“Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son el tener y el no tener” (Miguel de Cervantes).
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Sin embargo, los enternecedores “lomitos”, “patitas”, “perrijos” y “michis”, suelen ser los principales sujetos de atracción popular en las primeras planas de los medios impresos, programas estelares de televisión y radio; en actos públicos donde las fuerzas armadas derraman lágrimas de cocodrilo ante efigies de canes heroicos; en las leyes cada vez más severas contra quienes maltraten mascotas; y en campañas de sensibilización con las que se invita a la gente a procurar el “bienestar del animal”, incluso evadiendo los graves problemas sociales que afectan a gran parte del pueblo de México.
Pero todo esto no es fruto de la casualidad; porque resulta más barato y fácil entretener a la población nacional con este tipo de problemas que llamar la atención, cuestionar y denunciar la extrema pobreza y desigualdad que muchos mexicanos padecen, mientras unas cuantas familias acaparan la riqueza del país; o plantear preguntas como éstas: ¿Por qué no se prohíbe la indebida apropiación de la riqueza? ¿Por qué no se mete a la cárcel a los patrones que explotan y abusan de los trabajadores? ¿Acaso estas prácticas no serían más humanitarias que las otras?
Es correcto que los ojos estén fijos en el maltrato animal; pero la mayor prioridad de la gente, medios de comunicación, legisladores y juristas debe enfocarse en evitar y corregir el maltrato humano; sobre todo ahora que la mala política económica aplicada por el gobierno morenista ha provocado que se profundice y perpetúe la escandalosa desigualdad prevaleciente en México. Mientras el gobierno, apoyado en cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), hace alharaca de que la pobreza ha disminuido, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revelan que sus índices no se han movido un ápice, y que ahora hay dos millones de personas más en pobreza extrema que en 2018.
Y mientras la prensa hace gran escándalo por la violencia cometida contra algún “lomito”, los medios callan los actos de desesperación, extorsión y hambre que sufren miles de migrantes; las múltiples y cotidianas ejecuciones por decapitación, desaparición y secuestro del narcotráfico; las represiones violentas de la Guardia Nacional contra la disidencia ciudadana, y el casi millón de muertos que provocó la pandemia de Covid-19 debido a la ineficiencia médica del gobierno.
Para mantener en silencio criminal todo esto, es muy útil hablar de mascotas. Pero para la reflexión queda esta estrofa de la canción Las casas de cartón, del compositor Alí Primera:
Usted no lo va a creer:
pero hay escuelas de perros
y les dan educación
pa’ que no muerdan los diarios,
[pero el patrón
hace años, muchos años
que está mordiendo al obrero.
“Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son el tener y el no tener” (Miguel de Cervantes).
Muchas de las mediciones que se emiten obedecen, en más de una ocasión, a un carácter subjetivo, es decir, dependen del planteamiento mostrado por el investigador para interpretar tal fenómeno de la realidad.
La teoría marxista entiende al capitalismo como un modo de producción caracterizado por la crisis. Las crisis económicas no son un error en el funcionamiento del sistema, el resultado de una mala decisión o un fenómeno que el gobierno en turno pueda evitar vigilando.
Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer los resultados de la medición de la pobreza para 2024 en nuestro país.
La horrenda matanza de judíos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial fue aprovechada por los imperialistas para justificar la creación del Estado de Israel.
En el contexto económico global, nuestra agricultura se hunde en una profunda crisis que se manifiesta en dependencia alimentaria, control total de las trasnacionales y del capital extranjero, desempleo rural, constante reducción de la superficie sembrada.
El dos de septiembre de 1984 iniciaron los trabajos del Tecnológico en Tecomatlán para ofrecer una opción educativa de nivel superior a la región Mixteca Baja de Puebla.
Si bien el gobierno morenista festeja una supuesta reducción de la pobreza, no anuncia ninguna reducción de las llamadas ayudas para el bienestar.
El capitalismo, al menos desde que inició su fase degenerativa, a partir de la Segunda Guerra Mundial, ha buscado instrumentos de legitimidad que hagan pasar su política económica belicista como presentable e incluso necesaria para la humanidad.
La 4T no ha resultado tan convincente como aparenta.
Siempre que me encontraba en Tecomatlán con don Albino Rivera Morán, antorchista de profunda convicción, respondía de broma a la pregunta de cómo estaba, haciendo la siguiente enumeración: “Más pobre, más viejo, más jodido”; pero siempre estaba de buen humor.
En un barco al que envolvió una peligrosa tormenta, llevó personalmente Carlos Marx su manuscrito inmortal de Inglaterra a Alemania, portaba quizá la obra más importante que hasta ahora se ha escrito para explicar lo que es el ser humano y la sociedad que ha formado.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) era la institución encargada de medir la pobreza y el impacto de la política social en México, pero a mediados de este año sus funciones fueron transferidas al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A parte de que cae la oferta de empleos formales, con empresas e instituciones públicas, la calidad misma del empleo empeora.
El 18 de agosto del año 2000, un grupo de mercenarios encabezados por Guadalupe Buendía, alias La Loba, atacó brutalmente a los antorchistas frente a la presidencia de Chimalhuacán.
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Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA