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El asesor jurídico de la Defensoría Nacional de los Trabajadores (DNT), Everardo Lara, señaló que el aumento del 20 por ciento al salario mínimo en México que tanto celebra el Gobierno Federal encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en realidad no beneficia a todos los trabajadores en México debido a la precariedad laboral que aún existe y que obliga a millones a subsistir del empleo informal.
El pasado primero de diciembre el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) acordó aumentar el salario mínimo a 249 pesos diarios. Tal acuerdo entró en vigencia a partir de este primero de enero.
Al abordar la posición de quienes defienden a los trabajadores expone que, si bien se puede considerar que el aumento al salario mínimo es un hecho positivo, es claramente insuficiente. “El salario mínimo, ya con el aumento, no alcanza ni siquiera para comprar la canasta básica alimentaria”.
Al hacer un análisis sobre las tres posturas concretas de quienes acordaron dicho aumento; desde la postura empresarial, el gobierno y quienes defienden a los trabajadores, el asesor jurídico enfatizó que el salario es el único ingreso que tienen los trabajadores para enfrentar todas las necesidades de sus familias y es un tema que genera polémica por las implicaciones de los actores participantes en el proceso.
Respecto al sector empresarial señaló que los patrones tratan de limitar los aumentos a los salarios argumentando que éstos provocan mayor inflación y cierre de empresas, sin embargo, esto ya ha sido demostrado como falto, pues “en muchos países se pagan salarios mucho mejores y no provocan inflación ni cierre de empresas”. En el fondo de la cuestión, dijo, “los patrones quieren seguir sobreexplotando a sus trabajadores y seguir obteniendo jugosas ganancias”.
En cuanto a la posición oficial, desde Palacio Nacional hasta la Secretaría del Trabajo, el asesor jurídico de la DNT comenta que ésta tiene una coincidencia importante con la postura del empresariado, al considerar “que estamos ante un aumento muy bueno, extraordinario, que se recupera el poder adquisitivo del salario, que acarrea bienestar para el pueblo, que muestra la buena disposición de los empresarios y la correcta conducción de la economía por parte del gobierno. Y que a los trabajadores corresponde agradecer a los empresarios y al gobierno de la cuarta transformación por los beneficios recibidos”.
Con tales argumentos, la clase trabajadora mexicana es blanco de manipulación, una vez que se tiene una imagen unilateral del fenómeno salarial y sus cambios, separada del contexto, pues con cifras y datos parciales se puede demostrar lo contrario.
Ahondó en que cualquier aumento salarial es bueno para los trabajadores, sin embargo, para el caso mexicano, la mayoría de ellos se encuentran en la economía informal, por tanto, no están sujetos a ninguna reglamentación oficial. Se trata al menos de 30 millones de trabajadores, aproximadamente el 55 por ciento de la fuerza laboral del país, que, “por lo general, trabajan en condiciones deplorables: no tienen ninguna estabilidad en el empleo, pueden quedarse sin “chamba” en cualquier momento y no tendrán derecho a indemnización alguna, entre otras dificultades”.
Esta realidad laboral, dijo Lara Covarruvias, “es una muestra ineludible de que la economía está mal, por más que diga lo contrario el presidente Andrés Manuel López Obrador”, es decir, mendiante la propaganda del gobierno, se presume el aumento al salario mínimo, sin mencionar la inflación del año pasado, el aumento en los impuestos así como el pago de bienes y servicios correspondientes al nuevo año que comienza.
Señaló que quienes sí están contentos con el desempeño de la economía son los grandes empresarios que han aumentado sus fabulosas fortunas, desde el magnate Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas Pliego, Esteban Moctezuma Barragán, de ahí que los mexicanos puedan preguntarse: ¿para quién trabaja el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador?
Finalmente, el asesor jurídico reconoció que pesar de sus efectos limitados, es necesario seguir luchando por mejorar los salarios en México, pero también los trabajadores mexicanos deben entender que la solución definitiva está en organizarse y luchar para tomar el poder político del país para promover un reparto más equitativo de la riqueza social que se produce en el país, una de las economías más importantes del mundo, pero con una de las desigualdades más grandes también. Invitó a los trabajadores mexicanos a acercarse a la Defensoría Nacional de los Trabajadores (DNT), organización sin fines de lucro que brinda asesoría laboral gratuita a los trabajadores.
Los usuarios deberán recurrir a sistemas de movilidad alternativos para completar sus traslados.
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Escrito por Redacción