Cargando, por favor espere...
Una de las ventajas que tienen los filmes documentales sobre las cintas de ficción es que –si están bien realizados– nos dan una idea más exacta sobre la temática que abordan. Un buen filme documental se asemeja a un reportaje periodístico bien elaborado, que contiene diversos géneros (entrevista, crónica, semblanza, fotografía, etc.); y, por esta misma razón, el impacto en la conciencia de los cine espectadores puede ser de tal magnitud que ejerza una influencia importante en la concientización de la problemática abordada. En estos momentos, Estados Unidos (EE. UU.) se encuentra –como se dice coloquialmente– en “el ojo del huracán”, dadas las convulsiones sociales y políticas por las que ha venido atravesando desde hace varias décadas; convulsiones que se han agudizado en el último lustro con la polarización social, cuya expresión sintomática más visible (no de sus causas profundas) es la llegada al poder, estancia en el poder y caída de éste de Donald Trump.
El modelo económico, social y político de EE. UU.está en una severa crisis, pues no es solo el enfrentamiento racial entre las huestes de supremacistas blancos integrados por el segmento llamado WASP, es decir White, Anglo Saxon and Protestant (Blanco, Anglosajón y Protestante) con el resto de la población de la superpotencia, integrada por afroamericanos, latinos, asiáticos, judíos, blancos católicos, etc., sino es sobre todo el crecimiento de la desigualdad económica y social; es el crecimiento de la miseria y el hambre en el país que se nos ha presentado durante décadas como el modelo más exitoso de las llamadas democracias occidentales.
Con la llegada y desarrollo de la pandemia que está devastando al globo terráqueo, están quedando al desnudo las atrocidades que más han afectado a la población de esas democracias occidentales, de tal forma que no es difícil predecir que los países que han mantenido el modelo neoliberal se estén acercando a convulsiones sociales de mayor calado, pues la desigualdad crece, el hambre se expande y el desempleo se agrava. La Oficina del Censo de EE. UU. (algo así como el equivalente al Inegi de México) ha dado a conocer datos que revelan el grave empeoramiento de la clase trabajadora norteamericana desde que empezó la pandemia de Covid-19; el desempleo de los que ganan menos de 27 mil dólares al año en EE. UU. ha crecido en un 20 por ciento; ya en diciembre de 2020 había casi 30 millones de adultos habitando en hogares donde no hay suficiente para comer –casi el 10 por ciento de la población total–; 28 por ciento más que antes de la pandemia; la encuesta que realizó la oficina del censo gringa señala que millones de estadounidenses están averiguando cómo conservar sus casas, pues no quieren pedir prestado, y un tercio de los adultos que se han atrasado en el pago de la renta o de la hipoteca probablemente se enfrentarán al desalojo.
Estos graves problemas están ocurriendo a pesar de los apoyos que ha instrumentado el gobierno norteamericano, pues éstos solo permitieron a millones de habitantes sobrevivir al agravamiento de la crisis. En palabras de Amanda Fisher, directora del Centro Para el Crecimiento Equitativo con sede en Washington, los efectos de las ayudas a los habitantes golpeados por la pandemia son casi nulos, pues “aunque el Congreso hizo un buen trabajo al hacer llegar dinero a la gente, no logramos arreglar décadas de plomería oxidada”. En efecto, el orden capitalista norteamericano lleva décadas aplicando políticas que socavan al orden social y que cada día –se puede ver claramente– provocan la decadencia del modelo económico, que se agrieta por todos lados. El documental recién estrenado en una plataforma streaming, Crack, cocaína, corrupción y conspiración pinta con bastante lucidez el panorama de opresión, marginación y racismo de los gobiernos de las últimas décadas en EE. UU.
“La tragedia que hoy vive EE UU deja claro que, a pesar de su riqueza y de su gran desarrollo científico y tecnológico, el imperialismo es incapaz de lograr un grado suficiente de cooperación".
¿Qué sector aislado tendrá el poder para terminar con la pobreza y la desigualdad? ¿Quién podrá detener el saqueo de nuestra economía por las transnacionales? Solo la unidad orgánica de todas las fuerzas sociales coordinada por un partido propio.
En el informe de la Oxfam, "Las desigualdades que matan", se plantea como solución de la desigualdad social mundial, que haya voluntad política de los gobernantes; error. Se necesita la educación y organización de las mayorías del planeta.
En estos años, buzos se ha convertido en la revista semanal más relevante de México por la forma en que practica el periodismo de investigación y por la profundidad crítica de sus análisis.
Según estimaciones oficiales, al menos 600 mil estudiantes son afectados por la movilización docente, sin embargo, desde el ministerio de educación se niegan a negociar con el gremio.
Trabajadores del Poder Judicial se manifestaron frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para exigir la eliminación de la Reforma Judicial.
El nuevo mandatario proclamó el fin del neoliberalismo; al mismo tiempo que ofreció plenas garantías al capital financiero
El demócrata marca hasta ahora 248 votos electorales, de confirmarse el triunfo en Michigan llegaría a los 264, y solo le faltarían 6 votos.
No es muy claro lo que está pasando en el interior del gabinete del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador
Al rendir protesta el 1º de diciembre de 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ofreció combatir la pobreza “como nunca se ha hecho en la historia” y prometió solemnemente que “no se condenará a quienes nacen pobres a morir pobres”.
A nueve meses del desbordamiento del río Tula, que inundó centenares de casas-habitación, las familias afectadas aún siguen esperando los apoyos prometidos por los gobiernos federal y estatal.
El atraso en la infraestructura social no es menor ni reciente, y aunque AMLO se comprometió a construir más caminos, carreteras, y eliminar cuotas de peaje, hoy día faltan vialidades y las pocas que hay están sin mantenimiento.
El primer debate presidencial realizado el martes entre el actual mandatario Donald Trump, y el candidato demócrata, Joe Biden, estuvo marcado por ataques feroces, insultos y continuas interrupciones.
Marko Cortés pidió a AMLO deje de hacer campaña y se concentre en ser Jefe de Estado para resolver los graves problemas del país
El grupo ha mantenido reuniones con Ángel Aguirre, quien era gobernador de Guerrero
Escrito por Cousteau
COLUMNISTA