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Inmediatamente después de su toma de posesión, el Presidente declaró públicamente que el petróleo es del pueblo, de la Nación, que no se iba a continuar privatizándolo, que se administrarían los recursos nacionales con los trabajadores, con los técnicos de nuestro país, para que esta industria se levantara. Pocos días después anunció que la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) había sido rescatada y que su producción iba en aumento.
Estas declaraciones y buenos deseos con respecto a Pemex coincidían con las ya viejas posiciones del Presidente en torno a la privatización y el neoliberalismo; en 2019, en cuanto asumió el Poder Ejecutivo, ordenó revertir la privatización, suspender los contratos con empresas privadas y las rondas petroleras, declarando desterrado e inexistente el modelo neoliberal; pero no pasó mucho tiempo antes de que las acciones del gobierno de la “Cuarta Transformación” se opusieran diametralmente a los discursos y promesas oficiales pronunciados ante los trabajadores petroleros y el pueblo de México. Los anuncios de febrero y marzo de este año en torno a la reanudación de contratos con el capital privado y de nuevas rondas para concesionar la explotación de los yacimientos de hidrocarburos en territorio nacional muestran que los hechos contradicen totalmente las declaraciones vertidas al inicio del sexenio. De esto se ocupa nuestro Reporte Especial de esta semana.
Tanto la reanudación de los contratos privatizadores y las rondas para adjudicarlos como las promesas del gran capital trasnacional que tanta alegría causan al gabinete morenista tienen como base las reglas contenidas en la Reforma Energética de 2013-2014, que desde su campaña, el ahora Presidente caracterizó como una reforma neoliberal y desnacionalizadora.
Repudiar el neoliberalismo, declararlo muerto o desterrado y después celebrar con gran entusiasmo las promesas del capital trasnacional y sus buenos propósitos para México es de lo más incongruente; haber condenado la privatización de la industria petrolera mexicana, ordenar el fin de este proceso, prometer el rescate de Pemex y, al año siguiente ratificar los contratos firmados durante el gobierno anterior, firmando otros semejantes al mismo tiempo que se declara como indispensable la inversión y la concesión de contratos en esta industria al capital privado, incluido el extranjero, recuerda la imagen del que escupe dentro de un pozo y acto seguido bebe de las aguas del mismo.
La herencia que el nuevo gobierno recibirá de manos del presidente es una situación crítica en los más importantes aspectos económicos y sociales del país.
"Esta derrama económica es importantísima y por eso no se nos cayó el consumo, a pesar de la pandemia y la crisis económica", remarcó.
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, dijo que los 29 nuevos proyectos representan un total de 228 mil millones de pesos.
La operación carrusel, mediante la cual el monto millonario se fragmentó en cientos de depósitos de 50 mil pesos cada uno.
En México no solo está asediada la libertad de expresión, como acabamos de demostrar, sino la libertad a secas, una e indivisible, de todos los mexicanos.
Llamamos a todos los mexicanos, conscientes de esta problemática a luchar sin descanso por un proyecto de país que recoja las reivindicaciones de las mayorías.
La reducción de dos mil millones de pesos (mmdp) al presupuesto del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y Afromexicano (INPI) en 2020 fue un golpe histórico contra proyectos sociales relevantes, como el de la Infraestructura Educativa Indígena.
El conflicto en el CIDE comenzó el pasado 29 de noviembre tras la designación de Romero Tellaeche como director general de la institución.
Las políticas educativas del nuevo gobierno, en lugar de incrementar el presupuesto lo han reducido. Las políticas de profesionalización docente pasaron de erradas a prácticamente inexistentes y la política de becas.
La Secretaría de Salud informó el jueves que ya son 116 mil 487 las personas fallecidas por el nuevo coronavirus SARS-COV-2 en México.
Me atrevo a pensar, no estarían en contra de que alguien se reeligiera en algún puesto, siempre y cuando los gobernantes fueran buenos y hubieran trabajado en favor del pueblo.
México tocó el índice más alto de corrupción del presente sexenio.
¿Recapacitarán a los que les quede el saco? ¿qué gobernador ya ven atado a la 4T? Por lo pronto más de un secretario de gobierno debe volver al oficio político.
Con un 2020 complejo, el edil admite el severo daño que los tijerazos de fondos que apoyaban a los municipios.
Los efectos de la llamada “Cuarta Transformación” (4T) han sido mayoritariamente decepcionantes.
Escrito por Redacción