Cargando, por favor espere...

Escafandra
"Las grandes entrevistas de la historia", de Christopher Silvester (I de II)
Esta compilación reúne 60 entrevistas hechas entre 1859 y 1992 a personajes relevantes de la política, la literatura, la ciencia y la tecnología, entre ellos el filósofo socialista Karl Marx, los jefes de estado Otto von Bismark, entre muchos otros.


Esta compilación reúne 60 entrevistas hechas entre 1859 y 1992 a personajes relevantes de la política, la literatura, la ciencia y la tecnología, entre ellos el filósofo socialista Karl Marx, los jefes de estado Otto von Bismark, Teodoro Roosevelt, José Stalin, Adolfo Hitler, Benito Mussolini, John F. Kennedy y Margaret Thatcher; los escritores L. R. Stevenson, Mark Twain, Rudyard Kipling, Emile Zolá, Oscar Wilde y William Faulkner; el tecnólogo Tomás Alva Edison; el psicólogo austriaco Sigmund Freud, la actriz sueca Greta Garbo y el famoso hampón estadounidense Al Capone.

La entrevista que Horace Greeley le hizo el 30 de agosto de 1859 al pastor mormón Brigham Young para el diario estadounidense The New York Tribune es presentada como la primera elaborada en el mundo con este objetivo. En la Introducción, Christopher Silvester informa que este género periodístico surgió en el Siglo XIX; sugiere al filósofo griego Sócrates como su más antiguo gestor como personaje estelar de los Diálogos de Platón y que durante su proceso evolutivo fue utilizado lo mismo como “monólogo exhibicionista” que como “tribuna judicial” para enjuiciar o ridiculizar a los entrevistados, esto último a fin de chantajearlos económicamente o para “amarillear” y vender más ejemplares periodísticos.

Ambas prácticas provocaron que los personajes aceptaran de inmediato la demanda de entrevista o que la rechazaran con aterrada expresión para evitar no ser sentados en un “banquillo de acusado”. Silvester explica que esto se debió, en parte, a que las pláticas se memorizaban o guardaban en cuadernos de apuntes y que su versión última quedara a la libre, fiel, perversa o falsaria discreción de los entrevistadores y editores.

Fueron a tal grado extremos estos usos, que los entrevistadores llegaron a ser calificados de mentirosas “arpías” o crueles “asesinos” prestos a irse sobre la “yugular” de los entrevistados; y que otros exigieran revisar las versiones antes de ser publicadas para evitar la distorsión falaz de sus dichos, figuras, hábitos y costumbres. Pero, aun así, nueve de cada 10 entrevistas publicadas en Inglaterra y Estados Unidos en el primer medio siglo fueron desmentidas por grandes autores literarios como Stevenson y Faulkner.

La mala fama de la entrevista se atenuó en el inicio del Siglo XX, cuando apareció el magnetófono y casi ha desaparecido con el uso de las grabadoras modernas. Sin embargo, su fidelidad absoluta es prácticamente imposible debido a los errores de dicción de los entrevistados, a la subjetividad de los entrevistadores y a los problemas de espacio editorial en diarios impresos o audiovisuales. Silvester dice que hay dos tipos genéricos de entrevista: la de “perfil” o personaje y la “declarativa” o de contenido; y que por la forma en que se desarrollan pueden ser objetivas, psiquiátricas, egocéntricas, publicitarias y aun “eróticas”, ya que suele ocurrir que entre los dialogantes se generen atractivos sexuales.


Escrito por Ángel Trejo Raygadas

Periodista y escritor.


Noticia anterior
Morir para contar
Noticia siguiente
Ahlam Bsharat

Notas relacionadas

Los bombardeos de Estados Unidos (EE. UU.) en el Caribe contra lo que llaman “narcolanchas” y la aproximación de la armada estadounidense a aguas venezolanas es en realidad una cortina de humo para ocultar el verdadero propósito.

“Por todas partes veo confabulaciones de los ricos que, bajo pretexto y en nombre del bienestar nacional, buscan su propio beneficio”, escribió Thomas Moore, uno de los grandes nacionalistas irlandeses.

México está dividido. Desde la época de los aztecas, los pueblos se dividieron; y cuando llegaron los conquistadores se dividieron aún más.

Más que una categoría formal, la etiqueta “Generación Z” es un instrumento ideológico.

El canon económico clásico postula que el mercado es modelo de equilibrio y que en caso de desbalancearse se ajustará solo, sin intervención del Estado.

EE. UU. se las ingenió para ser el más beneficiado por la Segunda Guerra Mundial, diez años después de finalizado el conflicto

Organizarse para la construcción de un cambio revolucionario en México es algo verdaderamente difícil, dado el atraso intelectual y cultural en el que tienen sumergido a nuestro pueblo.

Con la disolución del bloque socialista, acaecida en 1991 el capitalismo se volvió el modo de producción dominante.

Para quien corre perseguido por un oso en medio de un agreste bosque, lanzarse a un acantilado puede parecer una buena alternativa.

La realidad presente y la historia nos alertan de que el peligro es real.

En el país existen muchos y muy graves problemas.

Muchas de las acciones de Morena están mal, pésimas.

Pero lo que más llama la atención es el sitio, el territorio donde Enrigue comienza su historia. Un llano, un territorio interminable de pastos altos donde los árboles no pueden crecer.

Una de las figuras más influyentes y controvertidas de la literatura modernista del Siglo XX, perteneciente a la “generación perdida”.