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El sistema capitalista, dominante en el mundo, aunque cada vez con menos influencia, se acerca a su fin a pesar de los remedios y medidas desesperadas por mantenerlo vivo. Nadie puede negar el impulso que a su manera ha dado al desarrollo económico del mundo. Los países pioneros en este sistema colmaron su mercado interno a tal grado que sus consumidores nacionales resultaron insuficientes, frenaron la producción y llevaron a estos países hacia crisis de sobreproducción recurrentes, de las que han salido gracias a la conquista de nuevos mercados, cada vez más lejanos, competidos y difíciles de ocupar.
Para agrandar y consolidar su dominio en el planeta, cada centro capitalista ha desplegado, sin escatimar esfuerzos, todo tipo de armas: la ideológica para justificar su superioridad como país conquistador y la supuesta inferioridad racial de la nación conquistada; la comercial ofreciendo cada vez más productos, de mejor calidad y menor precio; la exportadora, para imponer su capital industrial y financiero, y la crediticia o usuraria para mantener a otros países en deuda eterna. Y cuando todo esto resulta insuficiente para consolidar su dominio, recurre a las guerras armadas imperialistas, disfrazándolas de cruzadas que defienden los valores occidentales, para anexarse territorios y apropiarse de mercados y materias primas. En la aplicación de estas medidas para la conquista de mercados, tanto de manera directa como indirecta, estos países siempre han afectado a la clase obrera no solo mediante la explotación laboral, los despidos masivos, su uso como carne de cañón y toda una cauda de males sociales, sino también con el dominio espiritual y con el consumo de drogas (guerra del opio).
Hoy, la economía de Estados Unidos (EE. UU.) se encuentra en su enésima crisis, a pesar de las guerras que alimentan su industria bélica; la impresión de cifras astronómicas de dólares sin respaldo; el saqueo de materias primas en la mayoría de las regiones de Latinoamérica, África, Asia; de los contratos comerciales ventajosos como el de México, de los préstamos a tasas de interés que suben cada vez que Washington provoca desorden, etc. A pesar de estas ventajas, hoy, el imperio se detuvo por el rechazo a su influencia en el Medio Oriente y por la reducción de su mercado externo propiciada por el avance incontenible de la economía china.
México, como parte de ese mismo sistema, no está exento de los males recurrentes que frenan el dominio estadounidense. Si allá hay una sacudida económica, un ligero retroceso o un avance tecnológico, aquí hay un verdadero terremoto con grandes secuelas de desempleo y pobreza; esto lo sabe todo el mundo. En 2019, la economía mexicana retrocedió 0.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Este “descalabro” se esperaba, pese a que el Presidente, con una actitud vana y nada inteligente, había prometido un crecimiento del cuatro por ciento. La responsabilidad del retroceso fue fundamentalmente suya por falta de prevención. Con su discurso optimista expuso a los mexicanos a un golpe inesperado, seco, desalentador, cuyas consecuencias hoy están sufriendo los trabajadores y celebrando, debido a los beneficios cosechados, las grandes empresas internacionales y mexicanas que regentean Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego y otros “pobres”, diligentemente atendidos por el primer mandatario.
La pandemia del Covid-19 no es tan recurrente como las crisis, pero su agresividad fue advertida con suficiente tiempo para que el Presidente tomara las medidas necesarias y amortiguarla. Los especialistas en los ramos de salud y finanzas le ofrecieron un diagnóstico preciso de la falta de hospitales, camas, equipos médicos, personal especializado y medicinas para que las medidas de contingencia redujeran el daño sanitario. En el ámbito socioeconómico, asimismo, AMLO recibió información suficiente tanto de instituciones nacionales como internacionales sobre la urgente necesidad de que su gobierno habilitara un programa emergente para evitar que el confinamiento no afectara el ingreso de los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas, y otro que diera apoyo alimentario o dinerario a los desempleados durante el acoso de la pandemia.
AMLO nada hizo de lo aconsejable y razonablemente manifiesto. Al contrario, él y el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, que actúan como tiranuelos ignorantes, hicieron burlas desdeñosas de esas propuestas y aprovechándose de la falta de información del pueblo se dedican a conjurar el Covid-19 con estampitas y fetiches o con recetas de mole poblano y guajolote. En estas actitudes hay, además de perfidia, una burla al pueblo de México.
