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El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) de 2022 deberá discutirse el próximo 15 de noviembre como plazo máximo. En su revisión previa a su aprobación por cuenta de la asamblea general de la Cámara de Diputados participan las comisiones ordinarias (y, en su caso, extraordinarias) para opinar sobre el proyecto que envía el titular del Poder Ejecutivo, y que se recaben los puntos de vista y las propuestas de las fracciones parlamentarias de los partidos. Es de esperarse que, en las comisiones, donde hay legisladores que conocen de economía o que han asimilado conocimientos sobre las diversas áreas de esta ciencia porque están repitiendo en una diputación, haya la recepción de las opiniones más adecuadas para analizar bien el PPEF 2022. Escribo esto porque, en las tres comisiones a las que pertenezco (Ciencia, Tecnología e Innovación, Cultura y Cinematografía y del Deporte), hay legisladores que coinciden en que la propuesta de gasto público del Ejecutivo no es suficiente para financiar los objetivos de desarrollo de la ciencia, la cultura y el deporte. Y pese a este hecho, los presidentes de estas comisiones, quienes pertenecen a los partidos aliados a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y Verde Ecologista Mexicano (PVEM), echan flores al proyecto del Gobierno Federal, en tanto que las opiniones de los diputados de oposición, si bien no son desechadas en el momento, son anotadas en un anexo para finalmente no ser consideradas.
En este gobierno se ha castigado a la ciencia y se ha castigado, incluso coartado la innovación tecnológica. Los ejemplos más notorios de este comportamiento son la negativa del gobierno morenista a desarrollar importantes proyectos para generar energías limpias; la desaparición total de fideicomisos, con los que se sustentaban proyectos científicos multianuales, algunos de los cuales disponían de dinero privado, además de público, como es el caso del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), entre otros. Las investigaciones científicas no deben estar sujetas al contentillo de gobiernos entrantes o salientes; y la razón de ser de los fideicomisos es precisamente garantizar que estos proyectos tengan recursos seguros para su continuidad y para que ésta no dependa del capricho de los gobernantes. Pero el problema ahora va más allá, pues el gobierno de Morena, no conforme con el golpe económico asestado a la ciencia, está criminalizando a los científicos, incluso acusándolos de delincuencia organizada –es decir, de mafiosos– a través de la Fiscalía General de la República (FGR), sin que hasta la fecha haya mostrado ninguna prueba. Y todo esto ¿por qué?… Porque ahora resulta que hay una ciencia “burguesa” y una ciencia de “izquierda” que es afín a Palacio Nacional. En el supuesto, igualmente absurdo, de que un prosélito de Morena se lanzara desde el techo de Palacio Nacional para demostrar que Isaac Newton fue un científico fifí, solo porque aceptó el nombramiento de Sir, ¿la ley de la gravitación universal evitaría su azotón en el piso del Zócalo?
En el ámbito del deporte, es claro que México está mal. En el medallero de la última olimpiada, nuestros atletas quedaron en el lugar 84 con solo cuatro preseas de bronce. Ecuador obtuvo mejores resultados que México y estos malos efectos fueron responsabilidad de este gobierno y su política económica-deportiva anticorrupción. Esto se debió a que, en vez de aumentar los recursos de apoyo a los deportistas, se disminuyeron significativamente; además de que, como hemos insistido aquí, no hay una política que tienda a masificar el deporte, tampoco el nuevo “deporte oficial”, el beisbol. Es delicado que haya denuncias de corrupción en el organismo del deporte y que los deportistas de alto rendimiento se quejen de la falta de becas y estímulos para seguir con su actividad profesional. La reducción de los apoyos a los atletas también castiga al deporte y evidencia la falta de interés de este gobierno para competir internacionalmente, y menos usar el deporte como herramienta preventiva contra problemas de salud; sobre todo cuando México ha vuelto a obtener el primer lugar mundial en obesidad infantil. ¿Ése es el pueblo que quiere el gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T) morenista? Parece que sí.
En el caso de la cultura, es evidente el abandono del gobierno. El presupuesto para cultura en 2019, inercial al de 2018 –el último año de Enrique Peña Nieto– fue de 12 mil 394 millones de pesos (mdp); pero con 506 mdp menos. Para 2022, el PPEF plantea que los institutos Nacional de Bellas Artes (INBA) y Nacional de Antropología e Historia (INAH) operen con 4.8 por ciento menos; Educal tendrá un presupuesto 33 por ciento menor al de este año; y el Canal 22, 20 por ciento menos. Esto provocará, como es de esperarse, despidos, por lo mismo, descuido en el patrimonio y menor promoción cultural, con lo que se fortalecerá la cultura que promueven los grupos de la élite en el país. Recordemos que este gobierno eliminó los fideicomisos que apoyaban el talento, como es el caso del Fidecine. En la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados hay voces que se manifiestan a favor de un incremento importante en el presupuesto destinado a cultura; pero como la mayoría es morenista e incondicional al Presidente, es previsible que no nos consideren y que el gasto público en este rubro evidencie el nulo interés que este gobierno tiene por la cultura y el pueblo.
