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Por negligencia oficial colapsa sistema de salud en México
El personal médico tiene miedo, pero no de enfrentar la pandemia del coronavirus (Covid-19) sino al sistema sanitario donde trabaja.
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El personal médico tiene miedo, pero no de enfrentar la pandemia del coronavirus (Covid-19) sino al sistema sanitario donde trabaja, en el que, desde hace décadas, hace falta personal, medicinas e instrumental quirúrgico y ahora escasean hasta los cubrebocas y guantes higiénicos indispensables para luchar contra esta enfermedad.

En la República Mexicana, el primer caso de contagio del SARS-CoV2, también conocido como Covid-19 o coronavirus, se descubrió en la Ciudad de México (CDMX) el 28 de febrero. Se trató de un hombre de 35 años que visitó recientemente el norte de Italia. La dispersión de la enfermedad fue inevitable.

A partir de ese momento, instituciones académicas como el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) y el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) publicaron análisis y recomendaciones dirigidas a la Secretaría de Salud (SS) y al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para que se fortaleciera el sistema de salud; pero en las condiciones actuales, el Covid-19 ha tomado ventaja.

A pesar de las advertencias, AMLO tenía otra percepción: “No debe de haber alarmas, se piensa que no es tan dañino, tan fatal este virus llamado coronavirus”, declaró el pasado 31 de enero en una de sus conferencias mañaneras.

Para el CIEP, la cuestión no era tan simple. Cuando México se encontraba en la primera fase de la contingencia, en marzo, dicha institución recomendó al Poder Ejecutivo destinar a la SS 16 mil millones de pesos (mdp) más a la cantidad que le había asignado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020.

“Los países que destinan menor presupuesto para salud suelen tener menor capacidad humana en cuanto a médicos y enfermeras (…). Duplicar el número de médicos generales durante tres meses sería equivalente a destinar seis mil 281 mdp. Mientras que para duplicar el número de enfermeras se requieren siete mil 928 mdp”.

En su documento Consideraciones de política fiscal ante el Covid-19, el CIEP también recomendó destinar mil 790 mdp para comprar equipos y materiales necesarios en los hospitales. En total, propuso agregar 16 mil mdp a los 128 mil 589 mdp inicialmente presupuestados para este año.

En su propuesta Hacia un plan integral para atender las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus en México, el CEEY coincidió en que eran necesarios más recursos en el sector salud, sobre todo en las entidades donde existen menos médicos por cada mil habitantes, entre ellos Chiapas, Michoacán y el Estado de México (Edomex).

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México está muy por debajo de los estándares definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda la habilitación de un doctor por cada mil habitantes. Según el estudio del CIEP, en el país hay un médico por cada dos mil habitantes, con lo que se halla en desventaja frente a la coyuntura actual.

Países como Corea del Sur, una de las naciones con mejor dominio sobre la pandemia, el nivel de atención es de dos médicos por cada mil habitantes; incluso naciones menos desarrolladas económicamente superan a México, como Cuba,  que cuenta con ocho doctores por cada mil habitantes.

AMLO desdeñó los diagnósticos de los especialistas respecto a la pandemia; el 28 de febrero, justo cuando se anunció el primer caso de Covid-19 en México, aseguró: “no es, según la información que se tiene, algo terrible, fatal. Ni siquiera es equivalente a la influenza”.

AMLO “recomendó” a los mexicanos seguir abrazándose porque “no pasaba nada”. Confirmó que no cancelaría sus giras por el país y hasta el seis de abril, un día después de su “tercer informe de labores”, aseguró que “aunque todavía no estamos en lo que según los especialistas va a ser la etapa difícil, estamos con recursos de más, tenemos más camas, más respiradores, más especialistas de los que necesitamos hoy”.

Ha pasado un mes y medio desde que México registró el primer caso de Covid-19, más de seis mil personas han resultado infectadas y 486 han fallecido; lo peor aún está por venir y la contingencia podría prolongarse hasta junio, según previsiones del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, responsable de la estrategia sanitaria.

Para la mayoría de los especialistas en salud, la pandemia del Covid-19 y los problemas que ahora enfrenta el sistema de salud mexicano no se deben tanto a sus deficiencias técnicas y estructurales, como a la negligencia del Gobierno Federal, que no supo reaccionar a tiempo para enmendarlas.

Ésta es la razón por la que los médicos y las enfermeras encargados de cuidar a los contagiados por el coronavirus figuran entre los primeros en caer enfermos.

