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Levantan paro en la BUAP logros y pendientes
Entre acuerdos, desacuerdos y pendientes, terminó el paro estudiantil en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), que duró más de un mes.
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Entre acuerdos, desacuerdos y pendientes, terminó el paro estudiantil en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), que duró más de un mes. Los jóvenes lucharon por mejorar sus condiciones estudiantiles, pero otros aprovecharon para desestabilizar a la máxima casa de estudios del estado.

La entrega de las instalaciones de Ciudad Universitaria por los paristas se concretó el pasado 31 de marzo luego de que los estudiantes expusieran que una de sus pugnas fue la no reelección de la rectora María Lilia Cedillo Ramírez.

En el pliego petitorio general se incluyeron 24 puntos, entre los que destacó la no reelección de funcionarios. Plantearon una reforma al reglamento de elecciones de autoridades de la BUAP, con lo que se eliminaría el voto sectorial y se establecería el voto universal, directo y secreto en las elecciones internas de la máxima casa de estudios. Así como que estos procesos se realicen con más de un candidato y que se realicen debates obligatorios entre los aspirantes a un cargo.

Este movimiento estudiantil es el segundo efectuado en un lapso de cinco años. En 2020, los jóvenes se movilizaron y exigieron seguridad a las autoridades estatales luego del homicidio de tres jóvenes de medicina de la BUAP y de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), tras acudir al carnaval de Huejotzingo.

En marzo de 2020, al menos 150 mil universitarios organizaron una megamarcha estudiantil para exigir al entonces gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, mayor seguridad. Sin embargo, su movimiento se difuminó con la llegada de la pandemia de Covid-19. 

En contraste, este paro consistió en pedir mejoras de infraestructura e instalaciones porque, denunciaron, existen áreas, como baños, aulas y laboratorios, que no cuentan con agua, electricidad ni instrumentos básicos para operar.

Desde el inicio, la rectora Cedillo Ramírez privilegió el diálogo para buscar soluciones y cedió a diferentes peticiones planteadas en pliegos petitorios y mesas de diálogo para no arriesgar la educación de más de 80 mil jóvenes matriculados.

Aunque el paro cedió paulatinamente, los estudiantes de Ciudad Universitaria no pudieron retomar sus clases presenciales hasta el dos de abril, cuando los paristas entregaron las instalaciones bajo condiciones de seguimiento a sus demandas.

El paro en Medicina

El paro de la BUAP inició el 25 de febrero, cuando estudiantes de Medicina se manifestaron y cerraron las puertas de la institución como rechazo a la dirección encabezada por Luis Guillermo Vázquez, así como la falta de lugares para prácticas profesionales y la reducción de plazas para el internado. Además, plantearon la actualización de programas conforme a las necesidades actuales.

Por tal presión, el director renunció y fue nombrada Claudia Cedillo como directora interina, lo que calmó los ánimos entre los estudiantes, que permitieron la negociación con las autoridades escolares.

El paro de Medicina duró sólo cinco días; y tras resolver sus necesidades, los estudiantes decidieron regresar a las aulas, pero ésta fue la señal para que más facultades se sumaran y conformaran sus demandas.

Alumnos de varias facultades comenzaron a plantear sus diferentes carencias administrativas y a denunciar el acoso de docentes, falta de atención a casos de violencia de género, baja calidad educativa y carencia en infraestructura. 

El origen 

Las primeras manifestaciones de los estudiantes surgieron luego de que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) revelara que las finanzas de 2023 de la BUAP no habían sido supervisadas.

La información de que la casa de estudios y la Universidad Autónoma de Guerrero fueron las únicas dos universidades públicas del país, de un total de 35, que salieron sin observaciones nacionales, se difundió el 20 de febrero y cinco días después inició el conflicto.

La máxima casa de estudios no fue quien difundió ese logro, sino la propia ASF, que dio a conocer la información tras entregar un informe con un video en la Cámara de Diputados. 

