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Se ha dicho con bastante insistencia que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el partido oficial Movimiento Regeneración Nacional (Morena) llegaron a la mitad de su sexenio con una concentración de poder casi “absoluta”; pero también que han arribado con problemas muy graves en materia económica, social y política que afectan demasiado la vida de los mexicanos y que no podrán ser resueltos en los próximos tres años.
Esos grandes problemas nacionales son el incremento de la pobreza en cualquiera de sus modalidades; la violencia delictiva y la inseguridad pública, contra los que la Guardia Nacional no ha desempeñado un papel decisivo porque está formada más por militares que por policías; una política de salud deficiente que ha planeado muy mal su respuesta a la pandemia del Covid-19 y una economía estancada debido a la falta de inversiones públicas y privadas.
La presunción del Presidente en torno a que “hay paz social y gobernabilidad en nuestro país”, porque su lucha contra la corrupción y la impunidad ha liberado fondos para el bienestar y el desarrollo es otra más de sus baladronadas para “sortear” los cuestionamientos de la población que vive en un México sumergido en crisis y con cientos de miles de víctimas de violencia, enfermedad y desatención social; pues su irresponsabilidad e incompetencia son, ¡ésas sí!, “casi absolutas”.
AMLO y Morena saben que serán cuestionados por la sociedad; que ya no podrán emprender políticas nuevas y que no dispondrán de más recursos económicos porque, desde que llegaron al poder en 2018 han dedicado buena parte del erario a comprar conciencias mediante programas sociales –cuyos apoyos, por cierto, son muy inferiores a los de las administraciones anteriores– y a pagar campañas electorales y consultas cuyos montos podrían servir para solventar las urgentes necesidades de los miles de damnificados por las inundaciones de este año.
Pero fiel a su política, el Presidente activó una nueva estrategia para controlar a una parte de su partido; ésta consiste en reprimir y encarcelar a quienes no comparten su visión dictatorial.
En la primera semana de septiembre, la alianza parlamentaria en las bancadas de Morena y los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM) en la Cámara de Diputados aprobó la Ley Federal de Juicio Político (LFJP), con la que podrá quitar el fuero, meter a la cárcel o perseguir a los servidores públicos de oposición que no compartan su posición política.
Esto se deduce de la diferencia de procedimientos que la LFJP establece para desaforar a los titulares del Poder Ejecutivo, ya que para quitar el fuero al Presidente de la República se necesita mayoría calificada –dos terceras partes de los votos– y para desaforar a los gobernadores, solo mayoría simple, la mitad de los votos. Es decir, el Presidente no podrá ser desaforado sin los votos de su partido y sus aliados; y para eliminar el fuero a los gobernadores será más sencillo, y quizás solo bastará una orden.
Además, la nueva legislación pretende reducir la protección que las constituciones locales dan a sus gobernadores, ya que estipula que los congresos de los estados deben obedecer lo que decreten los desafueros del Congreso de la Unión, lo que implicará una delimitación del reconocimiento que aquéllos tenían para integrarse como tribunales. Ahora vemos la intención manifiesta de remover a gobernadores incómodos para el mandatario nacional y el gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T).
Hay un tercer aspecto preocupante: el aumento en el número de los integrantes de la comisión para efectuar el procedimiento del desafuero, que pasó de cuatro a cinco. Tres serán integrantes del partido o bloque mayoritario (hoy Morena-PT-PVEM) y dos de la oposición. O sea que por ahora nada podrán avanzar contra Morena y todo será contra la oposición. El mensaje es claro: proteger a los políticos y funcionarios de la 4T y meter a la cárcel o controlar a los opositores mediante amenazas de remoción por la vía del desafuero.
Y mientras todo esto se planifica en las altas esferas del poder político, la población mayoritaria de México sufre represión política y policial mediante el uso de la Guardia Nacional o, como en el caso de la Ciudad de México, a través del “desaparecido” Cuerpo de Granaderos que Claudia Sheinbaum lanzó recientemente para golpear a un grupo de colonos de Tláhuac, que solicitaba el desazolve del drenaje de su comunidad inundada con aguas negras; o para reprimir a varios alcaldes de oposición que le reclamaban audiencia. De esa golpiza salió con la nariz ensangrentada Lía Limón, alcaldesa de Álvaro Obregón. Por el momento, querido lector, es todo.
México está entregado a las decisiones de EE. UU., por lo que sus decisiones como país están ligadas a las de los poderosos de Norteamérica. Así, eso de que el neoliberalismo está acabado por decreto es mentira. Y explico por qué.
El próximo 1° de diciembre se cumplen cuatro años de "transformación", con un incremento de la pobreza; estancamiento de la economía; fracaso en el combate a la corrupción y la inseguridad pública; con la todavía promesa de un sistema de salud eficiente.
El partido del Presidente sufrió un descalabro por la disminución de su número de electores, el rechazo a la política del gobierno de la 4T en la mayoría de las entidades del país y la pérdida de sus principales bastiones.
El 73% de menores de 5 años apenas cuenta con tres o menos libros infantiles en sus hogares. En zonas rurales el porcentaje se reduce a 40%. Los juguetes... los niños tienen máximo dos juguetes debido a la pobreza que padecen.
Las mujeres son reclutadas porque las autoridades sospechan menos de ellas, son más observadoras y pacientes, logran mantenerse fuera del radar de la policía y el ejército, entre otras ventajas.
El Estado puede, y debe, intervenir para corregir los “fallos del mercado”; sin embargo, existe el riesgo de que el Estado se arrogue el poder absoluto, como hoy con la 4T, y genere una situación de desabasto y carencias mil.
El primer informe de labores del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez..., el cual destacó por presentar un año sin inversiones productivas, una caída en el empleo en el contexto de una serie de homicidios.
En el país la división de poderes está severamente agredida y las decisiones legislativas las toma López Obrador. En cuanto al PEF 2022 se le recortaron al INE 4,913 mdp, recursos que estarían destinados a los ejercicios de revocación de mandato.
Entre los organismos “onerosos, (que) no sirven para nada, no le sirven al pueblo”, a creencia de AMLO, están el INAI, la Cofece, la CRE y el IFT, por mencionar sólo algunos.
En este artículo explico por qué no sorprende la nueva maniobra presidencial de criticar y querer desaparecer los organismos autónomos al afirmar que están plagados de conflictos de intereses.
Tras 22 años de vida académica de la preparatoria “Rafael Ramírez” y 18 años de la preparatoria “Felipe Bachomo”, en total mil 466 jóvenes han egresados en ambas instituciones.
Los únicos esfuerzos por levantar Acapulco de la postración son sus trabajadores y microempresarios.
Grupos delictivos dedicados a invadir inmuebles, en los últimos tres años, han realizado 11 mil 113 despojos con apoyo de Morena y algunos funcionarios de la Ciudad de México.
El próximo 22 de marzo se conmemorará el Día Mundial del Agua, pero en México los tres órdenes de gobierno son indiferentes ante la crisis hídrica que, sumado a la falta de lluvias y cambio climático, son una bomba de tiempo para los mexicanos.
“Ya son varios crímenes contra nuestros candidatos y las autoridades se hacen las desentendidas. Exigimos al gobierno de Morena y al IEE que se dé seguridad de inmediato”, dijo Aquiles Montaño Brito.
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Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).