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La aguerrida mujer mexicana, una lucha que no termina
En sólo cuatro el gobierno de AMLO ha suprimido varios programas que ayudaban a cientos de miles de mexicanas; además, los feminicidios y la violencia en contra de ellas aumenta y no parece que le preocupe "al gobierno más incluyente".
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En los últimos años, las mujeres han levantado la voz para luchar por la demanda y la defensa de sus derechos que el predominio patriarcal, ahora desde la perspectiva individualista del capitalismo, aún les “regatea”. Es cierto que su viejo papel de procrear y cuidar la mano de obra ha sido rebasado por las apetencias de mayor explotación del sistema capitalista; y que hoy ejecutan los mismos trabajos que los hombres; pero hay que destacar que los ejercen con salarios más bajos y que, el capitalismo ha ganado con esto; porque si antes un hogar se sostenía con un salario, ahora se requieren dos o más; y con ello ha aumentado el número de sus trabajadores en las plantas industriales con prácticamente el mismo costo. Estas maniobras únicamente han provocado que la mujer se concientice en torno al trascendente papel que desempeña en la sociedad; y que ahora estén en condiciones de exigir derechos, pagos y prestaciones iguales a los de los hombres en las empresas, mejores condiciones en el hogar y el trato digno de sus cónyuges.

Esta lucha incesante ha rendido fruto. Hoy en México, por ejemplo, la diferencia de escolaridad entre mujeres y hombres es mínima; la brecha salarial se está reduciendo; y la paridad de género es más considerada por muchas empresas; y también en el ámbito político. Sin embargo, en muchos hogares, la situación no es precisamente “color de rosa”, pues la pandemia evidenció que la violencia en este entorno no cesa; y que la aplicación de las leyes resulta laxa en la defensa de las mujeres. El año pasado estuvo plagado de feminicidios, incluso algunos alcanzaron resonancia internacional, como ocurrió con Debanhi Escobar, en Monterrey, cuyo caso exhibió un rotundo fracaso de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Nuevo León. En lo que va de este año, los feminicidios se incrementaron; y cada vez es más frecuente que las mujeres marchen en las calles para denunciarlos, y que los familiares de las victimas bloqueen vialidades para hacerse escuchar por las autoridades.

En 2018, con el cambio de Gobierno Federal, llegó a pensarse que la situación de la mujer mejoraría considerablemente; pues durante la campaña electoral de ese año, las nuevas autoridades se habían promovido como la “esperanza de los pobres” y los grupos vulnerables de México. Pero ahora, después de más de cuatro años, el fiasco que la gente se ha llevado ha sido mayor al de un balde de agua helada en pleno invierno, porque este gobierno no solo omite problemas, sino además es misógino y ha promovido, por omisión o con intención, más violencia sobre las mujeres. Ésta se ha visto en la supresión de las guarderías para hijos de madres solteras que trabajan, de los desayunos escolares y las comidas en las escuelas de tiempo completo, en otros programas desaparecidos y ha dejado en situación socioeconómica incluso más precaria a decenas de miles de mexicanas.

En la historia universal ha habido un sinnúmero de mujeres valiosas que, junto a sus pares masculinos, destronaron reyes y tiranuelos, como han sido los casos de Rosa de Luxemburgo, Nadezshda Krupskaia, las mujeres de Chicago, Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, y tantas otras mujeres aguerridas que han contribuido al bienestar humano. El próximo ocho de Marzo, Día Internacional de la Mujer, ofrecerá a las mexicanas una oportunidad más para que levanten otra vez la voz, fortalezcan su movimiento de demandas socioeconómicas y políticas específicas y para que, con otros sectores de la sociedad, eviten que el gobierno actual, que busca entronizarse como su verdugo y de la mayoría de los mexicanos, se consolide en el poder. En esta lucha debemos participar todos ahora, porque mañana quizás sea demasiado tarde.


Escrito por Capitán Nemo

COLUMNISTA


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