Analistas revelaron que la buena gestión de la rectora fue el punto de inflexión, pues potencialmente la situó como la mejor opción y, por lo tanto, su reelección. Esto despertó inconformidades al interior de la propia Universidad entre funcionarios con intereses políticos.

Las finanzas sanas de la casa de estudios permitieron que Cedillo Ramírez anunciara una inversión de 160 millones de pesos (mdp) para atender las demandas estudiantiles más inmediatas, los cuales se obtendrán de la redirección del Programa Operativo Anual (POA), de ahorros y producto de políticas de austeridad recientemente implementadas.

No reelección, principal demanda

A mediados de marzo, la BUAP informó que habían recibido 49 pliegos petitorios de diferentes unidades académicas, a los cuales se sumaron posteriormente los de las facultades de Filosofía y Letras, Psicología y Lenguas.

La mayoría de las peticiones estudiantiles se centró en el mejoramiento de la calidad educativa, con docentes preparados y profesionalizados en su área, así como la mejora de infraestructura. Sin embargo, en el pliego de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales se incluyó la demanda de reformar los estatutos de la Universidad para evitar que la rectora pueda ser reelegida hasta 2029.

También solicitaron que los directores de las facultades no puedan buscar la reelección. La misma petición fue hecha en la mesa de diálogo sobre la democracia, previa al retiro del paro general de la Universidad. Sin embargo, el vicerrector de docencia, Jaime Vázquez, informó que aprobarlo no era competencia de la Universidad.

“La modificación de la ley no corresponde a la Universidad, corresponde al Congreso del Estado y ésa es una cuestión que debemos tener con mucho cuidado, porque está en juego la estabilidad de la Universidad; tan es así que 17 universidades públicas estatales no escogen a su rector como lo hace la Universidad”, reiteró.

Cedillo Ramírez protestó al cargo para el periodo 2021-2025 luego de desempeñarse como investigadora en la Universidad. Durante su gestión destacaron las finanzas sanas, pero además su desempeño fue cercano a la base estudiantil y al personal. Se vio obligada a enfrentar la pandemia de Covid-19 y a implementar un plan de estudios sin afectar al alumnado, que tuvo que quedarse en casa como medida de prevención. Sus acciones en pro de la Universidad desencadenaron que estudiantes afines a ella gritaran “Reelección”, “Reelección” al término de su tercer informe de labores, efectuado en octubre del año pasado.

Pese a las porras y rumores de que buscaría seguir en el cargo, en diciembre de 2024, Cedillo Ramírez declaró que estaba valorando si se mantendría al frente de esta casa de estudios, mientras grupos ligados a Morena han usado la bandera de la no reelección para hacer política.

Las peticiones de los jóvenes 

Los pliegos petitorios de los jóvenes pueden ser consultados en la página oficial de la Universidad. Entre sus peticiones figuran menús de cinco pesos en la cafetería universitaria aplicando un subsidio para alimentos. En la Facultad de Computación solicitan instalar un comedor universitario sin costo para dar alimentación a toda la comunidad BUAP. Estudiantes de la Facultad de Lenguas solicitaron apoyo financiero para transporte, alojamiento y materiales para acudir a intercambios académicos y culturales. También se pide consultar a los jóvenes sobre su traslado a Ciudad Universitaria 2, debido a su lejanía y a la complejidad para llegar; además, argumentan que nadie pidió su opinión con respecto al cambio de Ciudad Universitaria al otro campus de la zona de Valsequillo. También se pueden conocer las iniciativas para mejorar el transporte universitario y reducir los intervalos de las unidades de este servicio.

La atención a las inquietudes estudiantiles

El vicerrector de docencia, José Jaime Vázquez López, fue el encargado de presentar el documento en el que la Universidad se compromete a atender las peticiones en tres plazos: corto, mediano y largo. De las 241 peticiones planteadas, ofrece atender 136 en un plazo máximo de 45 días. Entre las mejoras inmediatas ofrecidas se hallan el comedor universitario, la dotación con insumos básicos a la institución y el arreglo de la infraestructura general, así como el remozamiento de baños y aulas.

Sin embargo, también destacó que la no reelección de la rectora será una de las resoluciones a largo plazo, luego de reformar la legislación y los estatutos orgánicos de la institución.

Los jóvenes, además, denunciaron acoso y hostigamiento a alumnas; para abordar las denuncias, la BUAP se comprometió a activar módulos encabezados por la oficina de la abogada general y la defensoría de Derechos Universitarios.

La entrega de Ciudad Universitaria

Tras un mes de paro, los propios estudiantes entraron en conflicto; mientras unos se pronunciaron por mantener el paro y no entregar Ciudad Universitaria a las autoridades, otros estuvieron a favor de reabrir la institución y continuar el ciclo escolar.

En diferentes cuentas de las redes sociales, se difundieron videos de jóvenes discutiendo por la discrepancia de ideas y de intereses. Argumentaron que existía interés de por medio tanto de estudiantes como de personajes al interior de la casa de estudios por desestabilizar a la rectora Cedillo Ramírez. 

“Al parecer hay una alianza o siempre ha habido una alianza, entre esta facción, que viene de afuera y de rectoría, que también están golpeando a la rectora. Hay algunos acuerdos que no son claros y se está desconociendo lo que sucede en puerta 6”, reveló un parista.

Mientras, se identificó, desde la cuenta parooficial buap 2025, a dos jóvenes como los operadores del punto de quiebre entre alumnos, acusándolos de manipular la situación para no volver a clases ni llegar a acuerdos.

En estos desencuentros también se formó la Alianza Centro, a la que se sumaron las Facultades de Psicología, Filosofía y Letras, así como Lenguas, debido a que su ubicación les aleja de las negociaciones que se llevan a cabo en Ciudad Universitaria.

En riesgo proceso de admisión BUAP 2025

Estos desencuentros entre autoridades y estudiantes hubieran resultado un obstáculo al proceso de admisión 2025, programado para los primeros días de abril, luego de terminado el paro.

Después de varias discusiones y acuerdos, los estudiantes permitieron a la Dirección de Administración Escolar (DAE) y la Dirección General de Cómputo y Tecnologías de la Información y Comunicación (DC y TICS) avanzar en el proceso de admisión.

Autoridades escolares precisaron que, en la edición 2025, se podrían postular más de 90 mil aspirantes, de los que únicamente podrán ingresar cerca de 30 mil, tanto en el nivel superior como en el medio superior. 

Ricardo Valderrama Valdez, director de la DAE, explicó que cada proceso de admisión se organiza al menos con seis meses de anticipación, pues incluye desde la emisión de la convocatoria hasta la inscripción del último aspirante, tras difundir la convocatoria de cubrimiento y lugares disponibles.

“La convocatoria se debe emitir en la última semana de febrero, tenemos un mes de atraso. Cuando se hace la planeación del examen de admisión se consideran las vacaciones; no tenemos el colchón de las vacaciones para ajustar fechas, seguimos haciendo calendarizaciones para saber hasta dónde podemos esperar”, explicó a los jóvenes al pedir que dieran acceso a las autoridades escolares para llevar a cabo el proceso.

Afirmaron que al interrumpir el proceso de admisión también se arriesgan los recursos que la Secretaría de Educación Pública (SEP) otorga, por lo que la dependencia federal quitaría el subsidio. Las autoridades también aclararon que el cese laboral del personal administrativo generó conflictos en la emisión de documentación de futuros egresados y trámites en proceso.

En un cálculo, la BUAP previó que tiene un retraso de 500 trámites diarios, entre los que incluyen solicitudes de transparencia, constancias para pasaporte, visas, trámite para becas, entrega de kárdex legalizados y documentación de orfandad, apoyos y trámites para niños con discapacidad.

