De inmediato inició la agrupación Voz en punto, que presentó una serie de canciones de diferentes estados de nuestra variada cultura mexicana y algunas canciones temáticas en homenaje a Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri.
Cargando, por favor espere...
Contundentemente, el arte tiene una función social. No porque alguien lo enjuicie, sino porque históricamente así ha sucedido. Durante la Edad Media las artes plásticas, y en particular la pintura, fueron utilizadas por la Iglesia y por los mecenas para representar su vida opulenta y perfecta o para mostrar escenas bíblicas. De hecho, uno de los factores que impulsó el arraigo de la fe católica en la sociedad fue precisamente la cultura y más detalladamente el impacto de obras maestras expuestas intencionalmente en las catedrales europeas cuya construcción, por cierto, también estuvo financiada por el Papa y los burgueses de entonces, en particular la familia Medici. Baste recordar las figuras de Giotto di Bondone o Miguel Ángel, escultores, arquitectos y pintores al mismo tiempo. El objetivo era utilizar su arte como medio de “adoctrinamiento” a las “masas populares”. No por ello las obras producidas por los grandes maestros renacentistas pierden su valor artístico, sobre todo por la maestría con que desarrollaron la técnica de las artes plásticas en que incursionaron.
Se sostiene, aún más, el argumento de que el arte históricamente ha tenido una función social –inconsciente o conscientemente por parte del artista–. Podemos trasladar esta idea al México posrevolucionario, en donde el llamado muralismo mexicano, encabezado por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco tomó como modelo a los maestros florentinos antedichos para utilizar su arte exactamente de la misma forma en que lo hicieron sus precursores, pero desde otra óptica, con otras imágenes. Sustituyeron las escenas bíblicas en Iglesias por escenas heroicas de la historia nacional en edificios públicos. El objetivo entonces era el de difundir la historia del “pueblo” mexicano.
El otro ejemplo que se sigue casi naturalmente es el del expresionismo abstracto surgido en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, abanderado por Jackson Pollock, Clyfford-Still y Rothko. No hay ninguna coincidencia en que Pollock haya estudiado a Diego Rivera, sin embargo, se le presenta como el epítome de la libertad del arte y no es mucho decir; de hecho hace poco, en el Museo Albertina Modern, estuvo abierta una exposición con obras de estos artistas, llevaba por nombre Ways of freedom y en ella se indicaba que “fueron representantes de una nueva libertad del arte, tal como se manifiesta en su reinvención de la abstracción estadounidense. Su ruptura artística radical en 1945 también marcó el nacimiento de la libertad en Europa, facilitada por los estadounidenses”.
Para la mayoría de los críticos contemporáneos, así como para ciertos artistas, esta idea es incuestionable porque ambas partes tienen como base una misma filosofía, el posmodernismo, que niega la existencia de la realidad concreta y promueve la libertad individual por encima de todo, precisamente como lo hicieron el expresionismo abstracto, las vanguardias de la segunda mitad del Siglo XX y lo siguen haciendo algunos artistas contemporáneos, por ejemplo la exposición Lovers, de Urs Fisher, en el Museo Jumex, en la que el elemento casi único son unos inodoros. Esta situación, por supuesto, no se explica como un problema moral-subjetivo, sino como producto de un contexto histórico particular.
En suma, el arte le ha servido, hasta entonces, a la Iglesia, a las élites económicas y políticas y ahora sólo a los propios artistas. Como tesis, el arte renacentista cumplió una función social específica, adoctrinar, pero fue superado con la síntesis que realizó el muralismo mexicano, cuyo fin fue la enseñanza de la historia nacional por la vía de las paredes de espacios públicos y la antítesis, la negación inevitable, de ambos movimientos, ni más ni menos, es el arte posmoderno (expresados ahora en el expresionismo abstracto), que por sus propios principios y objetivos se concentra en la individualidad del artista. No por otra cosa termina siendo necesariamente estéril. ¿Cuál es el objetivo de mostrar en las salas de museos unas pinceladas (cuya carga emocional sólo conoce artista) o ver urinarios de cabeza o inodoros llenos de frutas?
De inmediato inició la agrupación Voz en punto, que presentó una serie de canciones de diferentes estados de nuestra variada cultura mexicana y algunas canciones temáticas en homenaje a Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri.
En un momento histórico determinado, la ideología dominante es la ideología de la clase dominante.
Más allá de esta polémica coyuntural, lo que interesa aquí no es dirimir la veracidad de esas estadísticas, sino poner el dedo en la llaga.
Según el Dr. Scott Bonn, profesor de Sociología y Criminología, a los seres humanos nos gusta saber de asesinatos y criminales con la misma fascinación que nos detenemos a ver un accidente automovilístico en la carretera, incapaces de apartar la mirada.
Hasta la fecha, la Unión se ha configurado como una asociación de integración exitosa, con desarrollados mecanismos institucionales de gobernanza.
Uno de los efectos menos visibles, pero más profundos, del capitalismo es la atomización de la sociedad.
León Tolstói escribió La guerra y la paz entre 1863 y 1869. En ella destacó los efectos nocivos de la beligerancia en una sociedad con relativa calma.
El último movimiento estudiantil que representó un hito histórico para el país fue sin duda el de 1968.
No es lo mismo hablar de “marxismo occidental” que de marxismo en Occidente.
No hay duda de que Israel está cometiendo un genocidio en Palestina. Tampoco hay respuestas contundentes de la Organización de las Naciones Unidas, ni intervenciones sólidas de otros Estados para frenar la masacre.
La sociedad capitalista es una sociedad basada en la ciega lucha de intereses egoístas, una sociedad cuyo desarrollo está sujeto exclusivamente a la “presión de las carencias”; por eso, es –como decía Marx– el verdadero “reino de la necesidad”.
La competitividad industrial y comercial chinas iniciaron su espiral ascendente el 18 de diciembre de 1978, cuando fue emprendida con la famosa Reforma y Apertura impulsada por Deng Xiaoping.
La hegemonía que Estados Unidos (EE. UU.) tuvo en Occidente a partir de la Segunda Guerra Mundial se volvió universal luego de la disolución de la URSS; este dominio se está resquebrajando como consecuencia del desarrollo de China.
Los acontecimientos recientes han confirmado el declive del dólar como moneda de reserva y comercio global, fenómeno también conocido como «desdolarización».
Vivir acorde con la naturaleza
Una lucha mundial para que vuelvan los niños de Gaza
Chimalhuacán e Ixtapaluca tienen a los alcaldes con menor aprobación
Vecinos de Tláhuac demandan apoyo de vivienda en mañanera de Sheinbaum
Precio de la vivienda en CDMX rebasa los 57 mil pesos por metro cuadrado
Gasta Noroña hasta 257 mil pesos en renta de avión privado
Llegan a México los seis activistas repatriados desde Israel
Escrito por Victoria Herrera
Maestra en Historia por la UNAM y la Universidad Autónoma de Barcelona, en España.