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En el distrito surcoreano de Bundang-gu, ubicado a 15 kilómetros de Seúl, capital de Corea del Sur, se desata una epidemia de la influenza H5N1, la cual es tan peligrosa que se transmite, con mucha facilidad, y mata a cualquier contagiado con una rapidez terrorífica y, sin distingos de edad, estado de salud o condición socioeconómica. La epidemia es llevada por unos migrantes vietnamitas que mueren dentro de un contenedor que fue abandonado por “polleros”. Un par de maleantes –que son hermanos– se meten al contenedor donde están los muertos y, sorpresivamente, se levanta un “cadáver”: el vietnamita Monssai, quien abandona el lugar no sin antes contagiar con su tos a uno de los malandros. Se trata de una variedad del virus que pronto se extenderá a toda la ciudad. El rescatista profesional Kang-yi-goo (Jang-Hyuk) salva a la hermosa epidemióloga Kim-im-Hae (Soo-Ae) cuando ésta se halla en su auto, que cayó en un profundo hoyo (una mina). Kim se porta cortante y ni siquiera agradece a Kang el rescate. Pero esta relación, que en un principio parece muy tirante, gracias al interés del joven rescatista vierte primero a amistad y después se vuelve entrañable. Kang regresa a la mina para rescatar el bolso de Kim, el cual había quedado en el auto, y se lo entrega a la pequeña hija de ésta, llamada Mi-Reu.
La epidemia se extiende con gran velocidad porque el maleante contagiado por Monssai trasmite el virus a médicos y enfermeras del hospital. En solo 36 horas, hay miles de infectados y miles están muriendo, debido a que la letalidad del virus es muy alta. La pequeña hija de Kim conoce a Monssai porque éste la salva de ser atropellada mientras anda sola en la calle y su madre está atendiendo a los miles de enfermos de la epidemia. Mi-Reu le da de comer a Monssai y éste la contagia. El gobierno de Corea del Sur analiza las medidas que debe tomar para contener las infecciones, cuyo indicio es hallado en el teléfono celular del primer contagiado; este hecho propicia que Monssai sea ubicado como el responsable, que se sepa que escapó y que anda recorriendo las calles de Bundang-Gu. Los epidemiólogos determinan también que el virus que infectó a Monssai es producto de una mutación, lo cual lo hace mucho más peligroso, pues contra él no hay vacuna. Miles de habitantes de Bundang-gu son confinados en un estadio y el gobierno concluye que no tienen salvación; pero advierten que si se desplazan a Seúl, causarán una pandemia tan intensa, que la seguridad sanitaria mundial estará en peligro. Kim descubre que Monssai está en la zona de confinamiento, pero sabe que este primer portador del virus ha creado anticuerpos y que está en franca recuperación, por lo que decide –violando las normas impuestas por el gobierno– extraer sangre del vietnamita para transfundirla a su hija que está grave, cuya enfermedad ha ocultado a sus jefes. Kim aplica varias dosis a Mi-Reu y ésta reacciona positivamente y comienza a recuperarse. Pero los confinados, al ver que el gobierno solo los tiene aislados para dejarlos morir, deciden rebelarse y miles de ellos se dirigen hacia Seúl. Los gobiernos de Corea del Sur y de Estados Unidos, que tienen acuerdos en materia de seguridad nacional, discuten si deben frenar a los enfermos asesinándolos mediante la utilización del ejército surcoreano. La posición del presidente de Corea del Sur es de no reprimir e intenta negociar con los enfermos. La posición del representante estadounidense es aplastar la rebelión en cuanto los inconformes traspasen una línea amarilla establecida en la carretera. Este diplomático, incluso, le recuerda al jefe de Estado de Corea que él puede ordenar, sobrepasando la máxima autoridad local, esa acción militar. Finalmene, la represión se conjura cuando el presidente de Corea del Sur se entera que existe una persona que se ha curado (Mi-Reu) y que en su cuerpo se halla la solución a la enfermedad. Es decir, se impone al representante gringo y ordena que el ejército no dispare.
Me he detenido a reseñar esta cinta porque, de una u otra manera refleja lo que puede ocurrir en una sociedad en casos de extrema gravedad. También distingue con claridad la diferencia que hay entre los gobernantes humanistas y los representantes rapaces e inhumanos que sobran en la superpotencia.
Hay 7 mil 873 pacientes por covid-19 en la Zona Metropolitana y esta semana, un ingreso de 3 mil 072 contagiados; una reducción de un 14% respecto al periodo anterior.
Desde el próximo martes 26 de diciembre, la Cruz Roja Mexicana delegación estado de México, ofrecerá a bajo costo, la vacuna contra el Covid-19, de laboratorios Pfizer.
Con un concierto y una clase de Box masivos en el Zócalo, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheimbaum, dijo que pese al repunte de contagios, no se aplicarán medidas y que “sólo hay que cuidarnos”.
Las imágenes de los grafitis invitan a la sociedad a no olvidar el trabajo fundamental y solidario que estos trabajadores ejercen diariamente en el combate a la pandemia.
El pueblo tiene más elementos y más conciencia para levantar la cabeza y poner un alto definitivo a sus desgracias históricas.
La esperanza de vida se redujo cuatro años, así lo aseguró el excoordinador general de los Institutos Nacionales de Salud, Jaime Sepúlveda Amor.
Pfizer, que desarrolló su vacuna contra el Covid-19 junto con BioNTech, se sometió a pruebas el contenido de los frascos y confirmó que era falso.
No existe ninguna “nueva normalidad”; ésta fue simplemente un llamado para que los trabajadores volvieran al peligro del que ya se habían alejado; lo único nuevo en el momento actual es que el peligro es mucho mayor.
Mike Ryan señaló que hay diferentes respuestas en los países, algunos en que tanto sociedad como el gobierno se manejan guiados por la ciencia y en otros “hay ausencia o debilidad en ese sentido”.
La dependencia aseguró que la vacuna cumple con todos los requisitos de calidad, seguridad y eficacia necesarios para el grupo de referencia.
Hans Kluge, ha afirmado este jueves en una sesión informativa "Europa representa el 28 por ciento de los casos mundiales, con un 26 por ciento de muertes acumuladas en la región".
En el fondo, al país imperialista le duele esa bofetada médica a su monopolio farmacéutico. Los rusos crearon la vacuna contra el Covid-19, primero por su humanismo.
“Las farmacéuticas quieren hacer negocio y quisieran estar vendiendo siempre vacunas para todos, pero tenemos que priorizar, saber si se requieren".
En México, las cifras son alarmantes. Antes de que termine el año, se llegará al millón de contagios y los fallecidos seguramente rebasarán los 100 mil.
Las tasas de vacunación infantil no han recuperado los niveles previos a la pandemia de COVID-19.
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA