Cargando, por favor espere...
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha importante para reflexionar sobre lo que las mujeres mexicanas han logrado en la lucha por sus derechos, pero especialmente para seguir alzando la voz por lo que aún falta, incluso en nombre de esas voces que se han silenciado para siempre. Sin embargo, en los últimos seis años, se han registrado algunos retrocesos.
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha estado marcado por controversias desde el inicio de su mandato, especialmente en lo concerniente a la lucha por los derechos de las mujeres. Ejemplo de ello fue el ocho de marzo de 2023, cuando en una conferencia de prensa, AMLO afirmó que su gobierno era feminista, declaración que contrastaba con su posición de 2020, cuando aseguró que el 90 por ciento de las llamadas de auxilio por violencia contra las mujeres eran falsas, ignorando así los registros oficiales sobre el aumento de la violencia durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19 y generando gran indignación en el movimiento feminista.
AMLO tiene una evidente dificultad para atender los problemas de las mujeres mexicanas, ha acumulado múltiples episodios y declaraciones desafortunadas que ponen de manifiesto su escaso tacto frente a lo que se ha calificado como una pandemia mundial: la violencia contra las mujeres.
En este sexenio se han alcanzado nuevos récords en cuanto a violencia de género, pero cuando se le cuestiona al mandatario sobre el tema, tiende a minimizar las cifras, siguiendo su costumbre de presumir que tiene “otros datos”.
Refugios para mujeres
Uno de los aspectos críticos de este gobierno es la atención a las mujeres víctimas de violencia, particularmente en lo referente a los refugios. Aunque AMLO afirmó en 2019 que el programa de refugios seguiría activo, sólo que bajo la tutela del Estado, la realidad es que en los presupuestos federales desde 2018 hasta 2024 no se destinaron recursos suficientes para este programa, provocando el cierre de refugios en todo el país, dejando a miles de mujeres, sus hijas e hijos supervivientes de maltrato a la deriva y sin protección.
La Red Nacional de Refugios, organización feminista con más de 24 años de labor, afirma que para las mexicanas el acceso a la justicia integral es casi inaccesible, ya que el 29 por ciento de las mujeres que han solicitado refugio en su Red previamente pidieron apoyo a instituciones como Fiscalías, Centros de Justicia para Mujeres y Ministerios Públicos; sin embargo, no fueron escuchadas y no se les dio protección, por lo que muchas regresaron con el agresor al no encontrar otra alternativa, lo que refleja la incapacidad del Estado para garantizar la vida y seguridad de las mujeres e infancias víctimas de violencia.
Mujeres desaparecidas
La problemática de las mujeres desaparecidas y los feminicidios siguen siendo un tema urgente en México. A pesar de los aparentes esfuerzos del gobierno por reducir las cifras de personas desaparecidas, persisten dudas sobre la veracidad de los datos y la efectividad de las estrategias implementadas. La reciente protesta de madres buscadoras de diferentes entidades frente a Palacio Nacional evidencian la frustración y la falta de respuestas satisfactorias por parte de las autoridades.
Un ejemplo es el caso de Esmeralda Castillo Rincón, a quien la han desaparecido en dos ocasiones: una en mayo de 2009, en Ciudad Juárez, Chihuahua, y la segunda en diciembre del año pasado. Su padre, José Luis Castillo, lleva más de una década buscándola y se une a las marchas feministas cada 8 de marzo, donde se le puede ver envuelto en lonas color rosa en su pecho y en su espalda con la foto de su hija, que está acompañada por el texto: “No me olviden, falto yo”. Recientemente denunció que el Gobierno Federal eliminó a su hija de la lista de personas desaparecidas, deteniendo los esfuerzos de búsqueda. Él no ha dejado de buscarla desde que, en 2012 su familia recibió un único hueso, que supuestamente pertenecía a Esmeralda. Y hoy la eliminación de las listas impide que las comisiones de búsqueda e investigación continúen su labor, dejando a la familia sin esperanza de que las autoridades contribuyan a resolver el caso.