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Este año se ha ido en un abrir y cerrar de ojos; y todo indica que muchísimos problemas del país seguirán sin solución porque el Gobierno Federal en turno, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su gabinete, los han soslayado o atendido mal porque se dedican más al show político que cotidianamente arman en el circo de Palacio Nacional. México seguirá sufriendo las pésimas decisiones de una política errónea, que está muy lejos de sacar a muchos mexicanos de la pobreza y la miseria extrema y de reactivar su economía para impulsarla hacia el crecimiento y la prosperidad.
Lo que hemos visto en los tres años de administración de la “Cuarta Transformación” (4T) y casi dos años de la pandemia del Covid-19 es autoritarismo, soberbia, manipulación, ineficacia y mentira. Prácticamente todos los mexicanos, en particular quienes enfrentan o han padecido la pandemia y los desastres naturales provocados por los huracanes, se sienten aún vulnerables y amenazados por este tipo de contingencias, además de la manifiesta negligencia y pasividad operativa de la administración federal.
Millones de mexicanos también resienten el engaño y la demagogia, especialmente cuando los funcionarios de este gobierno anuncian que la vacunación está casi por terminar mientras que, en sus hogares, aún hay hermanos, madres, padres o abuelos que han sido o son víctimas del Covid-19. Este hecho los pone a llorar ante la dificultad que enfrentan y los hace aun más conscientes de que las cifras de la pandemia no se ajustan a la realidad, porque el número extraoficial de víctimas mortales supera las 500 mil; y los analistas serios prevén que al concluir el año habrá al menos otros 200 mil muertos.
¿Y qué decir de la pobreza? Ahora hay 10 millones más de mexicanos en esta situación, orillados tanto por la peste del Covid-19 como por la impericia gubernamental ¿Y qué decir del desempleo? Hoy, gran parte de la población mexicana sigue sin trabajo y hasta mayo de este año 574 mil personas se habían sumado a la desocupación; en el mismo mes de 2020 había 2.7 millones de desempleados, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ¿Y qué decir de la inseguridad? ¿Ésa sí va bien? ¡No! ¡Nada de eso! Entre el 75 y 80 por ciento de la población mayor de 18 años tiene sensación de inseguridad en su entidad; entre 20 y 25 millones de mexicanos han declarado haber sido víctimas de un delito. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envide) del Inegi, la inseguridad pública es uno de los problemas más importantes de los mexicanos, seguida del desempleo y la falta de atención a su salud.
A unos meses de que concluya el año, la atención pública se centra en el Congreso de la Unión debido a la presentación del proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2022 (PEF-2022), en el que el gobierno del Presidente ha decidido que sus megaobras emblemáticas –Refinería Dos Bocas, Tren Maya, Aeropuerto Felipe Ángeles– y sus programas sociales clientelares sean los “ganones” del gasto público federal del próximo año, y que los presupuestos de salud, de apoyo al campo mexicano y a la infraestructura urbana básica –agua potable, drenaje, vivienda, pavimentación, etc.– sean recortados. Esta actitud ha provocado protestas de inconformidad popular en las giras de trabajo más recientes de AMLO en el interior de la República, como ocurrió el pasado tres de octubre, cuando los damnificados del huracán Grace le recriminaron la falta de ayuda a más de dos meses de la pérdida de sus hogares y lo único que obtuvieron de su parte fue un portazo intolerante y soberbio.
Otra decisión del gobierno de la 4T, también muy controvertida e importante, fue el envío de una reforma constitucional en materia eléctrica, cuyo contenido ha generado mucha tensión en los partidos políticos, específicamente en los de oposición con mayor fuerza partidos –Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD)–, ya que la votación de la reforma eléctrica en el Congreso podría romper este bloqueo justo cuando empiezan a tejerse las alianzas electorales para los comicios estatales en seis entidades donde se elegirá nuevo gobernador: Aguascalientes, Coahuila, Durango, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo.
La posibilidad de que la dirección nacional del PRI –hoy en extremo débil después de que hasta 2018 era la principal fuerza política en México– se haya visto obligada a decir que “va estudiar” su apoyo a la reforma eléctrica en el Congreso de la Unión, evidencia no solo la intención político-electorera de dicha iniciativa, sino también el propósito del gobierno de la 4T por hallar en el tricolor –que posee los votos requeridos para aprobar la reforma constitucional– a los políticos que pretenden restituir a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el control mayoritario de la generación y venta de energía eléctrica y revertir las inversiones privadas en ese sector energético.
¿Qué va a venir en los próximos días, semanas y meses? ¿Qué negociará el PRI con el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y AMLO, a cambio de su apoyo a dicha reforma? ¿Pedirá la concesión de algunas piezas en el ajedrez electoral de 2022? ¿Acaso al tricolor ya se le olvidó que este año perdió ocho gubernaturas en coalición con el PAN y PRD? Todo parece indicar que el PRI seguirá hundiéndose por la sencilla razón de que no hay unidad en su interior y que, como antaño, sigue sin considerar a sus bases sociales, al pueblo, el único que podría garantizarle unos cuantos años más de vida. Los priistas no deben olvidar que México, por culpa de AMLO, Morena y todas las administraciones anteriores, sigue en terapia intensiva y ya no aguanta más.
Por el momento, querido lector, es todo.
El decreto contraviene los derechos humanos, ya que prisión preventiva oficiosa, “lejos de expandirse y endurecerse, debería eliminarse”.
“Si se respetase la Constitución no debiese admitirse la renuncia de Arturo Zaldívar como ministro de la Corte, dado que no expone alguna causa grave: el Presidente no debería aceptarla, ni el Senado aprobarla.
En la plaza principal de Tecun Umán, en Guatemala próximo a la frontera con Chiapas arribaron esta mañana unos mil 200 migrantes que conforman el primer contingente de la caravana
Más de una vez el Presidente ha dicho que no encabeza un simple cambio de régimen sino una revolución. Pretende justificar así el autoritarismo represivo de su gobierno llamándolo “dictadura revolucionaria del pueblo”.
La propuesta recibió un voto unánime y de mayoría calificada, sumando 483 votos de la oposición y del bloque mayoritario.
México no es un país que tome decisiones libre y soberanamente en el plano internacional.
La clase política del país rindió un homenaje póstumo a la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y al senador Rafael Moreno Valle
Acompañados por Vidulfo Rosales, su representante legal, los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa solicitaron que el Senado sea un interlocutor ante las instancias del Gobierno y el presidente de la República.
Las integrantes del Comité se limitaron a presentar una relatoría de lo ocurrido el martes 14 de enero.
Nos encontramos ante dos tipos de nacionalismo. Un mismo concepto que en dos realidades diferentes toma, según sea el caso, una forma revolucionaria o reaccionaria.
Grupos como “Artículo 19”, “Data Cívica”, “Fundar” y “México Evalúa” advirtieron que esta acción sigue la línea de las reformas del pasado 5 de febrero, las cuales buscan eliminar al INAI.
A estas alturas, los mexicanos han advertido ya que la realidad, en vez de mejorar, empeora; la corrupción sigue ahí, pero con otros protagonistas; la inseguridad no se ha reducido.
La ira y la frustración de miles de ciudadanos afroestadounidenses se hace más fuerte cada día.
Tras haberle recortado el presupuesto al INE, la administración morenista ahora pretende usar los fideicomisos del Poder Judicial con un doble propósito: debilitarlo políticamente y usar ese dinero en el financiamiento de los programas electoreros.
El Presidente es sólo una pieza en el engranaje del control político.
Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).