Cargando, por favor espere...
Hace unos días, con ocasión de la visita que el Presidente hizo a una comunidad de la Huasteca hidalguense, circuló a través de su Twitter un video donde aparece con un campesino que trabajaba en un trapiche, estampa laboral que ofreció como ejemplo de la “verdadera economía popular” en la que se basa su gobierno. El Presidente parece maravillado con éste y otros ejemplos de la forma en que las comunidades campesinas de México se ganan la vida, empleando tecnología artesanal que data de la colonia y que contrasta enormemente con la tecnología que hoy se utiliza en las regiones del norte, en la Laguna o en el Bajío.
Pero al Presidente se le vio muy a gusto tomando jugo de caña mientras un cansado caballo daba vueltas para hacer funcionar el trapiche, instrumento traído por los españoles hace casi 500 años, que aún se utiliza en muchas áreas rurales del país al igual que la coa, de origen precolombino. Es cierto que muchos de los campesinos marginados tienen como únicos recursos de sobrevivencia este tipo de labores y su ingenio, con los cuales elaboran dulces, quesos, tlacoyos, tamales, frituras, telas, servilletas bordadas; pero hay que resaltar que estas actividades artesanales pertenecen a un estadio de desarrollo muy anterior al capitalismo de nuestros días.
Y aun cuando estos productos sean de calidad superior a los que se fabrican industrialmente, resultan poco competitivos frente a las grandes marcas que dominan el mercado. Las artesanías son producto de una muy precaria economía y evidencian el atraso tecnológico que predomina a lo largo y ancho del país. Al ponerlas como ejemplo –sea por desconocimiento o por burla inconsciente– el Presidente de la República contribuye a perpetuar las condiciones de marginalidad fabril y miseria económica en que viven esas comunidades. Si bien el Presidente presume las “tandas del bienestar” con que su gobierno estimula estas actividades económicas con un apoyo de seis mil pesos para cada empresa pequeña o artesanal, tal cantidad no alcanza ni para alimentar al caballo que mueve al trapiche.
Es obvio que el Presidente no sabe de economía, pero sus asesores deberían darle algunas lecciones fáciles de esta disciplina, aunque parece que no es posible porque muchos de ellos también deben estar trastornados, pues consideran como novedosas acciones y programas que en otros tiempos probaron su inutilidad. El Presidente y sus colaboradores piensan que su mejor justificación como gobernantes es que están resolviendo el problema de la distribución de la riqueza. Nada más falso. Lo que están haciendo es disfrazar la pobreza de los mexicanos con apoyos asistencialistas.
Los datos sobre el empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) pueden ayudarnos a entender la precariedad de la economía, porque muestran un escenario donde no hay trabajo –es mentira que el desempleo sea de dos millones de personas– y las plazas que existen están muy mal pagadas. En consecuencia, la gente tiene que auto-emplearse hasta donde su imaginación y necesidad se lo permitan, incrementando con ello la “changarrización” del país.
Las grandes empresas capitalistas hacen pingües negocios en los países subdesarrollados como el nuestro; por un lado, porque poseen resistencia interna para adueñarse del mercado y por el otro tienen a su disposición un ejército de mano de obra barata deseosa de ser empleada. La debilidad del mercado nacional permite a estas compañías, la mayoría extranjeras, saquear las riquezas sin ningún impedimento. Por tanto, un Presidente que pretende jugar a la “tiendita” y fincar el desarrollo del país en trapiches, está muy equivocado y sus resultados en política económica son de cero en crecimiento y avisan los indicios de una recesión.
Los discursos a la ligera y los programas asistencialistas son una mala fórmula para mantener al pueblo contento. Los países neoliberales los han usado antes y fallaron inevitablemente, porque con demagogia no se reduce la brecha de la desigualdad entre pobres y ricos, ni se llena el estómago de los mexicanos. Pero además de la pobreza generalizada, ahora hay en el país otro problema grave: la pretensión de usar la “Ley Garrote” contra quienes, amparados en la ley, demandan soluciones a sus carencias para hacerles llevaderas sus maltrechas vidas; porque los que protestan son los excluidos del modelo económico imperante: pequeños comerciantes, artesanos, campesinos, obreros, estudiantes; esos que “el ganso” juró defender en campaña cuando aseguró que “primero son los pobres”. Ahora ya es claro que esto no era cierto.
La pobreza en México se ha mantenido durante los últimos 20 años debido a la falta de empleos, salarios insuficientes, aplicación de programas sociales deficientes y la corrupción.
Frente a Palacio Nacional, reiteraron que continuarán exigiendo justicia, tal como lo vienen haciendo desde 2014
Se comprometió a encontrar a los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Se prepara, pues, una elección de Estado al más viejo estilo, ése que tanto condenó el ahora Presidente cuando su partido formaba en la oposición.
El mundo se reveló como un espacio mucho más amplio y la visión “insular” de Europa, Asia y África colisionó.
“El triunfo de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República abre la posibilidad de acceso directo de los pentecostales a la toma de decisiones en las Cámaras de Diputados y de Senadores para, desde ahí, librar la guerra contra el maligno
AMLO saldrá bien librado de los malos resultados en casi todos los rubros de su desgobierno, pero la sombra de las miles de víctimas del Covid-19, del crimen organizado y desapariciones lo perseguirán hasta donde vaya.
Andrés Manuel López Obrador se comprometió a construir más de cinco millones de viviendas; pero durante su sexenio no logró edificar ni siquiera un millón.
Evidente que el gran problema de México y el mundo, que sobrepasa con mucho al de la corrupción, es la injusta distribución de la riqueza.
En los últimos lugares de la lista se encuentran Brasil, México, Colombia, Irán y Estados Unidos. Brasil ha registrado más de 218.000 fallecidos por coronavirus.
El consejero Ciro Murayama comentó que el país votó en paz y tranquilidad, a pesar de indicios menores en varios puntos del país.
Personajes que en otro tiempo fueron tildados de corruptos por el Presidente, hoy ocupan cargos de primera línea en el gobierno de la 4T o figuran como consejeros y asesores en el partido gobernante.
El Barzón, ya no tuvo que pernoctar largos días frente a San Lázaro en espera de ser recibidos por la Comisión de Presupuesto o los legisladores.
Y ahora sí parece que ya suenan los tambores de cambio en el primer círculo del presidente, y esto sucedería los primeros días del 2020
El desproporcionado aumento del gasto improductivo del gobierno a expensas del productivo solo ahondará la crisis; aunque crea una apariencia de mejora por el reparto de dinero, no es sustentable.
“Los que se inundan son la gente pobre”, declara gobernador de Morena
Anuncian Trolebús para Ixtapaluca, Estado de México
Alerta, se espera "Tormenta Negra" en la CDMX y Edomex
Península de Baja California podría convertirse en Isla: UNAM
¡Dos socavones en 2 días! Avenida I. Zaragoza permanece cogestionada
Esto es lo que debes saber de la próxima reunión entre Trump y Putin
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA