Cargando, por favor espere...

Reportaje
Las monas una capilla Sixtina de la prehistoria tardía en Chihuahua
Se habla de “la cueva”, pero igual se le conoce como “las cuevas”, o simplemente Las Monas, porque no se trata de una sola oquedad, sino de un complejo extenso de cuevas y paredes rocosas intervenidas por grupos étnicos originarios, antes y después de la invasión europea de la región.


Se habla de “la cueva”, pero igual se le conoce como “las cuevas”, o simplemente Las Monas, porque no se trata de una sola oquedad, sino de un complejo extenso de cuevas y paredes rocosas intervenidas por grupos étnicos originarios, antes y después de la invasión europea de la región.

Enclavadas en el municipio de Chihuahua, las cuevas de Las Monas constituyen lo que quizás sea el conjunto más grande y complejo del arte rupestre de las culturas anteriores a la colonización europea en el territorio de Chihuahua.

El doctor Arturo Guevara Sánchez, quien trabajó en y dirigió el Centro INAH Chihuahua, estudió, registró y dio a conocer para el público y la academia, la existencia de la Cueva de las Monas. En el estado de Chihuahua existen varios sitios con muestras del arte rupestre, entre los que destaca muy particularmente esta cueva de grandes dimensiones, conocida primeramente por los lugareños como la Cueva de las Monas. Este sitio se localiza aproximadamente a 44 kilómetros en línea recta al noroeste de la capital del estado, en las estribaciones de la Sierra de Majalca.

Hablamos de “la cueva”, pero igual se denomina “las cuevas” o, simplemente Las Monas, porque no se trata de una sola oquedad, sino de un complejo extenso.

El arte de la prehistoria tardía

A la distancia de 500, 600 o tal vez más, hasta 1000 años, asombra al visitante la descripción de un fragmento de esta obra de arte de los desaparecidos indios conchos: “El grupo está compuesto básicamente por cuatro figuritas de hombre de pequeñas dimensiones, de color rojo, que muestran sus brazos abiertos en jarras y con los pies separados, el segundo de izquierda a derecha porta un objeto más o menos ovalado en la mano izquierda que posiblemente sea la estilización de un pescado”.

Indudablemente, se trata de una riqueza monumental, a juicio del arqueólogo Arturo Guevara, autor de un trabajo que describe el sitio y quien dio a conocer las cuevas al público. En Las Monas se conjuntan pinturas elaboradas antes de la llegada de los españoles y otras que se realizaron en plena Conquista, según su descubridor, quien escribió el folleto titulado Algunos sitios arqueológicos en proceso de transculturación del centro del estado de Chihuahua.

Las pinturas sobre las rocas son muy numerosas y, para elaborarlas, los artistas utilizaron pigmentos de varios colores, aunque destacan el negro, el rojo y el blanco. Estas paredes pintadas están sufriendo un serio deterioro debido, principalmente, a la acción destructora de los visitantes vándalos, a los elementos naturales y, en algunos casos, a que las avispas han fabricado panales sobre ellas.

Riqueza del sitio

Las Cuevas de las Monas son una serie de pequeñas cuevas situadas en un paraje que se encuentra a 17 kilómetros al poniente del kilómetro 38 de la carretera Panamericana. Ahí existen vestigios de ocupación humana indígena previa a la Conquista, tales como restos de alfarería y de herramientas de piedra que localizó Guevara.

En otro sitio relacionado con esta cultura, en las inmediaciones de Las Monas, el reportero localizó hace algunos años un paredón rocoso llamado provisionalmente “Punta de Agua I”, en donde estuvo localizado un taller prehispánico de herramientas de piedra, para lo que los indígenas utilizaban una especie de piedra vidriosa de color guinda, igual a los fragmentos que se ven en las cuevas de las pinturas.

En Las Monas hay un gran número de pinturas y dibujos, algunos de ellos inquietantes y reveladores, como El hombre de la cruz. En el Grupo 13, Arturo Guevara lo describe: se trata de “un personaje de grandes dimensiones”, de 1.06 metros de altura, de color blanco delimitado con una gruesa línea roja.

El hombre porta lo que parece ser una capa larga y presenta el brazo derecho doblado hacia fuera del cuerpo. Sostiene con la mano izquierda lo que parece ser una cruz procesional (“una versión muy estilizada de la cruz de Jerusalem”, dice Guevara), la que fue símbolo de la Orden de San Francisco. “Del brazo derecho de la cruz se desprende una línea de puntos blancos que posiblemente sean la representación de un rosario”.

Éstas y otras de las figuras fueron hechas, indudablemente, en fechas posteriores a la colonización de los españoles, y fueron pintadas en algunos casos encima de otros diseños anteriores.

Esta cueva (más bien se trata de varias oquedades en la ladera norte de La Sierrita) fue reportada en la segunda mitad de la década de 1980, cuando se realizaron los primeros estudios sobre la historia cultural de los componentes del sitio. En la década de 1990, debido al aumento en el número de visitantes, se realizaron los primeros trabajos de limpieza, instalación de barandales, cédulas y acondicionamiento de senderos.

La polémica: ¿apaches o conchos?

Guevara Sánchez es partidario, como ya se expuso arriba, de atribuir la factura de estas pinturas sobre la roca a las tribus de los indios conchos que poblaban y recorrían una vasta región del actual estado de Chihuahua, desde lo que hoy son los municipios del Sur, como López, Coronado, Jiménez, abarcando todo el Centro-Sur: Rosales, Valle de Zaragoza, Satevó, Meoqui, La Cruz, San Francisco de Conchos, Delicias, Saucillo, Julimes. Se agregan sitios del Centro y del Norte: Chihuahua, Aldama, Aquiles Serdán, Santa Isabel, partes de Namiquipa, Ojinaga y Coyame.

De otra parte, dentro del propio Centro INAH Chihuahua, existe otra interpretación que pone en el escenario de Las Monas a la etnia tarahumara. Para el arqueólogo Enrique Chacón Soria, quien trabaja en el Proyecto Arqueológico Cueva de las Monas, siempre han existido interpretaciones encontradas. “Desde… finales de los 80, el sitio se ha nutrido de nuevas opiniones y observaciones sobre la antigüedad de las pinturas y sobre el grupo o grupos que las pintaron... las primeras interpretaciones arguyen que fueron los indios conchos quienes realizaron la mayoría de las pinturas, pero a raíz de nuevos hallazgos consideramos que fueron los indios tarahumaras los responsables del mayor número de pintas. Se arguyen al menos tres etapas pictóricas en la Cueva de las Monas: arcaica (+/-500d.C.), colonial (siglos XVII al XVIII) y apache (Siglo XIX)”.

Para Arturo Guevara, por el contrario, la misma localización del sitio de Las Monas permite establecer la autoría de las pinturas sobre la etnia concha. Argumento geográfico. Nuevos estudios del propio Arturo Guevara –realizados sobre todo en interpretación, en estilo artístico y en simbología comparativa–, indican que, en efecto, Las Monas comparten muchos rasgos con otros sitios que son propia y señaladamente de la cultura de los conchos, como el paredón rocoso con petrograbados de San Nicolás de la Joya (Satevó). Entre otros rasgos que el arqueólogo ha identificado, se encuentra el simbolismo que revisten las garras de oso pergeñadas en dibujos, y que “se atribuyen a una especie de rito que eleva a los osos como animal tótem”.

Las Monas son, como las llama el estudioso, vestigios de una época en la que se empalmaron dos culturas: la de los indios conchos originales del Centro y Sur de Chihuahua, y la de los mismos conchos en pleno proceso de asimilación a la cultura judeocristiana de los españoles.

Quién es Arturo Guevara

Arturo Guevara Sánchez es arqueólogo, maestro en museografía y doctor en historia. Cuenta además con el título de profesor de educación primaria y profesor de Física y Química. Ha trabajado como arqueólogo en varios estados de México, principalmente en la región del norte, donde fue pionero en el estudio de varios sitios arqueológicos, entre ellos Las 40 Casas y La Cueva de las Monas. Es notable también su libro  Avances en el estudio de los cazadores-recolectores del norte centro, en el que resume sus propios trabajos arqueológicos en torno a las etnias originarias del Bolsón de Mapimí. “Este trabajo fue redactado para presentar algunos de los avances que se han logrado en fechas recientes en el estudio de los grupos cazadores-recolectores del sureste del estado de Chihuahua y en el resto del Bolsón de Mapimí”.

Fue director del Centro Regional Norte del INAH y del Museo Regional de la Laguna. Posteriormente, ocupó el cargo de director fundador del Centro INAH Chihuahua, en 1984. Actualmente es investigador jubilado del Centro INAH Chihuahua y profesor de la materia Materiales Arqueológicos en la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México. 

 

 


Escrito por Froilán Meza

Colaborador


Notas relacionadas

El Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo aplicará “impuestos saludables”, en 2026, al consumo de bebidas azucaradas, tabaco, apuestas, videojuegos e ingreso a zonas arqueológicas y museos; pero no cambiará el trato preferencial otorgado a las familias más ricas del país.

El robo de gas licuado de petróleo (LP) en Veracruz ya no es clandestino porque se ha convertido en una arista más de la visible economía informal en vastas regiones del estado.

“¡Ayúdennos, no nos dejen!” es la súplica generalizada en comunidades poblanas, que no solamente son víctimas de la naturaleza, sino además de la negligencia de las autoridades locales.

La precariedad laboral y la desigualdad socioeconómica han provocado en las entidades del norte de México una crisis de salud mental que el Estado no quiere ver ni atender.

“Pedimos apoyo urgente de la Federación para intensificar la atención médica, porque no tenemos suficientes medicamentos”, declaró el diputado Guillermo Ramírez, presidente del Congreso de Chihuahua.

Los productores agrícolas y ganaderos de 20 estados de la República Mexicana se hallan en pie de lucha a causa del abandono en que los gobiernos federales de Morena los han dejado durante siete años.

Los bloqueos de carreteras que los productores agropecuarios marcan un punto de inflexión en la lucha del campo mexicano en contra del abandono en que los mantiene el Gobierno Federal.

El problema habitacional de estas familias refleja con fidelidad la carencia de viviendas en la Ciudad de México (CDMX), la más poblada del país, con 9.2 millones de habitantes.

El desarrollo portuario Proyecto El Sauzal de esta ciudad se suspendió debido a la oposición de organizaciones y sectores de la sociedad que aseguran que traería un impacto negativo en la ecología y el turismo de la bahía.

La captura del Estado por las fuerzas más reaccionarias de Perú y Ecuador obedece al interés geopolítico del imperialismo.

Los casos de corrupción detectados durante el primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo son extensión de los producidos en el sexenio anterior.

El desabasto de medicamentos y la precariedad médica de los sistemas de salud estatal y nacional en Michoacán no son problemas nuevos, datan de hace varios años.

Miles de familias han sido obligadas a huir de sus hogares en Sinaloa debido a la violencia que afecta a gran parte del territorio estatal.

Tres semanas después de las inundaciones y deslaves en la Huasteca veracruzana, sus habitantes se enfrentan a las labores de limpieza sobre todo en los municipios más afectados.

Mientras, los desplazados de las colonias del Centro buscan vivienda en las alcaldías colindantes, lo que afecta a los pueblos originarios como Xoco o colonias populares, con lo que se encarece la vivienda, las rentas y, en general, la vida cotidiana.