Los resultados de la desinformación y la ineficiencia gubernamentales son elocuentes: millones de desempleados y hambrientos en el campo y la ciudad; los infestados, víctimas y victimarios inocentes, deambulando en la ciudad y el campo; los hospitales saturados de enfermos; los crematorios trabajando a toda marcha y los panteones abiertos con fosas comunes. Pero aún no sabemos cuándo terminará este acecho y cuántas víctimas más caerán. Los trabajadores están completamente solos. No hay Estado, ni gobierno, ni gobernante que brinde seguridad y esperanza a los mexicanos.
Pero éstos no solo están desamparados, ya que sus pocas organizaciones padecen una guerra de aniquilamiento lanzada desde la alta tribuna presidencial. Desde antes de tomar posesión del cargo, AMLO emprendió la lucha contra todas las organizaciones de masas para atomizarlas y quitarles la fuerza que requieren para defender y aumentar sus derechos, y para luchar por el bienestar material y espiritual de la gente pobre. Ataca con igual odio e inquina a sus líderes acusándolos de corrupción, sin probarles absolutamente nada, aprovechando la tribuna mediática que paga con el dinero del pueblo. Ha comprado la conciencia de muchos ciudadanos con las transferencias monetarias y, al mismo tiempo, ha negado las obras sociales a numerosos pueblos y colonias marginados que necesitan urgentemente obras de infraestructura urbana básica.
En resumen: AMLO ha dejado al pueblo de México indefenso ante el ataque de la pandemia y de la crisis económica, lo tiene preso e indefenso con dádivas y, por si fuera poco, lo alecciona e insufla de odio feroz contra sus propios hermanos que están viendo cómo al país avanza hacia el abismo.
Primero a los pobres: dos golpes y un plan perverso. Mexicano humilde, pueblo trabajador: profesionista, ama de casa, campesino, comerciante, pequeño y mediano productor, empresario con miras de largo alcance, luchemos por formar un frente común para conquistar en un primer paso el Congreso de la Unión y consecuentemente el poder de la República; y en una segunda etapa luchemos por un país competitivo y rico que dé empleo, buenos salarios y garantice el desarrollo material y espiritual de nuestro pueblo. ¿En estos tiempos puede pedirse más?
AMLO envió seis mil elementos de la recién creada Guardia Nacional para frenar el paso de migrantes a la frontera sur, violando sus derechos humanos.
Esta es la mayor reforma al sistema desde la llevada a cabo por el presidente Ernesto Zedillo en 1994, la cual resultó en la formación del Consejo de la Judicatura Federal y la reestructuración de la Corte.
Porque el gobierno de Morena aplica facciosamente la ley, persiguiendo a quienes considera sus enemigos políticos, mientras deja intactos a los que comulgan con el Presidente y su partido.
La reforma judicial de AMLO propone la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros de la SCJN.
La estrategia es clara: ganar el Congreso en el 2021. La táctica también es clara: usar el dinero público, las mañaneras y las redes sociales para hacer campaña.
La llamada "Ley Garrote" promovida por el partido del Presidente y que hoy gobierna México, va contra la libertad y ataca directamente al Artículo noveno de nuestra Carta Magna.
Discursos, palabras, frases hechas, como la del mandatario: el combate a los feminicidios es por convicción y no por moda. Frases huecas de un discurso trillado.
Desempleo, bajos ingresos, encarecimiento de los artículos de primera necesidad, para esto sí tienen preferencia los pobres en el gobierno actual. No se han cumplido las promesas, las crisis económica y sanitaria y la política de la 4T hunden al país.
El 70 por ciento de los encuestados no cuenta con empleo y de éste, 61 por ciento perdió su trabajo por causa del Covid-19.
Nuestra sociedad se encuentra sumergida en un ambiente que lejos de educar al individuo por el buen camino lo está llevando al individualismo, a ser un mexicano agresivo y autoritario
La caravana saldrá de Cuernavaca el 23 de enero y llegará a la capital el día 26, específicamente a las oficinas de Palacio Nacional.
Demandaron al Presidente de la República salvaguardar a la población ante la pandemia y exigirle, nuevamente, que se implemente un plan nacional de alimentos.
Otra caravana de alrededor de 300 migrantes, haitianos en su mayoría, salió este miércoles a las 8:00 horas de Tapachula.
En las manifestaciones hay estudiantes de secundaria, quienes piden se les vacune y se agilice la vacunación en general.
En muchos casos los técnicos no cuentan con la capacitación adecuada para esta tarea ni un plan de trabajo concreto.
El idioma ruso: un vínculo vivo entre culturas y tiempos
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Escrito por Rodolfo de la Cruz Meléndez
Colaborador