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En el mes de octubre del año en curso, el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió un documento donde enunciaba algunos de los principales problemas de México, que se agudizaron durante la pandemia: altos niveles de desempleo, subempleo y empleo informal, mucha pobreza, una educación deficiente con posibles efectos negativos en el largo plazo y escasos niveles de productividad laboral. Estos grandes problemas, dice el FMI, requieren de grandes soluciones. En particular, exige elevar progresivamente el gasto público en dos ámbitos. El primero es el gasto destinado a proveer bienes y servicios para la población, como la educación, salud y asistencia social; éste debe incrementarse al menos lo equivalente al 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, se deben invertir recursos para disminuir las brechas de desigualdad. El segundo es el gasto destinado a potenciar el incremento de la productividad de las empresas y del crecimiento económico; este recurso debe aumentar al menos en 0.25 por ciento del PIB.
Sin embargo, también recalcó que era necesario incrementar los ingresos del gobierno, en particular la recaudación de impuestos, al menos entre tres o cuatro por ciento del PIB. Esto implicaría modificar cinco impuestos, entre los que destacan el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el IVA y los impuestos sobre la propiedad, como el impuesto predial. Las propuestas, aunque fueron muy generales, iban dirigidas a hacer más progresivos los impuestos: en el caso del ISR, a incrementar la tasa máxima y los impuestos de los rangos más altos de ingreso; en los impuestos a la propiedad, que se mejore el registro del catastro; y en el IVA, que se eliminen las tasas cero de los alimentos, con excepción de los que están en la canasta básica y son esenciales para la población más pobre, y eliminar el diferencial de las tasas de IVA en la frontera.
A pesar de que probablemente el objetivo final del FMI es más que ayudar a resolver los problemas de México, impedir que los países caigan en impago de los intereses de la deuda, pues países como Italia, Francia y España recibieron recomendaciones similares de aumentar los impuestos, lo que propone el FMI es correcto. Para enfrentar los problemas que aquejan a la mayoría de la población mexicana, en particular la pobreza, se necesita de un incremento de los ingresos del gobierno. Sin embargo, estos ingresos no pueden provenir de la misma población pobre ni de la clase media, que tienen ingresos de por sí escasos, sino de la clase adinerada. La erradicación del principal problema de México, la pobreza, tiene que ir acompañada, forzosamente, del combate a la desigualdad. La pobreza de los mexicanos no es fruto de la escasez de riqueza dentro del país, sino de la mala distribución de ésta. El FMI se cuida de poner entre los principales problemas este mal, pero sabe que es el principal, dado el tipo de medidas que propone. La pobreza en México se ha convertido en un lastre para el mismo desarrollo de la economía; se trata de un círculo vicioso en el que la pobreza de la población inhibe la productividad, deprime el mercado interno y frena el crecimiento económico acelerado, que es premisa para la creación de empleos bien remunerados.
Estas medidas económicas propuestas por el FMI no son nuevas, también han sido formuladas tanto por organismos internacionales y economistas de talla mundial, como el Movimiento Antorchista Nacional. Sin embargo, hasta ahora, ningún partido político en el poder ha sido capaz de proponerlas y menos de realizarlas, demostrando que su principal objetivo no es la erradicación de la pobreza. Los mexicanos debemos entender que nadie defenderá nuestros intereses, y menos los partidos políticos existentes. Para erradicar la pobreza es necesario que el pueblo se organice, tome conciencia de esta necesidad, esté dispuesto a luchar hasta las últimas consecuencias y no se deje engañar por frases vacías al uso, como “primero los pobres”.
¿Por qué hoy Morena no hace un fideicomiso con sus prerrogativas para ayudar a los damnificados del huracán Otis? Porque solo piensa en las elecciones, y porque ayudar a los damnificados es poco rentable electoralmente.
Los problemas se acumulan peligrosamente, se agravan cada minuto y la autoridad se torna más sorda y más represiva.
Con la reforma, se amplía de dos a cinco años el periodo de gobierno del próximo gobernador, el morenista Jaime Bonilla.
Este año pinta igual de malo o peor, ya que el Gobierno Federal, encabezado por AMLO, canceló todos los apoyos a los campesinos laguneros.
Los datos oficiales del INEGI confirman que casi 70 millones de mexicanos no ganan un sueldo suficiente para adquirir la canasta básica.
Sancionando a Rusia, el imperialismo se ha dado un tiro en un pie; no puede resistir los efectos de sus propias acciones, evidenciando así su debilidad económica.
Este martes el tipo de cambio promedio del peso frente al dólar está en 17.0869 pesos, lo que representa una depreciación de -0.0115 centavos, es decir -0.07% con respecto a la jornada anterior.
Durante los primeros 18 meses de gobierno de AMLO ha habido casi el mismo número de homicidios que en los primeros cuatro años del gobierno de Felipe Calderón.
Los vecinos comentaron que el problema se viene arrastrando desde el 2019 y con cada temporada de lluvia la afectación es mayor.
Se olvidan que la manifestación y la protesta pública siempre son el último recurso que tienen los sectores olvidados y desprotegidos de México
En cuatro años, en lugar de gobernar, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha dedicado más a mentir, atacar y a descalificar a sus opositores políticos, analistas y críticos de organizaciones sociales.
El acuerdo une la parte de contenidos de Televisa con Univision, para generar un ecosistema para atender la creciente demanda de contenidos a 600 millones de hispanoparlantes.
La apertura de las tiendas departamentales y los centros comerciales se pospone hasta el próximo miércoles con la finalidad de evitar las aglomeraciones.
Normalistas sostienen que el Jefe del Ejecutivo continúa mintiendo sobre lo sucedido en Iguala hace casi 10 años.
Entonces, ¿de dónde aquello de que el pueblo está feliz, feliz, feliz? Es solo una más de las fabulaciones del Presidente.
Escrito por Ollin Vázquez Huerta
colaboradora