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El 23 de mayo se presentó el más reciente libro del ingeniero Aquiles Córdova Morán, líder del Movimiento Antorchista Nacional, evento en el que tuve el honor de participar. Comparto aquí algunos fragmentos particularmente relevantes de la obra. Aplicando el método marxista de análisis, el autor hace una profunda crítica de la “Cuarta Transformación”. Destaca, por ejemplo, su exposición de las categorías de necesidad y libertad en el artículo “Pandemia, libertad y muerte” (Pág. 199). Siendo un erudito, no cae en lo escolástico; como líder social enriquece sus ideas pulsando constantemente el sentir popular. Y en consonancia, nos advierte, no busca –al estilo del socialismo utópico– hacer razonar al gobernante (en nuestro caso estéril empeño), sino concientizar a los trabajadores. No cae en el cuestionamiento corriente al Presidente como persona; sus miras son más altas: critica al sistema que “explica al Presidente”, a los intereses que determinan su política.
Concibe al neoliberalismo (impuesto hace más de cuarenta años) como calamidad social, agravada en este sexenio. Supuestamente para combatirlo, AMLO se forjó una imagen de redentor que sustituye a la acción social organizada; atrajo simpatías describiendo acertadamente la problemática, verbalizándola de manera entendible, pero ya en el poder no supo qué hacer. Y esto no obedece sólo a que es “un improvisado total”, sino a un diagnóstico equivocado y un tratamiento igualmente equivocado que agravó los males que pretendía curar.
Sin arredrarse ante la “fama” y agresividad del gobernante, el ingeniero Córdova advirtió con mucha anticipación que aquello no funcionaría; no como profeta a posteriori, o arrepentido de última hora, que son legión. Vaticinó que, al final del sexenio, el pueblo: “verá clara como la luz la verdad que ahora se le hace difícil captar. Ése será el momento de iniciar un nuevo rumbo, mejor para todos” (Pág. 215). Y bien, ¿cuál es el veredicto de la realidad, criterio último de verdad? ¿Confirmó o desmintió aquellas premoniciones?
He aquí sólo algunos indicadores. Prometió AMLO no endeudar a México; resultado: en 2019 la deuda per cápita era de 109 mil 918 pesos; en este este año, 126 mil 818 (15.5 por ciento más). En el sexenio anterior, el crecimiento del PIB promedió dos por ciento anual; a López Obrador le pareció impactante prometer cuatro por ciento: el resultado, 0.9 por ciento. Los homicidios con Felipe Calderón fueron 121 mil 613; con Peña, 157 mil 158; y con “abrazos, no balazos”, hasta el 17 de enero sumaban 171 mil 85 (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública); siguiendo esa tendencia, esta administración rebasará los 206 mil: el sexenio más sangriento.
¿Y qué pasó con aquello de primero los pobres? “Durante “el gobierno” de AMLO, la riqueza de los cinco multimillonarios más ricos de México ha crecido el doble que la de sus pares latinoamericanos, de acuerdo con un ranking de Bloomberg (…) Personajes como Carlos Slim y Germán Larrea han visto un aumento exponencial en sus fortunas. Y de hecho, las dos personas más acaudaladas del país han visto crecer su riqueza en más de 79 mil millones de dólares según dicho índice, entre diciembre de 2018 y marzo de 2024” (Expansión, 11 de abril de 2024). Y si la riqueza se acumula, ¿cómo habría podido reducirse la pobreza? Según investigaciones científicas de los doctores Araceli Damián y Julio Boltvinik, el número de pobres aumentó en diez millones, y hoy ronda los cien millones.
López Obrador equivocó el diagnóstico atribuyendo todos los males sociales a la corrupción. Contra esa explicación falsa y simplista explica nuestro autor: “La corrupción, pues, no es una variable independiente, sino derivada de la preexistencia y acumulación de la riqueza creada por los obreros en las fábricas del capitalista y por los campesinos. Nace de la exagerada e irracional concentración de la riqueza así producida en unas cuantas manos, mientras la inmensa mayoría de la población apenas tiene lo indispensable para no morir de inanición. De aquí, y del afán de acumulación y de lucro que el sistema mismo inocula en el alma de todos, nace la tentación de abusar del cargo o del prójimo para hacerse rico a como dé lugar, para igualarse con los millonetas, que son modelo de éxito y de ciudadano en el mundo del capital” (Pág. 214). La acumulación es, entonces, inmanente al capital, producto de la plusvalía, del trabajo no pagado; su causa no es moral, porque haya algunos empresarios “malos”. La acumulación es una ley del desarrollo capitalista.
De la 4T, afirma el autor: “Que su verdadero propósito es, como dicen sus hechos, renovar la cúpula financiera industrial del país, adelgazar al Estado mexicano y debilitarlo frente a los poderosos intereses geopolíticos del imperio y reforzar, ahora con el apoyo de un pueblo engañado, las cadenas que atan a México al carro del imperialismo norteamericano a través del famoso T-MEC. Así y sólo así se explica el apoyo, expreso y silencioso, de Trump. Un nuevo neoliberalismo maquillado de gobierno al servicio de los pobres” (Pág. 170). En sensacional golpe mediático, AMLO decretó el fin del neoliberalismo, hoy, paradójicamente, rejuvenecido con apoyo popular. El triunfo de un neoliberal con un discurso anti-neoliberal fue una jugada maestra del imperio. Véase el artículo Política exterior: palabras a la izquierda, hechos a la derecha (Pág. 272). Esta farsa no es una revolución, que es, como explica el autor, un cambio estructural: la toma del poder por la clase social oprimida, para distribuir la riqueza, no la simple “alternancia partidaria”, en vulgar quid pro quo. Al respecto, recomiendo leer ¿Qué busca la reforma educativa? (Pág. 315). Así pues, la “Cuarta Transformación” es sólo un pretencioso remedo de las grandes gestas nacionales.