Entrevistada por este semanario, Marcela C., trabajadora de la institución, madre de un niño con discapacidad, señaló que la suspensión de actividades de la Universidad no ha permitido el pago del apoyo correspondiente y la educación de su hijo se halla en riesgo.

Armenta buscó politizar conflicto

A los 13 días de paro, el gobernador Alejandro Armenta Mier desató una campaña de ataques a los grupos inconformes y los acusó de estar al servicio de grupos políticos ajenos a la Universidad. 

El mandatario estatal dijo que no se inmiscuiría en el conflicto de la institución y respetaría la autonomía de la máxima casa de estudios; con ese argumento se hizo a un lado y se negó a otorgar recursos para apoyar a la infraestructura de la institución y a actuar en favor de la Universidad en beneficio de los jóvenes.

La cobertura afectó el paro 

Luis Martínez, director del Observatorio Mexicano de Medios, reconoció que algo que no contribuyó a la resolución del paro universitario fue la cobertura de los medios de comunicación, pues acusó que están haciendo una cobertura tendenciosa que intensifica el conflicto. En sus redes sociales denunció que la prensa fue irresponsable en su cobertura por los intereses de convenios informativos.

“Los medios de comunicación en Puebla están siendo sumamente irresponsables en la cobertura del paro de la BUAP, lejos de ser un vehículo de información, son el detonante de más vehículos, profundizan la disputa por encima del diálogo”, destacó.

El director aseguró que mientras la Universidad intenta validar las necesidades de los estudiantes y los jóvenes se empeñan en resolver sus demandas, los medios de comunicación amplifican lo que se vive al interior de la casa de estudios.

“Cada vez que hay una posibilidad y una voluntad de diálogo en ambas partes, surgen voces que terminan por alejar ese diálogo y esas voces son las columnas, son las y los periodistas que irresponsablemente hacen eco a rumores, a chismes”, reiteró. 

Lamentó que en lugar de promover foros o mesas de análisis sobre la situación que se vive, se replicaran boletines y posturas que demeritan a los estudiantes en la lucha. 

“Los medios en Puebla no están tratando de entender y explicar el conflicto; parece que intentan matizarlo, parece que intentan amplificarlo, hoy no veo mesas de análisis convocando a especialistas, a académicos, convocando a estudiantes, donde se trate de entender el conflicto de la Universidad, muchos periodistas están en la coyuntura llena de prejuicios generacionales y desde la lejanía, de sus privilegios”, apuntó.

El especialista lamentó que los medios de comunicación buscaran politizar el movimiento y compararlos con el movimiento estudiantil del 68 o el de los 90 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sin analizar las peticiones de los jóvenes.

“Entendamos que son generaciones y momentos totalmente diferentes; hoy, esta generación está lejos de ser una generación politizada; pero ojo: que no sea una generación politizada no significa que sea una generación ajena y no tenga la capacidad de organización”, subrayó mientras insistía en que el diálogo es el único camino para resolver el paro.

Los paristas expusieron que las coberturas de los medios de comunicación resultaban “amarillistas” y cambiaban a su conveniencia la información de las actividades. Por lo que, tras negar datos a los reporteros de diferentes medios de comunicación, señalaron que sólo permitirían el acceso a medios como Diario Cambio y Contramáscaras.

“A los demás medios de comunicación no se les va a permitir la entrada porque queremos que esto sea controlado, internamente se sacó una lista de qué medios estaban autorizados y a los demás no se les está permitiendo la entrada”, narró una de las paristas. Al realizar asambleas informativas, en las que permitieron el acceso a más medios de comunicación, los jóvenes los dejaron ingresar a Ciudad Universitaria, pero custodiados y con un lazo que limitaba su desplazamiento.

Al cierre de esta edición se había alzado el paro estudiantil y la rectora, en conferencia de prensa, destacó la atención a las demandas de los estudiantes; aunque no informó el destino de recursos o fondos para atender las peticiones, sobre todo aquellas relacionadas con infraestructura en la Universidad. 


Escrito por Norma Herrera

@Norma_HG


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