Cargando, por favor espere...
México no mostró un avance significativo respecto al pasado, lo que denota que el nivel de bienestar a nivel nacional no progresó. Por segundo año consecutivo, la organización México, ¿cómo vamos? y Social Progress Imperative dieron a conocer el Índice de Progreso Social (IPS) 2020, una evaluación integral del bienestar social estatal que toma en cuenta 55 variables y permite medir la eficacia con la que el éxito económico de un país se traduce en progreso social.
En la edición 2020, las 55 variables consideradas para el análisis no reflejaron avances que permitan ubicar mejoras en la vida de los mexicanos. Este estudio se presenta en el contexto del segundo año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Fueron tres dimensiones -Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos del Bienestar, y Oportunidades-, y 12 pilares –como Salud y Bienestar, Libertad Personal y de Elección, Inclusión, y Seguridad Personal-. Los datos recabados de fuentes oficiales entre 2017 y 2020, muestran el panorama en México previo a la llegada de la pandemia de Covid-19, al tiempo que reafirman la disparidad regional.
Estados como Nuevo León, Yucatán, Coahuila y CDMX se vuelven a colocar dentro de las 5 primeras posiciones del Índice, mientras que Chiapas, Oaxaca y Guerrero vuelven a ocupar los últimos 3 lugares.
El Índice de Progreso Social confirma que existe una correlación entre los ingresos de un estado (medidos por el PIB per cápita) y el bienestar social de su población. Aún más, demuestra que los estados no siempre aprovechan sus recursos de manera eficiente; la CDMX, por ejemplo, tiene el mayor PIB per cápita (sin minería o petróleo), pero ocupa el quinto lugar en el ranking de progreso social. Finalmente, existe una relación directa entre el Índice de Progreso Social y el nivel de pobreza laboral en cada estado.
A nivel estatal, los resultados indican que 22 entidades no mostraron avances ni retrocesos en el puntaje, con variaciones menores al 1 por ciento en su calificación; ocho mostraron incrementos en el puntaje, resaltando Baja California Sur que pasó de la posición 25 a la 13, Tlaxcala de la 26 a la 19 y Sinaloa de la 7 a la 2. En contraste, dos estados tuvieron disminuciones en el puntaje respecto al año previo, Querétaro se colocó en la posición número 7 y Zacatecas en la 26, cuando en 2019 sus posiciones fueron la 2 y la 23 respectivamente.
En los 22 estados que no presentaron ni mejoras y retrocesos viven 7 de cada 10 mexicanos (68 por ciento de la población), y en los dos estados en los que se observan retrocesos vive el 3 por ciento de la población. Solo 3 de cada 10 mexicanos vieron algún grado de mejora en el progreso social, dejando a 7 de cada 10 en estados donde no mejoró su bienestar según el IPS.
En términos del bienestar social, 18 estados se ubican por encima de la calificación nacional, incluyendo Nuevo León, Sinaloa, Yucatán y Coahuila. En contraste, 14 estados se ubican por debajo de ésta; entre ellos, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz. El IPS permite no solo identificar los retos que enfrenta cada uno de los estados, sino hacer un diagnóstico puntual de las necesidades a nivel regional.
Sinaloa: utilizó sus recursos de manera útil
Como un caso a destacar, Sinaloa no sólo es uno de los estados que creció significativamente en su puntaje de IPS, sino que además lo hizo utilizando sus recursos de manera útil; está en la posición 18 de 32 estados en cuanto a la riqueza por habitante (PIB per cápita), y pasó de estar en la posición número 7 de 32 estados el año pasado, a estar en segunda posición este año.
El caso de éxito de Sinaloa también muestra la falta de incrementos en el progreso social en el resto de los estados, pues aunque apenas incrementó su IPS en 1.3 puntos entre 2019 y 2020, mejoró en 5 posiciones. Con ello, se evidencia que el resto de los estados no mejoró su progreso social o cayó.
