que atiendan a derechohabientes de los 20 municipios de la Huasteca Potosina, incluidos sus vecinos de Hidalgo, Veracruz y Tamaulipas.
La senadora Xóchitl Gálvez pidió al Ejecutivo Federal escuchar las demandas históricas que aquejan a los pueblos indígenas y que se les reconozca como sujetos de derecho público.
Las diputadas federales del PRI, Cynthia López Castro y Cristina Ruiz, afirmaron que la desaparición de Notimex le dará a Morena mil millones de pesos para financiar la campaña de 2024.
La manifestación ha sido resguardada por la policía capitalina, que ha impedido el paso de varios manifestantes, además de prohibir la instalación de equipos de audio de los trabajadores.
La llegada de Xi Jinping al poder inauguró una nueva etapa en la historia del Partido; el desarrollo de las fuerzas productivas ya se había cumplido; seguía la fase en la construcción del socialismo: atacar las desigualdades generadas por el desarrollo capitalista de las fuerzas productivas.
La madrugada de este lunes se registró una balacera en el Happy Bar Terraza, en el municipio de Ixtapaluca, estado de México, donde murieron tres personas y otras siete resultaron heridas.
Los programas sociales no se focalizan para la parte poblacional más pobre, porque el diagnóstico que se tiene es erróneo.
Con cerca del 1% del PIB, México es el segundo país del continente con menos apoyos a la economía.
Tarde o temprano estos gobiernos serán odiados por la población, porque no hay peor régimen que el que además de no escuchar y resolver las necesidades del pueblo, lo reprime y agrede.
Muchos estados esperan alcanzar el color de riesgo mínimo y lograr la estabilidad para que puedan regresar a las aulas.
Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).