En economía, advirtió oportunamente que repartiendo tarjetas no terminaría la pobreza. Y acertó: sólo han servido para comprar conciencias. Y cuestionó: ¿de dónde sacará AMLO para costear las transferencias? Pregunta lógica, pues el Presidente rechazó obstinadamente aplicar impuestos a los más ricos: sacó el dinero de las instituciones de bienestar social que liquidó, varias de ellas durante su gobierno “porque hay corrupción”. ¿Pero no quedamos en que ya no existe? Miente asimismo AMLO al decir que los apoyos se reciben sin intermediarios: en realidad los entregan los Servidores de la Nación, activistas de Morena.
Señala el autor la limitada eficacia de los aumentos salariales frente a la inflación. “La inflación no es un fenómeno natural, como los ciclones y los terremotos; es obra de los dueños del capital mundial, que no admiten jamás una disminución de su ganancia. La inflación es, en esencia, una rebaja disimulada del salario: los obreros consumen menos porque todo está más caro, aunque su salario nominal siga siendo el mismo; las utilidades del capitalista, en cambio, aumentan proporcionalmente” (Pág. 330).
En política, explica cómo AMLO impuso una dictadura personal: suprimió la presunción de inocencia, viola sistemáticamente el Estado de Derecho, y rompió el equilibrio entre los poderes del Estado con un presidencialismo exacerbado, peor que el de antes. Y “es el verdadero legislador de la 4T”: dominando el Poder Legislativo avasalla al Judicial, con lo que, de facto, encarna simultáneamente los tres poderes, todo esto blindado con el “empoderamiento” del Ejército. Ver (por cierto, un modelo de análisis lógico) el artículo: El Ejército y la popularidad del Presidente (Pág. 291).
Es neoliberal AMLO, pues deja inerme al pueblo al combatir las organizaciones sociales (a excepción de las suyas y de los empresarios), aduciendo ¡corrupción! Y al pretender liquidar al Movimiento Antorchista ignorando sus demandas populares, castiga realmente a campesinos y colonias marginadas y viola la Constitución. Burdas son las inconsistencias de su discurso infamante y persecutorio. Vea usted esta joya: “en su mañanera desde Tapachula, Chiapas, el Presidente lanzó el disparate de que Antorcha Campesina recibía diez mil millones de pesos anuales de la antigua Sedesol. No sé si esta primera cantidad le pareció insuficiente para escandalizar a su público y moverlo a condenar con más energía a los antorchistas, pero el caso es que seis días después, ahora desde Palacio Nacional, dobló la apuesta: ya no son diez mil, sino veinte mil millones de pesos lo que se llevaban los antorchistas” (Pág. 305).
Hablando de soluciones, el autor descarta el regreso al pasado neoliberal. Plantea una transformación estructural pacífica mediante la toma del poder por las masas educadas y organizadas para instaurar así un nuevo modelo económico que no implica suprimir el capitalismo en lo inmediato por decreto, pero sí su versión neoliberal. “Con el poder político en manos del pueblo trabajador se puede lograr que el capital privado se convierta en una poderosa palanca en la generación de riqueza y bienestar para todos” (Pág. 220). Propone (único líder social que se atreve) un régimen fiscal progresivo.
A un año del ejercicio del poder podemos concluir que el México que lleva la impronta de la 4T se encuentra roto y descuidado.
Y no hay que descartar las esperanzas imperiales de implantar el neofascismo en México; hay que estudiar la forma en que se utilizan los movimientos luchas feministas, religiosos y anticomunistas para disfrazar una política de ultraderecha.
El presidente mexicano ya sacudió a los inversionistas al cancelar un nuevo aeropuerto
El equipo de la coalición “Fuerza y Corazón por México” enfrentará “una competencia desafiante”, particularmente contra Claudia Sheinbaum y el aparato del Estado, afirmó Kenia López Rabadán, jefa de oficina de Xóchitl Gálvez.
En la realidad cotidiana, los hechos indican que la 4T va en la dirección opuesta a la que proclama.
Los únicos esfuerzos por levantar Acapulco de la postración son sus trabajadores y microempresarios.
El mandatario hizo este anuncio con una defensa al creciente rol de las fuerzas armadas en la seguridad pública de México, que tuvo los dos años más violentos de su historia en los primeros dos del sexenio de López Obrador.
La Asociación Alto al Secuestro, se reportaron en el país durante el mayo pasado, 145 secuestros, cifra que creció 23.9%, respecto a abril.
Los dos López (Gatell y Obrador) han perdido credibilidad. Uno porque cada semana reitera que ya estamos en el pico de los contagios y el otro porque la gente salga a las calles sin miedo.
La política gubernamental de contención de la pandemia es un fracaso porque, además de irresponsable, es mentirosa.
La 4T va a pasar a la historia como un régimen que practicó puntualmente todo lo que criticó acerbamente.
Expertos señalan inviabilidad del proyecto.
El Gobierno federal está distraído en evadir la responsabilidad de cosas muy concretas que se deben de garantizar”.
El 44 por ciento de los encuestados consideró que la corrupción en México ha aumentado en el curso de este año. En los servicios públicos, las personas denunciaron que los sobornos aun operan en 52%.
Algo visible del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es que cuando más se le replica tras sus declaraciones sobre algún tema, sean verdaderas o falsas, más se enfada, se enoja y más acciones prepara y realiza contra sus “enemigos”.
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Protestan contra invasores de predios vinculados a legisladora de Morena, como Dolores Padierna
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Escrito por Abel Pérez Zamorano
Doctor en Economía por la London School of Economics. Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Chapingo.