Cargando, por favor espere...

Una carta de amor para Ernesto
El 25 de enero su cuerpo, afectado por años de pobreza, ya no resistió. Falleció solo y triste; el sistema público de salud no pudo salvarlo.
Cargando...

En el marco del Día del Amor y la Amistad escribo esta carta con el corazón desgarrado por una irreparable pérdida. Es la fecha comercial en que añoramos como nunca al amigo, al amor de ocasión o a un inolvidable amor. Sin embargo, ante la pandemia que amenaza nuestras vidas y la insensatez de un gobierno al que “le importa un bledo” lo que pase con sus ciudadanos, lo mejor es resguardarse y estar a sana distancia. Ésta es una carta de amor para Ernesto, que gracias a los medios de comunicación actuales llegará a donde pueda ser leída o pueda reconfortar un alma. Y es que con la peste que merodea en nuestro entorno, sentimos el mismo dolor que cantaban los poetas: “Fuensanta, dame todas las lágrimas del mar, mis ojos están secos y yo sufro unas inmensas ganas de llorar”.

Los números de la pandemia son espeluznantes y deben conmover hasta la última fibra de nuestro ser, porque esas cifras eran personas de carne y hueso, historias de vida que se convirtieron en tragedias y fatalmente se están multiplicando en todos lados. Familias que han perdido a sus jefes y que ahora no tienen sustento; niños en la orfandad; personas despedidas por el cierre de empresas o porque contrajeron el virus y se ausentaron de sus trabajos. La memoria colectiva está obligada a no olvidar lo que está aconteciendo y dejar testimonio de los seres queridos que se fueron en el mejor momento de sus vidas.

Ésta es la historia de Ernesto, la historia de muchos mexicanos. Creció en un deplorable ambiente de pobreza; recordaba su infancia con pies descalzos y el vientre abultado por los parásitos. Su única herencia fueron la educación y los valores de responsabilidad y honestidad que le dieron sus padres. Estas virtudes le permitieron seguir un camino diferente al que la delincuencia ofrece a los menos favorecidos, como lo decía Salvador Díaz Mirón: “los parias crían querubes para el presidio y serafines para el burdelˮ. Tuvo la fortuna de terminar su preparatoria, pero al igual que los jóvenes del pueblo, se casó prematuramente y con ello se condenó a replicar la pobreza que había padecido de niño. Pero Ernesto, como muchos hombres que crecen en el ambiente rural, tan pronto se le presentó la oportunidad, dejó su tierra y, con miras más altas, se alistó en el Ejército, que representa una de las pocas oportunidades de trabajo seguro entre los pobres. Cambió sus herramientas de campesino por el fusil y la disciplina militar, y gracias a su perseverancia e inteligencia cultivada por la necesidad de sobresalir, propia de los que están abajo, fue escalando grados y con éstos sus ingresos.

En el ejército estuvo 28 años y sus actividades lo llevaron a vivir en Querétaro, Puebla, Ciudad de México y Chiapas. Tenía 51 años cuando se contagió del Covid-19, el pasado 12 de diciembre. Aunque enfermo, no pudo quedarse con su familia porque la disciplina obliga a los militares a vivir en sus cuarteles. Le faltaban pocos años para jubilarse, había ascendido no solo en el servicio castrense, sino también de nivel de vida, y formaba parte de la clase media. Toda una vida dedicada a salir de la pobreza y de un momento a otro, el colapso. En el momento crítico de la enfermedad estuvo solo y en los últimos días de su vida fue intubado durante casi un mes. El 25 de enero su cuerpo, afectado por años de pobreza, ya no resistió. Falleció solo y triste en un hospital de segunda del ejército; el sistema público de salud no pudo salvarlo.

Su fidelidad al trabajo no fue suficiente para salvarle la vida. Sus familiares no pudieron despedirse; pero es seguro que sufrieron de manera multiplicada ante la impotencia de no estar con él y me atrevo a afirmar que Ernesto, hombre de familia, en sus últimos pensamientos tuvo presentes a sus queridos hijos, su pareja, sus hermanos y su familia paterna y materna.

La injusta distribución de la riqueza alcanza a todos. Los pobres se esfuerzan por llegar a la clase media, pero la enfermedad de la injusta distribución de la riqueza devuelve a todos a su punto de partida. Con la pandemia hay 12 millones más de pobres y éstos siguen engrosando las cifras. Ernesto vive. Luchemos porque no se repita la historia.


Escrito por Capitán Nemo

COLUMNISTA


Notas relacionadas

Resultaron afectados 835 mil 556 personas de Veracruz, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí y Tlaxcala tras el impacto del huracán.

La Iglesia Católica es uno de los blancos predilectos del Presidente. En octubre de 2020, por ejemplo, la criticó desde su conferencia matutina porque no se pronunció contra el neoliberalismo, como lo había hecho el papa Francisco.

México como Estados Unidos, Rusia y Brasil son los países a los que se les mantiene las puertas cerradas.

A López Obrador le resulta ilógico, “con toda honestidad”, que los damnificados no puedan reconstruir el hogar de la que son dueños.

Resulta difícil decirle la verdad -al presidente López Obrador-, después de que se ha comprometido tanto con el error. Pero en algún momento tendremos que decírselo, fue la respuesta.

¿Dónde quedó la lucha contra la corrupción que prometió AMLO? Investigaciones han revelado que varios funcionarios de la 4T son más corruptos, incluso ni siquiera se esconden para cometer sus delitos, pues les basta declarar que “ellos no son como los de antes”.

El Presidente y su partido no pueden con el gobierno de México. En 2021, el pueblo ya no debe confiar en ellos.

Vecinos de la zona alertaron a las autoridades de los fétidos olores.

Este régimen necesita que haya pobres, ¡los más posibles! Necesita de la enajenación en todas sus manifestaciones.

En las postrimerías de la “Cuarta Transformación”, ya nos sucedió lo que casi no nos había sucedido durante ese mentado régimen, o sea, apagones en vastas zonas del país.

En medio de una aguda crisis sanitaria y económica, el Gobierno Federal sigue recortando el presupuesto de los dos mil 458 municipios del país –incluidas las 16 alcaldías de la Ciudad de México (CDMX)–.

El General Luis Crescencio Sandoval desprestigia al “Ejército mexicano poniéndolo en brazos del Presidente, ese Ejército que es de todos los mexicanos”, acusó Vicente Fox.

“Pero el antecedente aquí esta, el peligro es latente. Los derechos políticos de la ciudadanía pueden estar en riesgo ante decisiones políticas arbitrarias" de este gobierno.

La organización de esta consulta corrió a cargo de la Comisión Especial de Seguimiento a la Consulta Ciudadana, que es encabezada por la diputada local por Morena

Minutos antes de la renuncia