Contagios masivos en hospitales

El primer contagio masivo se registró en Monclova, Coahuila, el pasado 15 de marzo. Ese día, un hombre de 77 años ingresó al área de urgencias del Hospital General de Zona No. 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por un cuadro respiratorio agudo que fue diagnosticado como “neumonía atípica”. El paciente informó al personal médico que era chofer de tráiler, que vivía en Piedras Negras, pero que recientemente había hecho un viaje a Chicago, Estados Unidos (EE. UU.).

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Los doctores del área de cuidados intensivos del hospital advirtieron que podría ser un caso de Covid-19, pues el paciente presentaba todos los síntomas. Sabían que procedía el aislamiento, pero el nosocomio no estaba preparado para aplicar esa medida, por lo que improvisaron un espacio en el área de urgencias.

Desde entonces, los médicos solicitaron material de protección, insumos y capacitación para tratar a pacientes con SARS-CoV2. Nadie los escuchó. El Paciente O, como ellos le llaman, pasó los siguientes ocho días en urgencias, hasta que fue diagnosticado con coronavirus por las autoridades del IMSS y trasladado a un área completamente aislada del hospital. Pero ya era demasiado tarde: el personal de los tres turnos y los internos del área de urgencias habían interactuado con él por más de una semana.

El hombre falleció cuatro días después, el 27 de marzo; pero la tragedia apenas comenzaba. Al día siguiente de su defunción, la SS de Coahuila confirmó 10 casos de SARS-CoV2 en Monclova “por contagio local”, todos trabajadores del Hospital No. 7. Hasta el cierre de esta edición, el número de casos positivos de Covid-19 en Monclova sumaba 43; 32 de éstos son personal médico de la Clínica 7 del Seguro Social, donde se inició el contagio.

Pero éste no ha sido el único caso. Entre el tres y cuatro de abril, 20 médicos del Hospital General Regional número 72 del IMSS, en Tlalnepantla, Edomex, dieron positivo a las pruebas –algunas hechas por laboratorios privados– de Covid-19. El personal del hospital había denunciado, desde el 26 de marzo, la falta de equipo y de capacitación para hacer frente a la pandemia. Nadie los escuchó.

“El miércoles (1° de marzo) varios empezamos con sintomatología, con tos. El jueves fui a hacerme una radiografía de tórax y perfecto. Y viernes, sábado y domingo, me empecé a sentir peor. El día de hoy me enviaron mi resultado de coronavirus y soy positivo, y así vamos a ir cayendo todos, uno por uno, porque no nos hacen la prueba y porque yo me la tuve que hacer particular y pagar de mi bolsillo”, denunció un médico del hospital en un video que circuló por redes sociales.

En ese mismo video, grabado durante una reunión con integrantes de su sección sindical local, otra doctora secundó la denuncia: “el material que están entregando es de pésima calidad, eso no nos sirve de nada”. Varios de los integrantes del personal médico propusieron cerrar el hospital.

El director general del IMSS, Zoé Robledo, negó que el contagio hubiera sido interno, versión que los trabajadores del Hospital de Tlalnepantla contradijeron. En una entrevista realizada en el programa radiofónico de Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez, un médico explicó que debido a que no hay pruebas, el personal desconoce si los pacientes diagnosticados con neumonía atípica en realidad están infectados por el Covid-19.

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“El problema de que se haya salido de las manos es porque no hay pruebas, a los pacientes que están dentro del hospital no se les hicieron pruebas. No se puede echar la culpa a los médicos de que lo captaron por fuera, eso es totalmente falso”, aseguró el doctor del hospital número 72 del IMSS, quien pidió el anonimato.

buzos documentó un tercer caso masivo de contagio interno en el hospital San Agustín, del municipio de Chimalhuacán, Edomex, donde 15 médicos y enfermeras tienen Covid-19. Esta información fue publicada por el presidente municipal, quien reveló que el contagio se generó el pasado dos de abril, cuando ingresó al nosocomio un portador de la enfermedad que no fue diagnosticado a tiempo y que falleció media hora después; en cuanto se tuvo conocimiento de la causa del fallecimiento, médicos y enfermeras se realizaron la prueba; 15 de ellos resultaron positivos.

El Hospital San Agustín, perteneciente a la SS del Edomex, carece de pruebas para diagnosticar Covid-19, insumos y equipo médico para resguardar la salud del personal y de los otros pacientes. Hasta el momento, el único centro autorizado por la SS mexiquense para hacer pruebas y tratar a pacientes con Covid-19 en el municipio, es el Hospital 90 Camas, que solo cuenta con dos pruebas de Covi-19 y 30 camas disponibles.

 “La gente llega al hospital de San Agustín esperando que se le atienda, pero ahí hay cero sanitización, los médicos y las enfermeras están completamente expuestos al contagio”, aseguró el edil Jesús Tolentino Román Bojórquez.

El dos de abril, el gobierno municipal entregó dos mil trajes biológicos y cinco mil insumos sanitarios como batas, gorros, googles, mascarillas, guantes, gel antibacterial y cubrebocas al Hospital 90 Camas. “Si no hubiéramos hecho eso hubiera ocurrido lo mismo que en San Agustín”, aseguró el alcalde, quien también denunció que “hay discriminación política hacia el municipio y no han proporcionado el material suficiente ni el gobierno del estado ni el Gobierno Federal”, pues desde el 21 de marzo había solicitado a la SS estatal insumos médicos para resguardar al personal de salud y atender a los posibles portadores de Covid-19.

“Pero hay cero comunicación, no solo con el gobernador del estado o con el secretario de gobierno, sino con el propio Secretario de Salud. Necesitamos pruebas, muchas más pruebas para detectar a la mayor velocidad a la gente contagiada, necesitamos que se termine el Hospital 90 Camas, más insumos, más equipamiento”, declaró Román Bojórquez.

Contagios masivos como los suscitados en los centros de salud de Monclova, Tlalnepantla y Chimalhuacán han surgido en los hospitales General de Subzona con Medicina Familiar (HGSZMF) No. 26, de Cabo San Lucas, Baja California Sur (BCS) y en el Hospital Regional No. 1 de Cuernavaca, Morelos. Hasta el cierre de esta edición, el primero había registrado 42 empleados de salud contagiados y el segundo, un médico y tres enfermeras.

En entrevista radiofónica, el director de Prestaciones Médicas, Víctor Hugo Borja Aburto, informó que hay 329 personas que trabajan en el IMSS –entre médicos, enfermeras y trabajadores de otras áreas– que están infectados con Covid-19. Aunque no especificó que al menos 113 de ellos fueron contagiados en los hospitales.

La crisis llegó antes de la saturación

Al grave problema de doctores enfermos, se suma que no hay material médico, ni siquiera cubrebocas. En México, la crisis del sistema de salud comenzó antes de registrar un alto número de contagiados con SARS-CoV2, a diferencia de España, Italia, y EE. UU., países donde se concentra el mayor número de contagiados por coronavirus.

No son pocos los videos y los mensajes en redes sociales, donde doctores, enfermeras y trabajadores del área de la salud denuncian la falta de capacitación, material médico e insumos básicos como mascarillas N-95, especiales para tratar a los enfermos con Covid-19.

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“¡Estamos hasta la madre de que no se atiendan nuestras peticiones!”, denunció en una transmisión en vivo de su Facebook Jorge Montero, enfermero del Hospital General La Perla, ubicado en Nezahualcóyotl, Edomex. Un día después de la denuncia, la SS del Edomex informó el fallecimiento por Covid-19 del jefe de urgencias de ese hospital.

De una somera búsqueda en Google resultaron 431 mil “quejas en hospitales mexicanos por no tener material contra Covid-19”. No denuncian la saturación de centros médicos o la falta de camas o respiradores, sino algo elemental: cubrebocas, trajes de protección, mascarillas, botas, guantes, goggles para laboratorio; es decir, el escudo de protección con el que el personal médico debe contar para atender a los enfermos sin correr el riesgo de contagiarse.

El pasado siete de abril, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, informó la llegada del primer avión con 10.1 toneladas de guantes de exploración y mascarillas KN95 a México, que el gobierno compró a China para enfrentar la pandemia de covid-19. El segundo avión descendió, tres días después, con un millón 900 mil cubrebocas quirúrgicos y 180 mil mascarillas KN95.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, aseguró en su conferencia vespertina del siete de abril: “esto nos va a permitir cubrir el 100 por ciento de las necesidades”. Sin embargo, las quejas por desabasto, el cierre de hospitales y las manifestaciones de enfermeros y médicos no han parado.

Viejas deficiencias del sistema de salud

Los recursos de México son limitados: de las 26 mil unidades médicas que existen en el país, son muy pocas las que han sido adaptadas para atender a los pacientes del virus SARS-CoV2 con el despliegue de ocho mil 500 camas de urgencias y ventiladores mecánicos para mil 820 pacientes, según información oficial de las autoridades de salud.

No bastará para atender la emergencia. A pesar de que cuenta con una mejor infraestructura médica que México –2.6 doctores por cada mil habitantes y 2.9 camas según la OMS– EE. UU. registra ya el mayor número de fallecidos por Covid-19, por lo que ya es considerado el nuevo epicentro de la pandemia. En Noruega, la nación cuyo sistema de salud pretende imitar AMLO, cuenta con 4.6 doctores por cada mil habitantes y 3.9 camas; México apenas cuenta con 0.5 doctores por cada mil habitantes y 1.5 camas.

