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Cierta teoría del conocimiento postula que la cuestión de saber “no es una cuestión teórica, sino práctica”. Solo así se entiende que la misma teoría epistemológica arguya la necesidad inevitable de que el hombre demuestre “en la práctica la verdad, esto es, la objetividad de su pensamiento”. Ambos principios plantean la idea nodal de que “la discusión sobre la realidad o la irrealidad de un pensamiento que se aísla de la praxis es una cuestión puramente escolástica”. En otras palabras: establecen que la praxis (es decir la actividad práctica social de los individuos concretos e históricamente dados) representa la categoría fundamental de la teoría del conocimiento.
No obstante algunas perspectivas superficiales reducen y tergiversan el sentido filosófico de los principios anteriores. Al respecto resulta útil recordar una fábula muy popular que ilustra la estrechez de los enfoques que distorsionan el verdadero papel de la práctica como criterio definitivo de verdad. Tomas de Iriarte, el autor, cuenta la simpática historia de un burro que encuentra una flauta olvidada. El cuadrúpedo protagonista no abriga más que el sencillo y comprensible deseo de oler el objeto; sin embargo, al acercarse a él, deja escapar un resoplido; “por casualidad” –advierte Iriarte– el aire, expectorado casualmente, se cuela a través de la flauta, y el instrumento emite una nota musical también “por casualidad” –insiste el narrador–. ¿Qué concluye el borrico después de semejante portento? Sin mayor análisis exclama con jactancia: “¡Oh!, qué bien sé tocar”, e incluso agrega con un orgullo digno de envidia: “¡y dirán que es mala la música asnal!”
De la misma manera que el burro flautista, proceden los intérpretes superficiales de la doctrina epistemológica adoptada por la praxis como categoría fundamental del conocimiento. El incrédulo que desconfíe de la sabiduría musicológica del asno no tiene más que considerar y aceptar la validez inobjetable de la más definitiva de todas las pruebas posibles: la práctica musical del jumento ¿Qué otra cosa demuestra la nota sonora que produjo sino la “objetividad” de su pensamiento?
Sin embargo, y a despecho de los partidarios de la “música asnal”, el procedimiento anterior constituye un modo muy simple de considerar y resolver el problema de la relación entre lo real y lo racional. La pregunta no es nueva, pero hoy reporta un interés particular: ¿“todo lo real es racional, y todo lo racional es real”? Hace poco más de 200 años Hegel identificó los puntos más relevantes de la discusión. En términos generales el “titán del idealismo alemán del siglo XIX” demostró que “no todo lo que existe, ni mucho menos, es real por el solo hecho de existir”. En la doctrina hegeliana –explica Friedrich Engels– “el atributo de la realidad solo corresponde a lo que, además de existir, es necesario”. “La realidad –afirma el propio Hegel–, al desplegarse, se revela como necesidad (…) Pero todo lo necesario se acredita también, en última instancia, como racional”.
La filosofía hegeliana de lo real establece que, dentro de los dominios de la historia humana, la realidad no es un “atributo inherente a una situación social y política dada”. Hegel indica que “todo lo que un día fue real se torna irreal” cuando “pierde su necesidad, su razón de ser, su carácter racional”. Entonces –concluye– “el puesto de lo real que agoniza es ocupado por una realidad nueva y vital”.
Algunos de los más acérrimos defensores del régimen actual ignoran u olvidan los planteamientos de la dialéctica hegeliana. Los mismos personajes afirman que los resultados de las pasadas elecciones demuestran la “objetividad” del programa político de los triunfadores: la praxis prueba mejor que nada el carácter real y racional de la Cuarta Transformación (4T). Sin embargo, aceptar que la nueva situación política es “real por el simple hecho de existir” equivale a admitir sin cortapisas el talento musical del burro flautista. Las reglas del método discursivo hegeliano exigen algo más: que el régimen actual pruebe, en la práctica, que resulta necesario.
Aquí solo cabe apuntar que los hechos recientes están demostrando dos asuntos fundamentales: 1) que el gobierno en turno carece de toda razón de ser, de toda necesidad, y 2) que presenta un carácter irracional (irracional en tanto que, según Hegel, “la necesidad se acredita, en última instancia, como racional”); en una palabra: que la 4T representa un fenómeno “irreal”. Así las cosas, ¿cuál es la perspectiva que aparece en el horizonte? Tal vez las palabras del mismo Engels ofrezcan una pista al respecto: “la tesis de que todo lo real es racional se resuelve (…) en esta otra: todo lo que existe merece perecer”.
La realidad demuestra a la 4T, nuevamente, que su modelo económico está fallando, y los malos resultados de Pemex son una prueba adicional de lo dicho.
Los efectos de la llamada “Cuarta Transformación” (4T) han sido mayoritariamente decepcionantes.
Hasta el momento, la circulación en ambos sentidos de la autopista ha estado detenida.
Si un periodista hace preguntas incomodas al presidente de la República, su nombre su vuelve tendencia y recibe insultos.
Solo hay dos soluciones reales al neoliberalismo: o el Estado se decide a regular el mercado sin sustituirlo; o de plano se rompe con el capitalismo en favor de un socialismo modernizado y corregido.
El problema es grave, los cárteles están en todo el territorio nacional. Nuestros gobernantes están en contubernio con los criminales y en el mejor de los casos “son de chocolate".
La idea consiste en que a partir de tres años de que el productor se encuentre inscrito en el programa, este pueda tener derecho a realizar el trámite.
La inversión fija bruta permite tener "un amplio conocimiento" sobre el comportamiento de la inversión en el corto plazo, de acuerdo con el Inegi.
Y añado que un periodista de verdad no puede ni debe dejarse arrastrar por sus fobias personales cuando escribe sobre alguien a quién reprueba de antemano.
En ese sentido, el mandatario ha faltado a la verdad al afirmar que la mujer está mucho más protegida que nunca antes en toda la historia del país.
"Vamos a producir la vacuna a riesgo. Nosotros vamos a empezar a producir la vacuna ahora", reveló. "Si se aprueba la vacuna, se va vender; si no se aprueba, se tira lo que se hizo", explicó el farmacéutico.
En agosto de 2019, se dio a conocer que Manuel Bartlett, director general de la CFE, se hizo de un imperio inmobiliario de 25 propiedades.
La suerte de los mexicanos no cambiará mientras no unamos esfuerzos y, entre todos, construyamos un partido de nuevo tipo, con políticos de nuevo tipo y que ponga a gobernantes que salgan del mismo pueblo.
La huelga durante el gobierno del morenista López Obrador es el segundo paro en 51 años de historia de la agencia de noticias. El primer cese de labores fue en 1993, y duró dos horas.
El dolor aún no cede en Acapulco, sobre todo en las colonias y los pueblos donde la muerte, según la cuenta oficial, fueron 50; pero que a decir de las funerarias privadas fueron al menos 350, cifra que contraviene la difundida por el Presidente.
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Escrito por Miguel Alejandro Pérez
Maestro en Historia por la UNAM.