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La voz sobre la muerte es el título que da Regino Pedroso al último de los quince cantos de Más allá del mar, moderna epopeya en la que el héroe es el proletariado latinoamericano, cuyas raíces están hondamente afianzadas en su historia de sufrimiento y pérdidas colectivas; y que a través de los siglos, desde múltiples orígenes geográficos y étnicos, arribó a este nuevo mundo, en el que afrontará todavía incontables tormentos, triunfará sobre tiranos y opresores y donde está llamado a construir una sociedad libre de explotación.
Una cita de Rabindranath Tagore abre el canto decimoquinto de este extenso poema épico: “Moriré una vez y otra, y sabré que es inagotable la vida”. En otras palabras, una vida humana representa a todas y aunque uno muera, siempre está naciendo otro que lo sustituirá. Es la misma idea que otro gran poeta popular, Pablo Neruda, expresaría en El Pueblo, hermoso canto a los explotados del mundo, creadores de todo lo que existe, que en interminables generaciones “siguen naciendo y llenarán el mundo”.
Tres sonetos de altísimo registro forman el canto final. En el primero, el poeta se convierte en la voz de los pueblos explotados, que se rebelan ante el abuso, el expolio, la persecusión y la tortura y se aprestan a romper el yugo y alcanzar el “gran sueño humano”.
Aquí, muriendo en agua corrompida,
desangrado y negado y perseguido,
venciendo al odio y tu puñal de olvido,
mi voz se elevará sobre la vida.
En carne de Verdad y angustia herida
sueño fui, dolor soy, amor he sido;
no agotarán mi río estremecido
fuego, cicuta o hiel, azote o brida.
Por anchos cauces de un gran sueño humano
seguirá mi clamor; turbio ni preso
por tu lodo ha de ser; aún más profundo,
sobre mentira cruel y odio inhumano,
con luz de alma y con sangrar de hueso,
contra ti mismo salvaré mi mundo.
El segundo soneto expresa la convicción absoluta de que el futuro pertenece a los pueblos del mundo; el poeta profetiza el nacimiento de otros hombres, llamados a completar la gran obra colectiva de la Revolución y en la que todos los luchadores del pasado estarán presentes, en otras palabras, habrán alcanzado la inmortalidad a pesar de su finitud material.
Para el alba de amor que está cantando
canción de eternidad en la mañana,
quemo mi nave, y mi voz, quemando
desnudez de emoción, en luz se ufana.
Por mares de amargura voy sangrando;
y hacia una inmensidad ancha y lejana,
la llama de mi vida va soñando,
más alta en su dolor y más humana.
Podrás hacer de mí ceniza o roca;
en mármol de opresión sellar mi boca;
vencer mi carne y apagar mi aliento.
Con fuerza de infinito, sobrehumana,
el hombre vencedor del sufrimiento
clamará con mi voz desde el mañana.
El último soneto de Más allá del mar es un dignísimo final para esta obra maestra de la poesía revolucionaria que sintetiza la historia de los explotados, sus luchas y derrotas, la indoblegable esperanza y la certeza del inevitable triunfo sobre las tiranías. Un profético verso adicional, un estrambote, después de los 14 versos finales, borda la última puntada al rojo estandarte del poeta y revolucionario cubano.
Ante una lobreguez de antiguos cielos,
en ansia de otra tierra alcé mi lanza,
y quien bogó por mares de esperanza
vio turbios días naufragando anhelos.
Vida y clamor, en noches de desvelos,
lloraron siglos de desesperanza;
y ante esta sombra que al futuro avanza,
la angustia hoy sólo ve miseria y duelos.
Mas en la playa de azul el hombre espera,
–¡árbol de luz, canción de primavera!–
libre en olas de Sol, desnudo y fuerte.
Mientras tú pasarás hacia la nada,
con tu noche, tu crimen y tu espada,
entre aguas turbias y mudez de muerte!…
¡Y mi voz cantará sobre tu muerte!
Álvaro Yunque es su nombre de batalla en las lides poéticas, desde donde combate “por la liberación económica del proletariado”.
Madre, es el título de este hermoso poema que hoy compartimos con nuestros lectores, escrito por la poetisa y polígrafa española Carmen Conde.
North & South fue su primer poemario publicado, contiene poemas que exploran temas como la pérdida, la memoria y la naturaleza.
Desde su exilio en México, León Felipe prologaba así el poemario "Belleza cruel", de Ángela Figuera, reconociendo la valentía, el coraje y la esperanza de los poetas españoles de la posguerra.
Maestro y poeta, las hadas no permiten que ni la cárcel ni la persecución lo amarguen; su poesía límpida y cristalina va a los niños, al pueblo; en ella se complacen todos, jóvenes y viejos. Es poesía.
Desempeñó un papel crucial en el desarrollo del movimiento literario conocido como Shintaishi o “nuevo Romanticismo”, que buscaba revitalizar la poesía japonesa a principios del Siglo XX.
Fue una escritora, poetisa, cantante y activista por los derechos civiles estadounidenses.
El verso y la prosa son como dos pisos de la misma casa.
Escritor, ilustrador y artista conocido por su poesía nonsense y sus Limerick.
La condena al imperialismo, la denuncia de sus atrocidades y calumnias contra la URSS, así como la certeza del fin del capitalismo son la esencia del poema "Yo canto a Lenin".
Considerado uno de los fundadores de la poesía moderna en su país, sus poemas se inspiraron en argumentos de la vida cotidiana y rural a través del uso de un léxico simple y expresiones coloquiales.
Representan el primer florecimiento de la poesía pentasilábica en la tradición china. Se trata de la producción anónima de diversos literatos pertenecientes a la clase terrateniente media y baja.
Sus poemas han sido traducidos al árabe, albanés, chino, hindi, italiano y rumano.
Es un antipoema que se adapta como un guante a la política actual.
La poetisa hablaría acerca de su creación, concebida como décimas por ser éste un metro musical y en el que se expresa el pueblo.
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Escrito por Tania Zapata Ortega
Correctora de estilo y editora.