“Las debilidades del sector salud no son nuevas, pero la amenaza del Covid-19 genera presiones para las que no estábamos preparados. Por un lado, el material de curación, los medicamentos y las instalaciones adecuadas son insuficientes para tratar al número de enfermos proyectados que necesitarán cuidados hospitalarios”, aseguran Ingrid Chávez y Fátima Messe, investigadora y coordinadora de proyectos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), respectivamente, en su artículo Lecciones para una pandemia.

Chávez y Messe advirtieron que “no hay suficientes médicos especialistas ni enfermeras que sepan atender los casos más críticos, pues la mayoría de ellos están concentrados en zonas urbanas. La descoordinación de las autoridades, sumada a la reducción del presupuesto que se destina al sector salud, al recorte de personal y un nuevo sistema de compras de medicamentos con deficiencias estructurales, son algunos de los pilares visiblemente frágiles en los niveles nivel federal y local que podrían complicar las respuestas ante esta amenaza mundial”.

Vamos muy bien: AMLO

En su conferencia de prensa mañanera del seis de abril, AMLO omitió las críticas por su informe de labores trimestral y aseguró que el plan de salud ante la contingencia “va muy bien. Y les diría, aunque todavía no estamos en lo que según los especialistas va a ser la etapa difícil, estamos con recursos de más, tenemos más camas, más respiradores, más especialistas de los que necesitamos hoy. No se puede decir que en el sector salud, esto es en los institutos nacionales, los hospitales de los estados, los hospitales del seguro social, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) estén llenos. No tenemos eso, afortunadamente. Tenemos espacio, capacidad de atención”.

Siete días después, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición (INCMN) Salvador Zubirán , uno de los hospitales mejor equipados y más grandes para atender a enfermos por SARS-CoV2, puso un letrero con este anuncio en su entrada: “No hay camas disponibles en terapia intensiva”.

En la CDMX, seis hospitales federales de alta especialidad han sido capacitados y equipados para tratar a personas contagiadas por Covid-19. Son los centros mejor acondicionados, con el mayor número de personal e insumos para atender a los pacientes; entre ellos se hallan el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre (CMN20N), el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, Centro Médico Nacional La Raza, el Hospital de Especialidades Médicas, el Hospital Infantil de México Federico Gómez y el Instituto Nacional de Pediatría (INP).

buzos platicó con trabajadores del CMN20N, de alta especialidad y del Hospital 1° de Octubre, ambos pertenecientes al ISSSTE.

“El CMN20N está saturado con 45 casos contagiados en este momento (siete de abril), pero a eso se le suma los que ya murieron y los que están en observación. Ese hospital ya no recibe contagiados; ahora los que llegan sospechosos los mandan acá, al Hospital 1° de Octubre. Aquí hay 18 contagiados, 20 en observación. El problema es que el hospital solo tiene un área habilitada para 14 contagiados. Es decir, ya tienen más del doble de su capacidad”, relató una de las trabajadoras sociales que se negó a publicar su nombre por temor a perder su trabajo.

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El pasado lunes 12 de abril, médicos y enfermeras del Hospital 1° de Octubre realizaron una manifestación afuera de sus instalaciones. Gritaron estas consignas: “ni un muerto más, ni un muerto más”; “queremos material, queremos material”. Igual que el personal médico de otros hospitales, exigieron protección e insumos para trabajar ante la contingencia.

Ese mismo día, AMLO anunció el acuerdo firmado por su gobierno con los hospitales privados de México: “quiero agradecer a los dueños de los hospitales privados por este gesto, por esta decisión. Se trata, en general, de destinar la mitad de su capacidad instalada en esos hospitales para atender a enfermos del Seguro, del ISSSTE y a enfermos sin seguridad social, a todo el que lo necesite”.

A decir de AMLO, el convenio contempla la disposición de tres mil 200 camas con equipo para atender enfermos de Covid-19 durante un mes. Pero no aseguró nada de atender las demandas de los hospitales públicos que se han manifestado en varios puntos del país.

Su discurso fue el mismo: “es cosa de imaginar que no contáramos con las camas, los respiradores, los monitores, los doctores, los especialistas y fuésemos rebasados”, lo mencionó como si fuera necesario un ejercicio de imaginación, como si la escasez de recursos y especialistas fuera ajena a la situación del país.

Chávez y Masse, especialistas del IMCO, advierten: “esta crisis sanitaria pasará y habrá evidenciado lo crucial de tener un sistema de salud con mayores recursos y más flexible para salvar vidas, incluso en un escenario tan adverso como éste”.


Escrito por Adamina Márquez Díaz

Directora editorial de buzos. Egresada de la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación por la UNAM.


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