De igual forma Nuevo León, que ocupa la primera posición en progreso social, es un caso de éxito relativo, pues aunque entre 2019 y 2020 su puntaje permaneció prácticamente igual (pasó de 72.1 puntos en 2019 a 72.8 puntos sobre 100 en 2020), ocupa el tercer lugar en riqueza por habitante en México, por lo que su alta posición en el IPS se explica por una buena administración de recursos.
Mucho ingreso no garantiza bienestar. Campeche es el estado con mayor riqueza por habitante (PIB per cápita) a nivel nacional, debido principalmente a su industria petrolera, que aporta 7 de cada 10 pesos con los que cuenta el estado (74% del PIB estatal); sin embargo, este alto nivel de ingreso per cápita no se traduce en buenos resultados de progreso social: el estado ocupa el lugar 15 en términos de IPS, y entre 2019 y 2020 empeoró en posición pues el año pasado estaba en el lugar 11. Aunque el puntaje de Campeche se mantuvo, otros estados como Baja California Sur y Tamaulipas tuvieron incrementos en puntaje y le "ganaron el lugar".
Hoy más que nunca, el Índice de Progreso Social se vuelve una herramienta fundamental no solo para reconocer el estado del bienestar social en las entidades previo a la crisis por Covid-19, sino para dar seguimiento a los rezagos que la pandemia podría ocasionar sobre el nivel de vida de los habitantes de México en los años por venir, informó México, ¿cómo vamos? en un comunicado.
La pobreza afectó al 52.9 por ciento de la población.
En diciembre, lo dispar de la opulencia y la miseria es más notorio.
Otros factores que dificultan el cumplimiento del objetivo para 2030 incluyen el lento crecimiento de las economías, la elevada deuda, los conflictos geopolíticos y el cambio climático.
En el gobierno de López Obrador la pobreza no solo se perpetúa en la población mayoritaria de México sino que aumentó en 3.8 millones hasta sumar 55.7 millones de personas, cifra que sigue en ascenso.
Ésta es la vida de los de abajo y a estas desgracias se han agregado dos calamidades más: el gobierno de la 4T y el Covid-19.
La desigualdad en el mundo se hace más profunda, la brecha entre ricos y pobres continúa y los más perjudicados son los más pobres.
En los cinco años y cuatro meses del gobierno morenista, niños, niñas y adolescentes del país han padecido mayor pobreza, miseria extrema, falta de acceso a la alimentación, al sistema de salud y a la educación.
Para los jóvenes, la informalidad es su principal fuente de trabajo, de aquí que seis de cada diez trabajadores en este rango de edad no tengan acceso a ninguna institución de salud pública.
¿A quién se propone afectar y a quién beneficiar la reforma fiscal que se proyecta? ¿Se atreverá la 4ªT a tocar finalmente las utilidades de los grandes capitales? La duda no es gratuita.
El informe resalta la desigualdad geográfica, misma que evidencia que las entidades del sur y centro-sur del país
Muy pocos jóvenes transforman la realidad que les toca vivir; la mayor parte se conforma con la vida que ésta le impone y acepta el camino ya trazado: convertirse en mano de obra barata y exportable a las ciudades del país y de Estados Unidos.
El MAN está consciente de que la pobreza se agudizará con la crisis socioeconómica actual y que si la inconformidad social no se encauza por vías legales su desbordamiento, verterá en el caos y las revueltas.
Para contribuir al gasto del hogar, los más pequeños eligen ayudar al gasto de sus padres.
Las tormentas tropicales causan inundaciones, deslaves, la muerte de varias personas, el derrumbe de casas, la suspensión de clases en escuelas y el bloqueo de vías de comunicación.
“No hay condiciones para el desconfinamiento”, aseguró el alcalde de Chimalhuacán, quien recordó que los contagios aumentan todos los días.
Escrito por Redacción