Por todas estas razones, Antorcha ha propuesto, en las comisiones, el incremento de presupuesto destinado al pueblo mediante becas para estudiantes, deportistas y jóvenes artistas; que regresen los fideicomisos para la ciencia, la cultura y deporte y que haya una intensa promoción de estas disciplinas para que la inmensa mayoría de los mexicanos tengan acceso a ellas. Pero como esto no será posible con este gobierno, es indispensable que lo haga el pueblo de México, educado y organizado en el Movimiento Antorchista Nacional (MAN), que plantea una verdadera revolución en materia económica y, por lo mismo, en la actividad científica, cultural y deportiva. El MAN, mediante las Espartaqueadas culturales, deportivas y de matemáticas, demuestra la intención de masificar estas actividades. Toca al pueblo fortalecer su capacidad de cambio mediante el crecimiento de su organización y educación para tomar el poder político de México y hacer más justa y mejor a nuestra patria.
A pesar del desastre en Acapulco, Guerrero, provocado por el huracán Otis, que dejó 48 víctimas mortales, el PEF 2024 aprobado por Morena y aliados, no contempla ningún fondo extraordinario que apoye a los damnificados.
Quienes afirman que el presupuesto en Salud será mayor para el próximo año y beneficiará a los mexicanos, mienten; un estudio de México Evalúa, demostró que este aumento resulta engañoso.
El alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, solicitó al Congreso capitalino 500 millones de pesos extra para el ejercicio presupuestal 2024.
El problema de desabasto de agua alcanza hoy niveles críticos en la región norte del país, especialmente en Durango, Zacatecas y Chihuahua, donde la falta de inversión en infraestructura hídrica deteriora la economía y salud de sus habitantes.
Reiteró que no planteará “una reforma fiscal profunda”.
La Cámara de Diputados determinó que la discusión del Presupuesto para el próximo año en el Pleno iniciará el próximo lunes 6 de noviembre.
Datos de la SHCP revelan que el gobierno de la 4T redujo su gasto en salud, al destinar sólo 800 mil 347 millones de pesos, menos 3.4% al sector, la mayor caída en los últimos 15 años.
La Jucopo del Congreso CDMX aprobó que el formato para la sesión del 6 de octubre, donde Martí Batres rendirá su Quinto Informe de actividades en la CDMX, sea presencial.
Ya inició la discusión del PEF 2024. Según la propuesta de AMLO, ¿habrá más y mejores servicios de salud pública? No, si quieren curarse, deberán pagar medicamentos y medicina privada. Así de sencillo.
Con 266 votos a favor, 204 en contra y 1 abstención, la Cámara de Diputados aprobó en lo particular el PEF 2024. Pero ni un peso fue destinado a la reconstrucción de Acapulco por el huracán Otis.
Un análisis del CIEP informa que el PEF 2022 concentra el gasto productivo en energía, que recibiría casi 15 veces más recursos que la inversión destinada a educación y salud en conjunto”.
La Federación está endeudando al país y comprometiendo el futuro de los mexicanos, luego de que Morena, PT y PVEM aprobara para el 2024 una deuda por 1.9 billones de pesos, la más alta en 10 años, según el CEFP.
Las premisas en que se basa el PEF 2023 “son cuentas alegres que no tienen fundamento técnico, pero sí mucho contenido ideológico, lo cual generará que el ingreso presupuestado sea inalcanzable.
En cinco años de gobierno de la 4T la situación de la mujer en México ha empeorado; el Presidente ha incumplido su promesa de otorgar recursos para lograr la igualdad de género y, al contrario, ha reducido el presupuesto de los programas destinados a apoyarlas.
A López Obrador le tiembla la mano al hablar de una reforma fiscal, pues implicará el cobro de impuestos a las grandes fortunas. Sin embargo, con la aprobación del PEF 2022, sin tocar a los ricos, se obligará a los trabajadores del país a pagar más.
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Escrito por Brasil Acosta Peña
Doctor en Economía por El Colegio de México, con estancia en investigación en la Universidad de Princeton. Fue catedrático en el CIDE.