A lo largo de su historia, Rusia ha sido invadida en múltiples ocasiones.
Cargando, por favor espere...
En la actualidad existen infinidad de clubes deportivos de todo tipo, los cuales se encargan de desarrollar las capacidades físicas a través del deporte, buscando de manera desesperada el éxito deportivo, dejando de lado la formación integral de los deportistas, olvidando inculcar valores dentro de la competencia y para la vida cotidiana.
Vivimos una época que profesa un culto exagerado al winner, el concepto de ganar o ganar. Dejando de lado la educación del deportista, el deporte triunfa en una sociedad altamente competitiva. Inmersos en un sistema capitalista que nos impele a ser productivos, la competitividad se ha impuesto como un patrón imperante del éxito. Por este motivo, son muchos los que hacen de la voluntad de triunfar el motor de su vida.
La competitividad surge desde los inicios del hombre, es un concepto inherente a nuestra especie, desde sus inicios el hombre vivió en un mundo lleno de peligros, desarrollando habilidades de algunos deportes hoy forman parte de nuestra vida cotidiana como correr, caminar, saltar, lanzar, nadar e incluso pelear. Sin embargo, y puesto que los humanos somos mucho más que biología, podemos indagar hasta qué punto la competitividad es exclusivamente un impulso natural. Sociólogos, psicólogos y antropólogos explican que también se trata de una tendencia sociocultural, pues conocemos sociedades para las que el elemento competitivo es secundario.
Este último no es nuestro caso. Pues la competencia se ha convertido en la noción fundamental del sistema económico en el que estamos inmersos. De hecho, la competitividad es una idea-fuerza de los medios empresariales, políticos y socioeconómicos. Entendemos por competitividad la capacidad de una organización de mantener sistemáticamente ventajas comparativas que le permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en el entorno socioeconómico. Se trata de un valor que ostenta una hegemonía cultural importante y es considerado la condición indispensable para que haya progreso social y prosperidad económica. Hemos convertido al deportista profesional en el gran modelo de una sociedad que tiene entre sus aspiraciones el “cuanto más, mejor”.
Deportistas que han sido educados por el sistema capitalista, en el ámbito deportivo rinden culto al éxito, condenando al olvido a todos aquellos que no lo obtienen. Siendo los primeros lugares la preocupaciónen en este sistema de producción, pues serán el motor que generará ganancias para empresarios, políticos y economistas, quienes lo único que buscan es que el deportista se convierta en una mercancía para venderla al mejor postor. Precisamente porque existe esta inclinación por el éxito, muchos deportistas no descubren que el sistema actual los usa, pues ven el deporte de una manera económica buscando el éxito sin importar los medios o a quién atropellen en el camino.
Abundan los deportistas obsesionados por ganar; son los mismos que creen que su vida se ha malogrado porque no han sido los mejores. Incluso se habla de exitismo para referirse a la tiranía del éxito. Los mismos que viven obsesionados por el reconocimiento ajeno y que no saben apreciar el valor de la autorrealización personal, pero cometen el error de valorar el éxito en términos materiales, de bienes, dinero o poder.
Está claro que el sistema capitalista destruye a los jóvenes deportistas, pues inculca la competencia desesperada por ganar, para generar “riquezas”, aunque la competición permanente y neurótica sea un elemento moralmente reprobable. Cortina declaraba que el sentido de la educación no puede consistir únicamente en formar personas competitivas, sino en educar ciudadanos justos, buenos profesionales y capaces de proponerse metas que los hagan felices. Dicho de otro modo, en vez de educar sólo en valores economicistas, deberíamos educar a los jóvenes como buenos ciudadanos. La visión capitalista basada en la obtención de la máxima ganancia posible está totalmente equivocada.
El espíritu deportivo se sustenta en principios morales. Comporta los valores que orientan las actitudes y comportamientos de los deportistas. El desarrollo de los valores en los centros de formación deportiva es indispensable para la formación de jugadores capaces de llevar a cabo un tipo de juego limpio, cambiando la manera en la que actualmente se ve el deporte.
El juego limpio es una forma de ser basada en el respeto a sí mismo y que implica:
Honestidad, lealtad, actitud firme y digna ante un comportamiento desleal; respeto al compañero; respeto al adversario, vencedor o vencido, con la conciencia de que es el compañero indispensable al que nos une la camaradería deportiva; respeto al árbitro y respeto positivo, expresado por un constante esfuerzo de colaboración con él.
Busquemos desarrollar en la competencia deportiva el ideal del progreso en la búsqueda de la excelencia.
A lo largo de su historia, Rusia ha sido invadida en múltiples ocasiones.
No lo digo porque sea Antorchista. Cualquier persona desprejuiciada, a poco que se interese en averiguarlo, se dará cuenta de que lo dicho a la cabeza de este trabajo es absolutamente cierto.
El Movimiento Antorchista Nacional (MAN) construye una nueva forma de ser, sentir, vivir, pensar, hacer las cosas, educar a los trabajadores y distribuir la riqueza en México.
Los piratas han sido relativamente bien recibidos en las costas de los historiadores marxistas.
Como regla general, en toda revisión retrospectiva de las relaciones entre países, la característica más común de la trayectoria de su desarrollo suele expresarse con la conocida frase de expertos: “altibajos”.
El Mundial 2026 será el primero con 48 selecciones y 104 partidos, iniciando el 11 de junio de 2026.
Todo parece indicar que el bloque en el poder ya decidió que la reforma para imponer una jornada legal de trabajo de cuarenta horas a la semana va a ser aprobada por el Congreso antes del 15 de diciembre.
El pueblo de Tecomatlán se viste de gala porque abre sus puertas para recibir a los participantes en el XXIV Encuentro Nacional de Teatro.
Este México nuestro se ha hecho, por sus condiciones, tan irreal, tan innecesario, que así como está ya no tiene ninguna utilidad para el pueblo pobre.
“Humanismo Mexicano”; Altagracia Gómez (empresaria asesora de Sheinbaum) y José Antonio Fernández (presidente de FEMSA) prefieren llamarlo “Capitalismo Consciente”.
Recientemente leí el texto La constitución urbana y espacial de la ZEDEC Santa Fe: origen y desarrollo producto de la reestructuración urbana y símbolo del proyecto neoliberal mexicano de Gustavo Kunz.
Históricamente, el deporte ha significado un espacio donde se presentan, casi en miniatura, la disparidad de situaciones sociales que lo anteceden y definen.
Los bombardeos de Estados Unidos (EE. UU.) en el Caribe contra lo que llaman “narcolanchas” y la aproximación de la armada estadounidense a aguas venezolanas es en realidad una cortina de humo para ocultar el verdadero propósito.
“Por todas partes veo confabulaciones de los ricos que, bajo pretexto y en nombre del bienestar nacional, buscan su propio beneficio”, escribió Thomas Moore, uno de los grandes nacionalistas irlandeses.
México está dividido. Desde la época de los aztecas, los pueblos se dividieron; y cuando llegaron los conquistadores se dividieron aún más.
Reunión trilateral en Washington busca cooperación regional
Persiste posibilidad de cierres carreteros hacia la CDMX convocados por grupo opositor
ONU alerta sobre impacto ambiental por Gas Licuado en Sonora y Sinaloa
Edomex estrena multas dinámicas con nuevo Reglamento de Tránsito
Prevén la llegada de más de 12 millones de peregrinos a la Basílica de Guadalupe
¡México abrirá el Mundial 2026 en el Azteca! Así quedaron los grupos de 48 selecciones
Escrito por Gilberto Román .
Invitado