Cargando, por favor espere...

Subcontratación en la 4T
La reforma laboral obedece a las políticas que el FMI dictamina a las economías nacionales, porque es una práctica esencial para el funcionamiento del neoliberalismo, ya que pone la relación entre patrones y trabajadores en manos del mercado.
Cargando...

La subcontratación (outsourcing) es un sistema de relaciones laborales que ha ganado peso en el mundo. En México, este tipo de contrato se legalizó con la reforma laboral de 2012. El Artículo 15º de la Ley Federal del Trabajo (LFT), fracción A, define: “El trabajo en régimen de subcontratación es aquel por medio del cual un patrón denominado contratista ejecuta obras o presta servicios con sus trabajadores bajo su dependencia, a favor de un contratante (que) fija las tareas del contratista y lo supervisa en el desarrollo de los servicios o la ejecución de las obras contratados”. La reforma vino a regularizar una práctica que en el mercado laboral ya era común; entre 2008 y 2013, años de los que hay cierta estadística disponible sobre su aplicación, creció el 31 por ciento, mientras que los empleos remunerados solo aumentaron el siete por ciento. Se estima que, a finales de 2019, cinco millones de trabajadores en México (uno de cada 10 ocupados) tenía un empleo en el régimen de la subcontratación.

La reforma laboral obedece a las políticas que el Fondo Monetario Internacional dictamina a las economías nacionales, porque es una práctica esencial para el funcionamiento del neoliberalismo, ya que pone la relación entre patrones y trabajadores en manos del mercado. La subcontratación permite a las empresas no contratar directamente algunos de sus trabajadores y dejar fuera de su control una parte del proceso de producción. Mediante este mecanismo, las empresas hacen uso de los trabajadores sin que éstos les generen obligaciones laborales. Esto no es sino el resultado de la permanente búsqueda del capital para abaratar las fuerzas del trabajo. Cuando las outsourcing fueron legalizadas en México, los trabajadores pensaron que habría más y mejores fuentes de empleo, pero sus resultados están a la vista: pocos empleos nuevos y mayor precarización en los que existen.

Recientemente, funcionarios del Gobierno Federal, el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador entre ellos, anunciaron la adopción de medidas legales para atacar la evasión fiscal y el incumplimiento de las responsabilidades laborales y sociales, generadas por las empresas de subcontratación. Sin embargo, declararon como “intocable” su permanencia en la LFT, dejando intactos sus perniciosos efectos neoliberales sobre los trabajadores. Algunos grupos radicales, entre ellos el partido Movimiento Regeneración Nacional, exigen su inmediata “ilegalización”, pero no vislumbran que su eliminación de un plumazo dejaría a millones de trabajadores mexicanos sin esa única, aunque mezquina, fuente de ingreso.

El capitalismo mexicano tiene que elevar su capacidad productiva, sus niveles de empleo y el ingreso de sus trabajadores. Estos pendientes solo se obtendrán con una política industrial integral. El Estado tiene mucho qué hacer en esta materia, pero también, y sin provocar una desbandada de capitales, no puede ignorar la precariedad laboral padecida por millones de subcontratados, en quienes los embates del capitalismo más feroz se han focalizado. En este objetivo, la lucha contra el capital no puede darse uno a uno, porque el único margen de acción que los trabajadores tienen para hacer valer sus derechos, es su organización colectiva.


Escrito por Vania Sánchez

Licenciada en Economía por la UNAM, maestra en Economía por El Colegio de México y doctora en Economía Aplicada por la Universidad Autónoma de Barcelona (España).


Notas relacionadas

El déficit alcanzará el 5.9 por ciento del PIB, superando con ello al registrado con Peña Nieto, su precedente más cercano.

Expertos del FMI explicaron que la economía muestra señales de desaceleración, a pesar de la postura fiscal expansiva vigente.

Pronostican el continuo aumento de la deuda pública mexicana, superando el 50% del PIB en los próximos años.

El Gobierno de Argentina tomó la determinación de emitir nuevamente las llamadas Letras del Tesoro por un valor de 60.000 millones de pesos, que tendrán fecha de expiración para diciembre de 2018, con una tasa de interés del 60 por ciento.

Larry Kudlow, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca en Estados Unidos (EE.UU.), sugirió al Gobierno argentino de Mauricio Macri convertir su economía al dólar, en una estrategia que, según el experto, es la "única forma" de salir de di

“Nos enfrentamos a una combinación implacable de crecimiento lento y deuda elevada”, declaró la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.

A falta de iniciativa política, la incertidumbre financiera sigue instalada en Argentina. Con el peso en caída libre y los tipos de interés más altos del mundo (60%), todos los ojos estaban puestos este viernes en las señales que emitiera la Casa Rosada.

El FMI alertó que el conflicto en la zona oeste de Ucrania empeorará la situación inflacionaria en América Latina debido a la presión que está generando sobre el precio de la energía.

Este lunes el presidente argentino, Mauricio Macri, anunció en un mensaje grabado que suprimirá la mitad de los ministerios en el marco de una serie de ajustes que plantea su Administración. Acto seguido, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, brindó u

... que la transformación económica de China no solo ha cambiado la vida interna del país, sino la economía global.

La reforma laboral obedece a las políticas que el FMI dictamina a las economías nacionales, porque es una práctica esencial para el funcionamiento del neoliberalismo, ya que pone la relación entre patrones y trabajadores en manos del mercado.

Hasta el momento, más de 80 países ya han solicitado ayuda de emergencia al FMI.