Cargando, por favor espere...

"El cavallino rampante": Ferrari y la ciencia de los autos
¡La carrera comienza! La marca cuyos autos alcanzan los 340 kilómetros por hora está en riesgo. Esto en el reciente estreno de la película Ferrari, de Michael Mann.
Cargando...

¡La carrera comienza! La marca cuyos autos alcanzan los 340 kilómetros por hora está en riesgo. Esto en el reciente estreno de la película Ferrari, de Michael Mann. En ella, el mundo de las carreras de autos, la producción automotriz y la identidad deportiva de un país (Italia) se funden con negociaciones corporativas, ataques de la prensa, conflictos pasionales y accidentes fatales. Hablaremos de ella y de los principios científicos bajo los que operan los automóviles. Suba a su Ferrari, pise a fondo, ¡y arranquemos!

Étienne Lenoir inventó el primer motor de combustión interna. En 1876, Nicolaus Otto (padre del cofundador de BMW) patentó su motor de cuatro tiempos. Karl Benz construyó, en 1886, el primer vehículo propulsado por un motor de combustión interna. En 1908, Henry Ford comenzó a producir en masa su modelo Ford T para el público en general. 

Las primeras carreras de autos se llevaron a cabo en carreteras públicas en Europa y en Estados Unidos a principios del Siglo XX. Posteriormente se dividieron en carreras de resistencia y de velocidad.

¿Cómo funciona un motor de combustión interna de cuatro tiempos? Imagine un cilindro hueco. Arriba está la bujía y dos válvulas: una de admisión, para que entre la mezcla de gasolina y oxígeno; y una de escape, para que salgan los gases quemados. Al interior del cilindro hay un pistón que sube y baja (como una jeringa). Éste está conectado a un eje giratorio llamado cigüeñal mediante una barra llamada biela. El mecanismo es parecido al de las bicicletas: pedaleamos hacia arriba y hacia abajo, pero producimos un movimiento circular.

El proceso se conforma por cuatro fases: 1) Admisión: la válvula de admisión se abre, la mezcla de oxígeno con gasolina entra al cilindro y mueve hacia abajo el pistón. 2) Compresión: el movimiento giratorio del cigüeñal empuja el pistón hacia arriba. Como las válvulas están cerradas, el volumen del cilindro disminuye, el gas se comprime y la presión aumenta. 3) Explosión: La bujía genera una chispa que hace explotar la mezcla de gases. Esta explosión hace que el pistón baje con mucha fuerza. 4) Escape: Después de alcanzar el punto más bajo, el pistón vuelve a subir. La válvula de escape se abre y los gases quemados salen del cilindro. Este proceso se repite una y otra vez. Cuanto más rápido ocurra, mayor será la potencia.

Los motores tienen cuatro, seis, ocho o 12 cilindros perfectamente bien secuenciados para cada fase de este ciclo, mejor conocido como Ciclo de Otto. “Es brutal… ¡pero funciona!” dijo el célebre inventor.

Enzo Ferrari nació en Módena, Italia en 1898. Comenzó su aprendizaje en el mundo automotriz en el taller de su padre. Participó en la Primera Guerra Mundial, fue rechazado por Fiat y se volvió piloto con un Alfa Romeo modificado por él. Posteriormente, Alfa Romeo lo contrató como piloto, diseñador y vendedor de la marca. En 1929 inauguró la Scuderia Ferrari.

No producía autos de manera masiva ni dirigidos al público. Apostaba por la exclusividad y la potencia. Se empeñaba en ganar carreras y no ser superado o engullido por Maserati, Ford y Fiat. Era atacado por la prensa y por el Vaticano por sus numerosos pilotos fallecidos. Uno de los accidentes más trágicos fue el de Alfonso de Portago en la Mille Miglia en 1957, una carrera de mil millas a lo largo de toda Italia en que murieron 15 personas. Colaboró en la Segunda Guerra Mundial con el gobierno fascista de Mussolini y formó un hogar al margen de su matrimonio, del que nació Piero Ferrari, actual vicepresidente de la marca. Hoy, Fiat controla el 90 por ciento de las acciones de Ferrari.

Hasta la misa de los trabajadores llega el pistoletazo de la carrera. Los cronómetros se activan. Cunde la prisa, el ansia enferma por acortar el tiempo y conquistar la gloria efímera reservada para unos pocos. ¿Llegará el Cavallino Rampante a la meta? Para los forjadores del acero el mundo seguirá igual. “El obrero es mortal, pero vive el trabajo” (Jiri Wolker).


Escrito por Daniel Lara Jáuregui

COLUMNISTA


Notas relacionadas

Cavalieri y Torricelli, matemáticos que hicieron historia en su tiempo.

Marx no fue un economista cualquiera, fue un verdadero científico dispuesto a sumergirse en los complejos andamiajes de las moléculas, las ecuaciones, el metabolismo de materia y energía para validar o rectificar sus teorías sobre economía.

¿Realmente son nocivas para el ecosistema? Un ambientalista dirá: “sí, porque desplazan especies nativas”. Sin embargo, ciertas necesidades se satisfacen mejor con especies exóticas que con nativas, por lo que es necesario asumir riesgos.

Desde el punto de vista filosófico, D’Álembert era partidario de la unidad del saber, proponía el progreso de la humanidad a través del desarrollo de la ciencia, unificadas por una filosofía desprendida de los mitos y creencias transcendentales.

Otras mujeres matemáticas también fueron importantes en la antigua Grecia; por ejemplo Aspacia de Alejandría (470-410 a. C.), pareja de Pericles.

La historia de esa constante comenzó desde que el hombre tuvo necesidad de construir pirámides con bases circulares y cilíndricas, como lo demuestran los papiros de Ahmes y Moscú.

Hace un par de años tuve dolor muscular, cansancio, fiebre y malestar general; por los síntomas, pensé que era Covid-19; pero tras varias pruebas, el diagnóstico final fue dengue.

El genio soviético fue quien lo hizo, en 1928, y, con éste, nació formalmente la probabilidad como la conocemos en la actualidad.

Para reducir la acumulación del plástico, científicos de la Universidad de Singapur estudian al gusano Zophobas Atratus, reconocido por su capacidad de consumir y digerir este material.

¿Qué pueden esperar las masas de los partidarios de un sistema que las excluye de la propia historia?

Quizá la principal causa de la escasa participación de las mujeres en la ciencia sean los estereotipos de género que imperan en la sociedad y que dictan que las mujeres no cuentan con la capacidad o el derecho para hacer investigación.

Los Cordyceps infectan insectos que son dominantes y suelen propagarse como plagas

Muchas de las enfermedades “del mundo moderno” (cáncer, diabetes, hipertensión, asma, demencia) son producto de los “malos hábitos” alimenticios y falta de ejercicio.

El aspecto físico no es suficiente para convencer a las parejas y, como sucede con los pájaros, entonces se recurre al talento artístico mediante serenatas y bailes elaborados.

Blade Runner no es una cinta más de ciencia ficción: es un filme que mueve a la reflexión.