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Decimos que hay inflación cuando se produce un aumento generalizado, fundamentalmente en los precios de los productos básicos, que se traduce en menor capacidad de la gente para comprar. Este fenómeno es técnicamente más complejo; pero como este semanario no es un órgano periodístico técnico-económico, sino de divulgación, nos limitaremos a brindar una información sencilla sobre sus principales características. Pongamos un ejemplo: si antes del alza de la inflación, un litro de leche costaba 10 pesos y en un corto lapso sube a 20 pesos, su efecto inmediato tendrá una reducción del 50 por ciento en la capacidad adquisitiva de la gente; pues antes, con 20 pesos, podía comprar dos litros de leche y ahora, con el mismo dinero, solo puede comprar un litro.
Pero, ¿cómo se produce el alza de precios? Generalmente las causas están relacionadas con el incremento de los precios de los insumos que sirven para producir las mercancías que consume la gente. Uno de ellos son los combustibles, pues la inmensa mayoría de los productos elaborados están relacionadas con el uso de combustibles. Veamos.
Para elaborar mercancías, así como para transportarlas, se requieren combustibles. En algunos casos se utiliza el gas; en otros, gasolinas o diésel. Si el petróleo sube o escasea el gas, entonces se elevan los precios de las mercancías. Entre éstas se hallan, por ejemplo, las tortillas, ya que para producirlas y transportarlas, se utilizan energéticos. El problema podría resolverse sencillamente si el capitalista estuviera dispuesto a ganar un poco menos; pero en el modelo económico en que vivimos, eso no sucederá, pues quienes lo dominan, los empresarios, tienen como objetivo inamovible incrementar el precio del producto final, pues no están dispuestos a perder ni un peso en el proceso de producción.
Esto repercute, como ya hemos explicado, en el bolsillo de los trabajadores, que sufren directamente el aumento de los precios en los productos que consumen, con la consecuencia adicional de que deben pedir prestado para solventar sus necesidades más vitales, como es el pago de alimentos, la renta, la electricidad, etc., lo que los somete al tormento de Sísifo, ya que sus deudas se vuelven impagables. Sísifo fue un personaje mítico que recibió el castigo de subir una piedra a la colina y, cuando estaba a punto de llegar a la cima, la piedra rodaba hacia abajo y debía empujarla nuevamente. Así, el obrero tiene que sufrir las carencias derivadas de la pandemia de Covid-19 y, ahora, debido a las pésimas decisiones de la mal llamada “Cuarta Transformación” (4T), debe padecer la inflación más elevada del sexenio, que se halla por encima de la época “neoliberal” del expresidente Enrique Peña Nieto. Por ello estoy de acuerdo con lo que me advirtió una señora: “estábamos mejor cuando estábamos peor”.
El Banco de México (Banxico) calcula una tasa de inflación anual de 7.35 por ciento; pero los problemas del pueblo de México que derivan de este fenómeno van a profundizarse porque las políticas seguidas por este gobierno lo llevarán a un fenómeno mayor. Veamos porqué. Primero, porque el gobierno de la 4T está empeñado en hacer de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) un monopolio, pese a que tiene un déficit permanente debido a su sistema de pensiones. Segundo, porque tiene la intención de introducir dinero a Petróleos Mexicanos (Pemex) –empresa que a todas luces no tiene futuro, ni siquiera con ayuda de capital privado, lo que sería imposible porque resultaría contrario a los “principios nacionalistas” del Presidente– lo implica echar dinero bueno al malo. Tercero, porque los “decretazos” y otras acciones violatorias de la Constitución han generado un ambiente de incertidumbre en los inversionistas del país; y con ello se ha frenado el desarrollo económico, la creación de empleos y una mayor carencia de dinero en la gente. Cuarto, porque la política del actual gobierno en torno a incrementar el salario mínimo, que podríamos calificar como un avance en cuanto al monto que tendrá en 2022, volverá a someter a los trabajadores al tormento de Sísifo, pues lo que ganen con ese aumento lo perderán con el alza de precios, lo que confirma la sentencia de Carlos Marx de que el obrero “aunque gana, pierde”. Quinto, porque la inversión pública del gobierno se concentra fundamentalmente en tres obras que, como hemos dicho, serán inútiles para favorecer el crecimiento económico nacional, ya que ese dinero no se distribuye en todo el territorio nacional. Sexto y último: porque la política de entregar dinero a la gente en forma directa tampoco resuelve el problema de fondo ya que, por un lado, lo poco que recibe se lo gasta y se queda en la misma condición económica; y, por otro, porque el incremento de los precios en los productos básicos provoca que no sirva de mucho lo poco que le dieron.
Hay un elemento adicional que debe considerarse en el análisis de la inflación: debido a la pandemia, se frenaron los procesos de producción y distribución de productos; que una vez que regresemos a la “nueva normalidad” y los cientos de barcos con contenedores de mercancías descarguen éstas, la capacidad de recepción de los puertos no será suficiente, se retrasará como nunca el abasto de materias primas, se generará más escasez y, por lo mismo, se incrementarán los precio de los insumos importados. El ejemplo más notable de este problema está en la falta de los microchips con que se producen mercancías electrónicas; carencia que ha provocado una crisis en la oferta de estos productos y, por lo mismo, un alza en sus precios.
Dos lecciones debemos sacar de esta situación. Primera: que con el gobierno morenista no nos está yendo mejor, pues el neoliberalismo, al que había declarado muerto en México, está más vivo que nunca y es promovido precisamente por la 4T. La segunda lección es que el sistema capitalista mundial, como lo vaticinó Carlos Marx, vuelve a mostrar sus debilidades y éstas son la esencia de su caída. Pregunta obligada: ¿existe una alternativa? Sí, existe, pero hace falta que la clase trabajadora se eduque, se organice y tome en sus manos el poder político para que las decisiones del gobierno beneficien realmente a los trabajadores y no como hoy sucede, que las decisiones se toman en nombre del pueblo, pero van justamente contra el propio pueblo, como la inflación lo demuestra.
Casi tres meses de que se anunció el llamado PACIC que supuestamente estabilizaría los precios, sin embargo, resulta todo lo contrario; hoy día 22 productos han aumentado su precio incluso por arriba de la inflación oficial de 8.6%.
El fenómeno de la inflación es muy complejo; podría resumirse en la reducción de la capacidad adquisitiva de la gente. Pero, ¿cómo se produce el alza de precios? Hay varias causas que aquí explico.
El chayote, la naranja, la lechuga, la col, los plátanos, las calabacitas y el aguacates registraron un alza en sus precios durante la primera quincena de junio.
Familias urbanas necesitan aproximadamente nueve mil 196 pesos para necesidades alimentarias básicas.
La inflación sigue cediendo, pero los servicios y mercancías mantienen una tendencia al alza.
En febrero el aumento general de precios fue de 7.2%, pero la canasta básica sube el doble respecto a 2021. Sobre la causa, EE.UU. acusa a Rusia y la "guerra" en Ucrania. Pero éste es un manejo falaz; la inflación mundial viene de antes.
El incremento de los productos, sobre todo los de la canasta básica, se debe, en parte, al aumento del precio de los combustibles, como es el caso del gas LP, que viene incrementándose desde el primer trimestre de este año.
El banco central dejó sin cambios su tasa de referencia, pero alertó sobre el posible aumento de la inflación y el desempleo.
La falta de una estrategia de producción agropecuaria y el derroche en tres megaproyectos inútiles, entre otras, han contribuido a que el pueblo de México esté pasando hambre y profundizando sus altos niveles de pobreza.
La inflación alcanzó el 25.69 por ciento anual, la lectura más alta desde agosto de 2017.
Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, dirigente de la Anpec, dijo que la inflación anual de 2021 será por los menos del ocho por ciento y que en la “cuesta de enero” de 2022 habrá aumentos en los precios de los productos básicos.
El presidente del Anpec señaló que a pesar de que han disminuido los precios de algunos electrodomésticos y artículos del hogar, es menos común obsequiar estos productos a las madres en comparación con años anteriores.
Las becas que da el gobierno no resuelven los graves problemas de pobreza que enfrenta México porque tienen como principal objetivo facilitar el consumo.
El costo de algunos de los ingredientes básicos en la dieta mexicana ha subido considerablemente.
Actividades de transmisión y distribución de energía y activos en más de 30 mil millones de dólares en Chile y Brasil forman parte de la huella de State Gris en América Latina y con expansión en la región.
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Escrito por Brasil Acosta Peña
Doctor en Economía por El Colegio de México, con estancia en investigación en la Universidad de Princeton. Fue catedrático en el CIDE.